Los declives de los imperios
Opinión Henry Polanco
De acuerdo con James Petra, el gran sociólogo y escritor Norteamericano, sería necesario, Fundamentalmente para comprender el mundo contemporáneo hay tres conceptos que están relacionados entre sí: Estado imperial, Imperialismo e Imperio, los cuales están relacionados con la dinámica de la acumulación de poder, a escala mundial, la necesidad de disponer de grandes concentraciones de capital en grandes unidades económicas para extenderse por todo el mundo, se basa en la hipótesis de que ellos pueden ir al exterior y pueden encontrar territorios seguros y lucrativos y fuerza de trabajo para explotar.
La reubicación de riquezas naturales para mantener y sustentar un poder, implica la explotación de fondo de los diferentes tipos de esos recursos naturales sobre el componente humano que sé encuentran relacionados, utilizando herramientas de comunicación, tecnología, y Fuerza militar sobré el territorio de origen.
La historia es la historia, las experiencias deben enseñar y la dialéctica nos dice que no solo se requiere de la razón para triunfar, precisamente se aprende de todos y cada uno de los imperios o fuerzas dominantes, la diferencia digamos, contemporánea, está en el uso de la tecnología, efectivamente es este el desiderátum obligado para comprender la conducta inconfesable de la oligarquías mundial que trasciende a través de las grandes corporaciones.
De todas las civilizaciones antiguas, ninguna llegó a acumular el poder imperial de Roma, ya que algunas sé quedaron en el Anhelos de sus gobernantes, Nabucodonosor conquistó varios pueblos, pero no pudo someterlos, los mismos que los reyes Persas, Darío primero y segundo, pero, fueron rechazados por griegos y macedonios, El imperio mundial de Alejandro él grande es la expresión más efectiva, que sería luego imitada por los generales Romanos.
Sin embargo es Roma la que nos revela por seis siglos consecutivo las raíces verdaderas dé un Imperio, y dé una política imperial de la edad antigua.
La caída de Roma aconteció luego de un largo proceso de declive político y militar en el Imperio Romano. Diversos historiadores indican como año definitivo de la caída el 476 d.C., momento en el que Odoacro, líder de una coalición de tribus germánicas, derrocó al joven emperador Rómulo Augústulo y se proclamó rey de Italia.
El Imperio Romano sin embargo, no cayó de un día para otro. Su decadencia se había extendido desde el siglo III d.C. debido tanto a pugnas políticas internas como a la amenaza que representaban los pueblos bárbaros que lo acechaban en sus fronteras.
Los intereses personales de senadores y militares, o el propio comportamiento derrochador de los emperadores, en múltiples oportunidades perjudicaron la administración imperial.
La corrupción y la falta de adhesión a una voluntad común que dejaron mal preparado al imperio Romano, para defenderse de las invasiones que sufrió en el siglo V. por falta de una identidad de pertenencia Real, ya Europa no se concebia como Roma.
Es de suma importancia tener una referencia histórica de los imperios, que tiene una máxima que al final se deterioran y luego se vienen abajo y luego caen.
El Imperio Romano también perdía autoridad cuando sus generales en las provincias, constituidos en sátrapas, reprimían a los pueblos sometidos y pretendían imponerse como emperadores.
Tales circunstancias producían conflictos civiles ya el ejército perdía su unidad de propósito. Aún más, las legiones integraron a mercenarios de pueblos germánicos en las décadas finales del imperio, cosa que desgastó la fidelidad a Roma hasta su caída, algo muy común a las prácticas político militar utilizadas en el presente por gran potencia mundial Norteamericana.
Los eventos que marcaron a través de la historia el declive de los imperios son coincidentes. Nadie puede esperar que un Imperio se derrumbe sin estremecer la historia, mucho menos cuando ese Imperio ha concentrado la economía y el poder militar de un modo sin precedentes, en un mundo casi globalizado.
Estados Unidos, como cabeza del imperial del modelo sistema capitalista, ha logrado concentrar la economía mundial, construir la más poderosa fuerza militar, dominar los más grandes organismos de integración que se conocen como multilaterales, solo de palabras y a su vez ha condensado el poder de las corporaciones mediáticas cada vez más cartelizadas a su favor.
Pero a pesar de lo afirmado no se niega la crisis que vive actualmente el imperio estadounidenses, James Petras, en su artículo «Cinco mitos y realidades del imperio estadounidense», en su mito número dos dice: «El imperio estadounidense se ha extendido con éxito debido a sus actividades militares, guerras, invasiones y equipos especiales para realizar asesinatos», señalando.»
En realidad, las guerras e intervenciones militares de EEUU han sido las armas menos apropiadas para construir un imperio, o para destruir uno ya construido.
El imperialismo, que se conduce desde la casa blanca, Es un poder monstruosamente consolidado en cuarenta y cinco años, de postguerra en un mundo bipolar y en más de tres décadas transcurridas de unipolarismo, hecho a su medida.
Donde todo lo deciden el policía del mundo, el actual imperio ha logrado tanto poder sobre el resto de la humanidad, que tal vez sin lugar a dudas, es la diferencia con otros imperios anteriores, el poder que tiene actualmente es casi ilimitado, el poder que se dirige desde la Casa Blanca.
Estados Unidos y su ejército imperialista, la OTAN, están llevando al mundo entero a una guerra sin fin para defender el logro histórico de haber conseguido sostener durante tres décadas ese mundo dominado por él, en la que todos los pueblos, hasta los suyos, son víctimas potenciales de sus ataques multidimensionales y «público objetivo» de sus operaciones psicológicas y comunicacionales.
El imperio que domina al mundo de hoy, es victimario de sus propios estúpidos aliados caso Notorio Público y Comunicacional, es Ucrania, la primera víctima de la confrontación militar de la guerra de Occidente en contra del pueblo ruso, y dónde el derroche sin fin, pone dé relieve el Declive inminente del poder de la potencia unipolar de los últimos treinta años, desde que triunfó la Guerra fría y sé consolido como el Consenso de Washington.
La invasión de Ucrania, como la desastrosa salida de Afganistán, refleja cómo el poder de Washington, en el mundo ha quedado cuestionado como no lo ha estado en décadas, pese a que en el medio informativo dé las grandes cadenas se trata de transmitir otro enfoque y otras hipótesis.
Deja un comentario