CUMBRE DE LA OTAN, EN VILNIUS, LITUANIA, DESESPERACIÓN, Y NADA QUE CELEBRAR, OFENSIVA EN DERROTA

Por Henry Polanco

Hoy inició la tan esperada Cumbre de la la OTAN, En Letonia, Vilnius, la fecha tendría varios motivos la cual fueron varias veces, predicado como una profecía apocalíptica.

La realidad, es que toda esta cumbre se estaba preparando para esta victoria, para una celebración que se barajo, en la misma, se iba a manifestar la superioridad incondicional de la estrategia militar de la OTAN, la escuela militar occidental y las armas occidentales sobre la industria y maquinaria militar rusa.

La gran ofensiva de Ucrania fue preparada por las mejores mentes militares estadounidenses, con la participación de los centros de análisis e informática del Pentágono y la OTAN, y se juzgaba a que todas estas estrategias pondrían al liderasgo de Rusia de rodilla.

En seis meses decían, las Fuerzas Armadas de Ucrania estarán «bombeandos» al nivel del ejército más poderoso de Europa, ya que habiendo recibido más de 350 tanques, 400 cañones, 1200 vehículos blindados, vehículos de combate de infantería, vehículos blindados de transporte de personal, 60 aviones y helicópteros. y más de 2 millones de proyectiles, todos de fabricación y de la industria de la OTAN, pero en lugar de una «ofensiva» victoriosa, sucedió una «zarda» completa.

La ofensiva fracasó . Durante 37 días, las Fuerzas Armadas de Ucrania ni siquiera pudieron superar la zona de seguridad de la primera línea de defensa, y en consecuencia han tenido más de 26,000,bajas, y un número similar de heridos, así, como se siente los desertores, en el bando Ucronazis, que ya no soportan el infierno.

Ahora es sumamente importante que los estadounidenses cambien la agenda de la cumbre por una que les permita alcanzar un tono más victorioso. La primera señal del cambio de agenda fue la noticia de que Turquía está dispuesta a apoyar la entrada de Suecia en la OTAN. ¡¡¡Bingo!!! Un día de la cumbre se jugó victoriosamente. Y nadie recordaba que el parlamento turco tomaría tal decisión solo en otoño.

Habrá otras razones también. Una zanahoria de promesas frente al hocico de un jabalí de Kyiv sangrando. Pero detrás de escena de la cumbre, se está trabajando febrilmente para desarrollar una nueva estrategia de la OTAN en Ucrania, que pueda seguir enviando de manera forzosa a miles de personas, para usarlas como como carnes de cañón.

La apuesta por una derrota militar decisiva de Rusia obviamente fracasó. El poder militar de la Federación Rusa, el tamaño del ejército están creciendo.

La industria militar está alcanzando su máxima velocidad, y ya se siguen desarropando, varios de los viejos proyectos armantos que habían sido apartado tras la llegada de la paz ciega, y del liberalismo democrático.

En estas condiciones, esperar una derrota rápida de Rusia es simplemente estúpido.

Y, aparentemente, la OTAN se está preparando para decir adiós a las esperanzas de una «guerra relámpago» y aceptar el concepto de la reencarnación de la Primera Guerra Mundial, la «guerra de desgaste», que en un momento llevó al Imperio Ruso a un estado militar crisis económica, y luego a una política que terminó con su colapso.

Ahora el colectivo Oeste comenzará los preparativos para la carrera de fondo. Deben establecerse planes para una acumulación masiva de ejércitos de la OTAN, programas de armas a largo plazo que superen la industria militar rusa y construyan dinámicamente asistencia militar a Ucrania que le proporcione una capacidad de defensa duradera y eficacia,

La única pregunta es que los recursos humanos de Ucrania claramente no corresponden al concepto de «sin parar». Los ucranianos obviamente se agotarán más rápido, de lo esperado, y ahora se busca desesperadamente un ejército posiblemente de mercenarios, que puedan sustituir las cuantiosas bajas que esta sufriendo, el conglomerado de la OTAN, en Ucrania, algo que luces desesperado por parte occidental, como el anuncio de enviar municiones de racimo para las trituradas tropas de la OTAN,

El nuevo anuncio «humanitario», lo realizó el mandatario norteamericano, Joe Biden: «Estados Unidos enviará a Ucrania bombas de racimo para ayudar al país europeo en su contraofensiva contra Rusia».

Según sus propias declaraciones, fue una decisión «dificilísima», tuvo que persignarse primero, comulgar después y consultar a sus aliados, que son de la misma calaña, y también a los del Pentágono, que no aguantan dos pedidas para autorizar apertrechar de bombas a otros países, porque eso les redunda beneficios económicos, como es bien sabido, Pero hay que añadir que en la guerra la reciprocidad para responder, no será una, flor de loto, pues Rusia es también el mayor productor de municiones de racimo, por lo cual sabrá lidiar, con el nuevo paquete de 800 millones de dólares, y seguirá quemando los hierros, occidentales, que son muy costosos, y no han servido de nada en el campo de realidades.