Química, edad y riesgo de rejuvenecer.

Química, edad y riesgo de rejuvenecer.

Por HUMBERTO CONTRERAS VIDAL.

Existen un número significativo de personas que tienen una edad biológica diferente a su edad cronológica. Esto significa que en su documento oficial de identidad personal se señala un año que no se corresponde con el año de nacimiento real.

Así, hay personas que son muy jóvenes para la edad que tienen, o por el contrario, son muy viejas para tener la edad que indican sus papeles.

Aunque resulta relativamente costoso, y pocos países en el mundo están en capacidad de realizar este análisis, en la actualidad es posible determinar la edad de una persona con una precisión de, más o menos, 2 años.

Sí, gracias a un análisis químico es posible establecer con la precisión indicada cuántos años tiene una persona. Este análisis se realiza en la saliva, o mejor, en sangre.

Resulta que el envejecimiento está relacionado directamente con añadir o quitar grupos metilos (-CH3) al ácido desoxirribonucleico (ADN).

Los grupos metilos son estructuras químicas que se obtienen del gas metano (CH4), el mismo que es mezclado y utilizado en los vehículos de motor y que se conoce popularmente como gas natural.

Es curioso cómo la magia de la naturaleza metabólica, esto es, la complejidad de las reacciones químicas que mantienen la vida, pueden permitir que esta especie química se forme y se una a otras sustancias del cuerpo. Y que al final, este hecho esté relacionado con la edad de una persona. (Aclaración: el grupo metilo se forma dentro del cuerpo, en ningún caso se debe imaginar que hay que tragar gas natural).

Este proceso se conoce en la literatura científica como metilación del ADN, y de alguna manera constituye un “reloj químico”. Tal como ocurre con otro fenómeno que se denomina “pátina química”.

La pátina es un proceso similar a la metilación del ADN que ocurre en materiales inanimados. Por ejemplo, el bronce suele oxidarse y va perdiendo su brillo con el tiempo debido a que en su superficie se forman óxidos variados que se pegan y forman una capa que al final lo protegen del medio ambiente.

Esta capa impide que la estructura del bronce se dañe (se pasiva químicamente hablando). Sin embargo, cambia continuamente y aumenta su grosor dejando un rastro químico que al final se utiliza para medir la edad de ese objeto.

De esta forma la composición química de la pátina sirve para medir la antigüedad de los objetos (edad), de la misma forma que la cuantificación de los grupos metilos unidos al ADN se utilizan para medir la edad de las personas.

Posibilidades de rejuvenecer

Si se elimina la pátina de un objeto antiguo mediante algún método de limpieza se logrará obtener una pieza nueva. Asimismo, si se eliminan los grupos metilos del ADN se lograría rejuvenecer a la persona.

Aunque eliminar la pátina de la superficie de un metal y quitar grupos metilos del ADN es teórica y técnicamente posible, antes de realizar estos procesos hay que resolver problemas de naturaleza psicológica y filosófica.

El valor de un objeto antiguo reside en su identidad. La pátina, en algún grado, es una forma de poder identificar una pieza antigua. Quitarla es quitar la identidad de la pieza.

En el caso de las personas, quizás, aún no está tan claro que la acumulación de grupos metilos en el ADN esté relacionado con el conocimiento, las emociones y la memoria que proporciona la experiencia.

Rejuvenecer una célula del cerebro podría traer consecuencias éticas y morales impredecibles para la humanidad. Por esa razón, antes de que el hombre atraviese esa línea debería tener claro si vamos a lograr un cuerpo joven con una energía y una conciencia que provoque un colapso inesperado del propio cuerpo. Alcanzando de esa manera una muerte súbita en vez de un rejuvenecimiento que alargue la vida.

En síntesis, hay que tener presente que cuando se tenga dudas sobre la edad real de una persona, la química es una herramienta científica que permite resolver esa duda.