El poder de las encuestas en República Dominicana
Henry Polanco Lic. en Derecho y Maestría en derecho Internacional y Ciencias Políticas
Por Henry Polanco
De ciencias ciertas es bien sabido que la opinión pública es permeable a los sondeos de encuestas de opinión, por ello en muchos países se ha puesto coto a la reproducción de dicha información variando, según cada país, entre una o dos semanas previas a la cita electoral.
Es enteramente paradójico, la teoría de que el voto, por lo general, termina de definirse en las dos semanas previas a las elecciones suele restar fiabilidad a priori -o al menos obliga a matizar– a las tendencias esbozadas en las distintas encuestas.
Las formas más comunes en las que se influye en el electorado son a modo de profecía autocumplida, es decir una predicción que, una vez hecha, es en sí misma la causa de que se haga realidad.
El mejor ejemplo en este sentido es el hecho de que liderar las encuestas otorga un plus sobre su competencia, ya que ser percibido como posible ganador es un elemento fundamental en una elección de voto estratégico.
Sin embargo, no es la única. Las encuestas son capaces de incidir en el comportamiento del electorado a partir de la difusión de escenarios electorales, en los cuales el “voto útil” se vuelve clave para interpretar el resultado final.
Caso a caso, los “errores” en los resultados de las encuestas reiteran que algo no funciona del todo bien en las metodologías, y así han sido el comportamiento de encuestadoras en diversos países donde los resultados no han coincidido con el resultado final, incluyendo el propio Estados Unidos, donde Trump ganó, aunque no era el favorito en las prestigiosas encuestas, y los fines de las mismas.
En República Dominicana ese no es y no será el caso las encuestas en República Dominicana que trabajan con actores políticos importantes sólo hacen un rol rutinario de posicionamiento de los candidatos, pero no importa el acertijo final.
Mientras que las encuestas que trabajan con el empresariado o poder detrás del trono son las que más se perfilan en el acertijo final. Esas firmas ya han hablado y los empresarios no son locos para poner los datos que no manejan, de no existir un caso de fuerza mayor, los sectores del poder decidieron salir del PLD, razones habrá de sobra después de 16 años dirigiendo los destinos del país.
Y si agregamos la tradicional línea de los Estados Unidos que no le gustan que un partido político se perpetúe en el poder, aunque esté no represente una amenaza a sus intereses geopolíticos,
Es perceptible que ya la maquinaria mora que llegó en la misma circunstancia en el 2004. Hoy tiene que dejar el gobierno en manos de quienes desalojo del poder en aquel momento histórico.
Hoy con una crisis económica que no es la financiera, Sino sanitaria pero que no influyo para nada en el destino que ya venía padeciendo por desgaste político y moral el Partido de la Liberación Dominicana (PLD)
Las encuestas de los sectores de poder de la República Dominicana son la realidad política que viviremos el próximo 5 de Julio del 2020, y donde el interés que están en juego no es quien gane, sino quien garantiza mejor los intereses políticos económicos que el PLD ya no puede garantizar por las corporaciones económicas que no tienen ganancias en el mercado dependencia gubernamental.
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