Un  compromiso  por  tu  salud

Un compromiso por tu salud

Por Ruth Pascual

Estamos acostumbrados al  estilo de vida sedentario. Cuando  alguien  nos  preguntas  por qué  no nos  ejercitamos,   las  razones principales son:  el  trabajo, la familia y los  estudios.  En el rango de la lista de prioridades la mayoría de las  personas presta menos atención a su salud y prioriza lo antes mencionado. Pero, qué nos  dice usted de  la  energía  que  requiere  poner  atención  a  todo  esto,  de  los  niveles de  estrés,  de  los  estados  de  ánimos, de la  exposición  a   enfermedades cuando  no tenemos una   rutinas  de  ejercicios; la pregunta importante sería: ¿Es  Correcto  desplazar  a  último  plano  lo  que debería  estar  en  el primero?

Para cumplir satisfactoriamente con  todos  estos  aspectos  esenciales  del  día  a  día de nuestras vidas, es relevante, hacer un  compromiso con nosotros mismos, detenernos, pensar  y  sobre  todo  evaluar  que  anteponer el  trabajo, la  familia, los estudios  a nuestra  salud  es  absurdo  y a la  postre  dañino. Las enfermedades no piden permiso y  están  al acecho  ante  cualquier  debilidad. Estar  enfermo nos roba  recursos, tiempo, tranquilidad  y ni  hablar  de nuestra propia vida.

Diversos estudios científicos revelan que hacer actividad física entre otros,  ofrece  los  siguientes  beneficios:

  • Reduce nuestros  niveles  de  estrés (principal  causante  de mayorías  de  las  enfermedades),
  • Reduce el  riesgo  de muerte
  • Reduce la depresión  y la
  • Mejora el  desempeño en el  trabajo  y  las  relaciones
  • Mejora la  flexibilidad  y  movilidad  de  las  articulaciones,
  • Ayuda a  mantener  el peso corporal,  reduce  la  sensación de  fatiga,  mejora  la  resistencia  física.
  • Mejora el  carácter  de la  disciplina  y  como  si  fuera  poco,  un extra,  también  mejora  nuestra  apariencia  física.

No pretendemos  que al  escribir  esto  de pronto  quienes  nos leen salten de  la  cama  despavorido a las  4:00 a.m.  a  ejercitarse( aunque  debería  si no dispone de otro  horario), más  que  eso  debe  existir  una  preocupación y  un  compromiso  estricto  de  usted  por  usted.

Una vez empezamos una  rutina de ejercicios se  activan  nuestras  alarmas  de  comer  saludable. Son constantes los cargos de conciencia por la ingesta de alimentos  cargados  de  azúcar,  de  platos  suculentos que aportan poco o nada al organismo. Surge  la  conciencia  de  nuestros  actos  y  de forma  automática se  inicia  un proceso  de alfabetización física y alimenticia y es ahí que descubres que cuando la vida te  presentas  miles  de  situaciones  adversas  puedes  hacer  ejercicios.

Es  un  acto  de  crueldad  y  mezquindad  no  tomar  media hora  o una hora  diaria  de  las  24  que  nos  proporciona  el  día  para  nuestro  cuidado personal.

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