Políticos luego de la campaña, sin culo, sin tetas ni ojos azules…
Opinión Albana Cristina Ceberio
En su mayoría, malos oradores que instruidos a fuerza de repetición, aprenden a recitar con esmero, hermosas frases de honor, plegarias de prosperidad, justicia social y derechos del pueblo que, ocupando durante años, cargos en el estado, jamás habían notado. Hablan tan bonito que feos como son, enamoran a cualquiera.
Como la novia que sólo se ha visto siempre vestida con sus mejores galas hasta la noche de bodas y va dejando en el sillón el corpiño armado, el calzón con relleno, la prótesis dental en la mesa de luz y los falsos ojos azules y … Ufff!!!!! mi madre, vaya apagando la luz mi hermano que pa’ el divorcio es muy temprano.
Prometer es fácil, como si ningún político supiera lo que es tener un hijo, velar por su presente, por su dignidad, por su futuro. Hablan como si por sus venas corriera sangre de estadistas, pero si así fuera, al menos en un mínimo porcentaje, nuestra América Latina sería potencia en el mundo.
Y es que no nos falta nada. Tenemos recursos naturales extraordinarios, recursos humanos con gran potencial, recursos tecnológicos que podemos desarrollar y adquirir, pero nos sobran mentirosos, delincuentes, malos hijos de esta bendita tierra, que en nombre de valores que nunca conocieron juran que harán lo que jamás pensaron siquiera cómo hacer.
La pregunta es, por qué siempre la misma decadencia política en el poder? Acaso no hay más de dónde elegir o son demasiados los que creen en su cuento de ensueño y viven el resto de su vida a oscuras para no ver la falsedad que eligieron?
Muchos países Latinoamericanos tienen en pocos meses la posibilidad de dar un fin a esta historia de mentiras, pobreza y agobio. Empezando por Colombia que en Marzo va por las Legislativas.
El pueblo colombiano tiene la oportunidad de marcar una diferencia sustancial en la región, de abrir los ojos antes de votar, de cerrar los oídos a discursos demagógicos, con palabras rebuscadas y frases elegantes, vacías de verdad, huecas y sin moral, sólo para quedar bien con Dios y el diablo y ganar adeptos que en lugar de pensar, se dejen llevar por promesas de amor eterno.
En uno de los últimos debates escuchaba a un candidato a la presidencia de Colombia, hablando del aborto. Decía algo tan claro y contundente como: mi partido está en contra del aborto, pero no debemos criminalizar a la mujer, debemos empoderarlas para evitar este tipo de cosas. Es decir, estoy medio de acuerdo, pero en desacuerdo, que si usted está en duda, también lo apoyo. Qué?????
Ya me imagino a una mujer a punto de ser violada diciendo, mi presidente me ha empoderado, por lo que debe usted, dar un paso atrás señor y déjeme pasar sin tocar ni un solo cabello de mi humanidad.
Amo, cómo responden los candidatos cuando luego de recitar su brillante idea, no saben cómo ponerla en práctica. “EMPODERAR A LA MUJER”, como solución al aborto. INTERESANTE ….
Meses atrás, en el mismo país no se pudieron poner de acuerdo en dialogar y negociar en el Parlamento, el proyecto para aumentar la carga horaria de trabajo y reducir sus privilegios. Esos mismos, los de alta moral que van por la calle mirando por sobre el hombro, pero en época de elecciones, sin permiso alguno, van palmeando espaldas como si uno esperara tan noble acto de gentileza.
Obras de infraestructura, de esas que no se ven a simple vista, pero son esenciales para la salud y la vida. Cloacas, agua potable, etc. Sin embargo, embellecer la plaza del pueblo, pintar el cordón cuneta, poner florcitas en los canteros públicos, eso sí se ve. “Obras faraónicas” para mostrar, especialmente cerca de las elecciones, cómo el gobierno no se guardó nada y, … claro que valió la pena votarlos. Total, para qué queremos más escuelas, mayor equidad, mejor servicio de transporte público, más cantidad de fuentes de trabajo de calidad, mayor seguridad … Que loco exigir cosas así a gente que ni siquiera tiene la decencia de dar el ejemplo renunciando a privilegios que, por definición, son inherentes a una élite, aunque se llenen la boca hablando del pueblo.
Falsedad, hipocresía, desvergüenza. A los hechos me remito. Hagamos una lista, no importa en qué país te encuentres, de los proyectos prometidos que luego de varios periodos aún continúan en la etapa “proyecto”.
Dicen que el camino al infierno está empedrado de buenas intenciones. Charlatanes, demagogos, inútiles. Al que no le quede el sombrero, que comience a demostrarlo, ésta puede ser la última oportunidad de hacerlo.
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