Quien puede y debe llamarse politólogo?.

Por Nelson Reyes Estrella
El politólogo es el profesional de la ciencia política. Esta ciencia es la que tiene como objeto el estudio del poder, es decir, el Estado. A través de métodos y técnicas de investigación, el politólogo estudia, en términos concretos, los sistemas de gobierno, las instituciones políticas, incluidos los partidos; de igual manera, los procesos electorales, los sistemas políticos, la participación ciudadana y las relaciones entre Estados con otros Estados o con los actores y sujetos internacionales, entre otros temas.
La ciencia política busca comprender y explicar el funcionamiento del poder y la política en la sociedad, con base en métodos científicos, que por lo general son los mismos que utilizan todas las ciencias sociales. Pero el hecho de poder explicar y comprender en cierto contexto el funcionamiento del poder no lo hace politólogo.
El politólogo cumple diversas funciones fundamentales para comprender y mejorar el funcionamiento de la sociedad. Entre sus principales tareas se encuentran analizar cómo se organiza y ejerce el poder, estudiar y comparar distintos regímenes políticos como monarquías-tiranías, aristocracias-oligarquías, democracias-oclocracias, entre otras denominaciones en que se ha tipificado el ejercicio del poder.
El profesional de la ciencia política investiga el comportamiento electoral y la opinión pública desde una perspectiva política, electoral y gubernamental. Además, evalúa políticas públicas y propone soluciones a problemas políticos e institucionales. Su formación también le permite desempeñarse como asesor político, analista, docente, investigador o consultor en distintas áreas vinculadas al quehacer político y social.
Gracias a esta versatilidad, el politólogo puede ejercer su profesión en múltiples campos. Entre ellos destacan las universidades y centros de investigación, los gobiernos y organismos internacionales, los partidos políticos y campañas electorales, así como las organizaciones no gubernamentales. También puede trabajar como analista en los medios de comunicación, en consultorías para empresas públicas y privadas, aportando análisis estratégicos, evaluaciones de contexto político y diseño de políticas públicas.
El título de politólogo
Como en la mayoría de carreras, el título de politólogo corresponde a quien ha cursado y egresado de una licenciatura en Ciencias Políticas (o en algunos países, en Ciencia Política). Es una profesión de grado, y no se adquiere simplemente con una especialidad o maestría como se viene posicionando en los últimos años a través de los medios de comunicación y del proceso de mercantilización de las mismas universidades.
Un profesional que estudia una maestría en Ciencia Política, por ejemplo, un abogado, sociólogo, economista, médico, periodista o cualquier otro profesional, tiene conocimiento profesionalizante de la especialidad que ha realizado, pero no es un politólogo. Su base profesional sigue siendo su carrera base; este no se convierte automáticamente en politólogo, porque su formación de base pertenece a otra disciplina.
El politólogo es quien ha recibido una formación integral y sistemática en teoría política, sistemas de gobierno, análisis político, relaciones internacionales, políticas públicas, comportamiento electoral, etc.
Por eso, decir que alguien es politólogo implica que su formación universitaria de base está centrada en la ciencia política como disciplina principal, no solo como un campo de especialización.
No importa si quien incurre en la usurpación posee mayor profundidad de conocimiento o dominio que un politólogo —o incluso que todos los politólogos—, eso no le convierte en uno. Para ser politólogo, es necesario cursar la carrera correspondiente en una universidad o, conforme a una normativa establecida, validar sus competencias profesionales y ser certificado como tal. Este proceso debería estar a cargo de una entidad gestionada por politólogos, bajo la autoridad del Estado y conforme a las directrices definidas por el poder legislativo.
En la carrera de Ciencias Políticas no se puede permitir que ocurra igual que en el periodismo, donde todo el que comunica se confunde con el periodista. En el caso del periodismo es alarmante, porque quienes se confunden con el profesional del periodismo en la mayoría de las veces no alcanzan un estudio especializado en el área y, a veces, ni el nivel de grado; se han agrupado todos en “genera-logo, comunicadores”.
Política pública para el ejercicio profesional.
En la República Dominicana se debe crear una política pública estricta para implantar el respeto a todos los profesionales. Por ejemplo, nadie ejerce el derecho o la medicina si no tiene un exequátur, mucho menos llamarse médico o abogado. Ese es un ejemplo de lo que debe ocurrir con todas las carreras, y esto permitirá la dignidad de los profesionales que dedican, por lo general, 4 años para profesionalizarse, y resulta que, muchas veces, sus espacios de trabajo son ocupados por otros tipos de profesionales.
En el caso del politólogo, es importante crear un Colegio del Politólogo que permita la actualización como profesional, defender la carrera que estudia el Estado y las relaciones de poder, y de esta manera defender los espacios de trabajo que le corresponden a los politólogos.
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