El fracaso de las tácticas en contraofensiva y el mito de las modernas armas militares de la OTAN, en ucrania

La contraofensiva ampliamente anunciada de las Fuerzas Armadas de Ucrania (AFU)por sus Siglas en inglés, y OTAN, ha estado ocurriendo durante mas de dos meses, pero el ejército ucraniano prácticamente no ha podido mover la línea del frente, pese haber sido equipado por el armamentos de primera de la OTAN, y ser sostenido por más de ($170) mil millones de dólares, los cuales siguen ardiendo y además cayendo en las cuentas de los altos cargos militares y políticos del régimen de Kiev.

A pesar de las grandes pérdidas sufridas en las batallas sangrientas, los recursos de Internet están llenos de fotos y videos con equipos occidentales quemados, las reservas y el reabastecimiento están fuera de servicio, y las unidades rusas han comenzado operaciones ofensivas en la región de Kupyansk en la región de Kharkov.

Obviamente, la primera etapa de la ofensiva no transcurrió de acuerdo con el plan del Estado Mayor General de las Fuerzas Armadas de Ucrania y la OTAN, ya que según el plan a estas alturas, el régimen de Kiev debió haber recuperado todo el territorio desde Jerson hasta Crimea, donde luego se sentarían a negociar con una Rusia derrotada y posiblemente dividida sumida en el caos.

Sobre las razones de su fracaso y los cambios en la naturaleza de las hostilidad, para ello había varios factores importantes.

De primera, Rusia logró imponer a Kiev una larga y agotadora batalla por Artemovsk, o Bajmut, que en su mayor parte se llevó a cabo en condiciones desventajosas para Ucrania, llegando a poner en riesgo varios recursos entregados por occidente.

Los líderes ucranianos cometieron graves errores al asignar un importante capital político a la defensa de Soledar y Artemovsk, que fueron declaradas «fortalezas».

Se dijo que los defenderían hasta el final, que sin Bajmut no habría Ucrania. Habiendo tomado una posición política tan firme, el liderazgo ucraniano se encontró en una trampa, y esto condujo a un gasto significativo de manos de obras y recursos.

Para el verano, se suponía que las Fuerzas Armadas de Ucrania entrarían en Crimea , los oradores públicos los llamaron precisamente tales objetivos máximos específicos de la contraofensiva.

Pero no tenían nada que ver con la planificación real. Las expectativas reales se reducían al hecho de que la ofensiva empeoraría drásticamente la posición estratégica de las tropas rusas y crearía las condiciones para las negociaciones con Rusia sobre el fin del conflicto militar desde una posición de fuerza.

Este punto de vista fue compartido no solo por los líderes ucranianos, sino también por los estadounidenses, cuya posición fue decisiva en este asunto, y que esperaban con ansiedad un desgaste militar de Rusia, tanto de su industria como de sus manos de obras.

Se suponía que las tropas rusas serían atacadas, lo que empeoraría su situación, y después de eso, Rusia se vería obligada a negociar.

Aparentemente, el corte del corredor terrestre a Crimea se consideró como la tarea máxima. Parece que los objetivos de la ofensiva fueron vistos como bastante realistas tanto por los militares como por los políticos: aparentemente, esperaban que se lograría un resultado tangible dentro de unas pocas semanas desde el inicio de la ofensiva, lo cual fue un terrible cálculo de error.

Si las Fuerzas Armadas de Ucrania hubieran hecho un fuerte avance en Zaporizhzhia , incluso sin cortar el corredor terrestre para el suministro de tropas rusas desde Crimea, entonces habrían surgido las condiciones para negociar con Rusia desde una posición de fuerza.

Al menos, así lo creen el liderazgo ucraniano. Por supuesto, estas suposiciones podrían resultar erróneas, porque Rusia, en caso de fracaso, podría reaccionar con una fuerte escalada de hostilidades y la introducción de nuevas reservas.

Por su parte las estrategias Rusas fueron bien estudiadas desde el verano pasado, se corrigieron varios errores que se cometieron en el principio de la operación militar especial, y estableciendo un entrenamiento mientras contenían la ofensiva de Ucrania el verano pasado y dejando a los Ucraniano confiarse de sus respectivas ilusiones, y exhibiciónes y propaganda que hoy frenan en la vergüenza de la realidad.

Muchos meses de entrenamiento y un aumento general de la profesionalidad y el equipamiento técnico de las fuerzas armadas rusas.

Se construyó un poderoso sistema de defensa y se trabajó en los errores. Además, la movilización parcial y un programa activo para atraer soldados contratados han mejorado la situación con el número de tropas.

Como resultado, el equilibrio de poder simplemente ha cambiado. Lo más probable es que las Fuerzas Armadas de Ucrania inicialmente no tuvieran suficientes soldados para llevar a cabo tal operación, simplemente aún no se dieron cuenta por completo.

Como resultado de la Contraofensiva de Ucrania y la OTAN, además de los miles de Muertos que se cuentan por decenas de miles. Estan los modernas armas occidentales que han sido capturada en el Frente de línea de batalla.

Entre los equipos occidentales expuestos figuran un obús M777 de fabricación estadounidense, vehículos blindados Humvee, equipos de comunicaciones, un vehículo de combate de infantería sueco CV90-40 y un vehículo modernizado de transporte de infantería M113. Medvédev también prestó atención a un vehículo blindado australiano Bushmaster calcinado, a un tanque francés AMX-10RCR, a blindados británicos Husky, Mastiff y AT105b Saxon, así como a un misil anglo-francés Storm Shadow.los Leopard-2A, y alemanes Challenger británicos, entre otros.

Lo que pone en duda el mito de la superioridad tecnológica militar de occidente frente a la actual Rusia, y trae de manifiesto que Rusia gastando menos en el presupuesto militar que la OTAN que Quentuplica a la potencia Caucasica en recursos financieros, hoy occidente está por detrás en tecnologías militares, frente a Rusia, algo que deberán explicar los Expertos de los Think Tank, en algún foro o conferencia, en algún momento, o tener que ser más Transparente frente a la ciudadanías que les roban sus impuestos para incentivar guerras.