Cientificos pronostican catástrofes naturales de grandes dimensiones por la explotación minera de Barrick Pueblo
Un equipo de científicos y expertos nacionales e internacionales pronosticaron catástrofes naturales de grandes dimensiones por la explotación minera de Barrick Pueblo Viejo en Cotuí, y de extender su explotación, como han propuesto, el país puede colapsar.
En el panel titulado “La vida en el Triángulo de la Muerte: Barrick Gold, el desastre humano-ambiental y el peligro insular de la irracionalidad minera en la República Dominicana”, donde participaron seis (6) panelistas cuyas conclusiones son preocupantes.
Según el científico Norteamericano Steven Emerman, quien habla 7 idiomas y ha trabajado en las presas de cola por los cinco continentes, examinó de manera minuciosa el estudio de impacto ambiental (EIA) sometido por la minera Barrick Gold al Ministerio de Medio Ambiente y Recursos Naturales con el objetivo de construir la nueva presa de cola para continuar explotando el oro de Cotuí. El EIA sacó “0” en el examen practicado al documento por el científico, cuyo método estándar consistió en someter el EIA a 6 cuestionantes. Estas debían ser satisfechas con respuestas afirmativas, según el estándar internacional de presas de cola a cielo abierto. Sin embargo, ninguna fue contestada de manera positiva en su totalidad, afirmó el PHD, Steven Emerman en su intervención.
Mientras que la científica canadiense Klaire Gain, dio a conocer un estudio realizado sobre la minera Barrick Pueblo Viejo y su explotación en Cotuí sobre el impacto en las mujeres. Los resultados vislumbraron espacios no seguros, corrupción y conexión entre industrialización y desarrollo. En este aspecto, las entrevistadas afirmaron “somos muertas vivientes”, al tiempo que indicaron que “si el desarrollo es no tener agua, no tener salud, no tener agricultura, tener contaminación y riesgo de muerte, que es lo que ha traído Barrick, entonces no lo queremos”. Otras afirmaciones arrojadas en la investigación de Gain, como “a Barrick le interesa sus intereses, sus riquezas, no nosotros”, “el río no se vende”, “Barrick quiere que la recibamos con pan, pero la recibimos con gasolina y fuego porque no la queremos aquí, constituyeron evidencias del claro rechazo a la presencia de las actividades extractivas de la minera.
La lideresa de las víctimas Leoncia Ramos, denunció las vejaciones a las que se someten día tras día los comunitarios afectados por la actividad extractiva. “Tenemos más de 10 años sin agua, tenemos que comprar el tanque a 100 pesos”. Dijo que los impactos negativos de la contaminación provocada por la minera afectaron la agricultura y la ganadería, lamento que deben recorrer una distancia de 9 km para conseguir alimentos afirmó por culpa de la minera Barrick afirmó Leoncia.
Dijo además, que los impactos también han alcanzado a las niñas de la comunidad. “Las niñas de 3 años en adelante tienen enfermedades vaginales”. Sin embargo, hay otros agravios considerables: los comunitarios han ido muriendo, el ruido de las maquinarias que funcionan las 24 horas del día no les deja dormir, la cantidad de polvo que ingresa a las casas es desproporcional a la cantidad de agua a la que pueden acceder para limpiarlo, afirmó que más de 36 cañadas han desaparecido, y finalmente, la presa está ubicada por encima de la comunidad.
Se pregunta Leoncia ¿qué pasará si la misma colapsa? Leoncia afirma que la comunidad desaparecería. Y esta no sería la única afectada, pues el impacto alcanzaría al río Maguá, de este pasaría al Yuna y, posteriormente, a Samaná. Por lo que debe considerarse la reubicación de los comunitarios con urgencia, concluyó.
Por su parte, el experto sociólogo y activista de derechos humanos de Haití, Nixon Boumba que trabaja porque no se concretice la explotación minera que cierne sobre Haití, afirmó que la minería está relacionada con el capitalismo de desastre y el neoliberalismo. Además, hizo un llamado a la cooperación entre ambas naciones. Afirmó que tanto República Dominicana como el país vecino deben aunar esfuerzos para luchar en contra de las transnacionales y la entrada y permanencia de las actividades extractivas. Concluyó que más que triángulo de la muerte, debe procurarse un triángulo de la vida.
En su intervención Maritza Ruíz, economista e investigadora del Observatorio de Políticas Públicas de la Universidad Autónoma de Santo Domingo (UASD), se refirió al aspecto económico de la industria minera en la República Dominicana. Destacó los minúsculos aportes de la Barrick Gold al país versus lo que la empresa se lleva. Se refirió al carácter confidencial que tiende a otorgar la empresa canadiense a algunas de sus informaciones a través de un análisis costo-beneficio: sus importaciones no son públicas y los beneficios más allá del salario no son detallados. Recordó que, en términos tributarios, la Barrick Gold, ha aportado un total de RD$138,584 millones de pesos de 2013 al 2022 y, pese a que paga cuatro impuestos entre los que se incluyen el de renta neta y el impuesto sobre la renta, este último es pagado por los trabajadores. Finalmente, afirmó que el gobierno no está manejando de manera adecuada la explotación de los recursos minerales metálicos y no metálicos por lo que debe implementar un mecanismo de control para la misma.
Finalmente, Fernando Peña, coordinador del Observatorio Dominicano de Políticas Públicas de la Universidad Autónoma de Santo Domingo (UASD), destacó la importancia geopolítica del territorio dominicano ante la comunidad internacional estableciendo una conexión con las actividades extractivas en el país. Se refirió a los riesgos de la minera de Pueblo Viejo y advirtió sobre la presencia de una nueva presa de cola, afirmando que afectaría a la vida de Santo Domingo y representaría un riesgo para las aguas del Ozama y para la biodiversidad. Catalogó a la expansión de la minería como una brutal ofensiva, al tiempo que realizó un llamado para que las voces se multipliquen en este aspecto. “La minería es una ofensiva de carácter mediático. Ha sembrado el terror y la angustia…”, afirmó, al tiempo que apeló a la reubicación de la minera ante los riesgos que representa para la comunidad, y de la extracción minera, en general, para la República Dominicana en su condición de estado insular.
La conducción y traducción del evento estuvo a cargo de Diana Martin de nacionalidad colombiana y de la organización canadiense MiningWatch, Euren Cuevas Medina director ejecutivo de INSAPROMA y Jan Morrill canadiense y la organización MiningWatch.
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