“Un año de impunidad: Familia clama justicia por la muerte de Carlos Flores, mientras denuncian en el INACIF pruebas desaparecen”.

En medio de mucha tristeza e impotencia, la periodista Maura Flores clama por justicia para su padre.
Santo Domingo, R.D. — El 8 de mayo de 2024, a las 8:13 de la mañana, la vida de una familia cambió para siempre. En la calle Barney Morgan, antigua Central, entre las calles 10 y 12 del Ensanche Espaillat, un trágico accidente cobró la vida de un hombre cuando fue embestido por una pasola negra conducida por Jeffry Núñez King.
Según testigos y familiares, el conductor arrastró a la víctima, provocándole una fractura cervical con la misma motocicleta. Antes de caer al suelo, Flores vomitó sangre y se desangró por boca, nariz y oídos. Jeffry, lejos de auxiliarlo, huyó del lugar, se bañó, fue a trabajar y confesó a su madre que había atropellado a un anciano y creía haberlo matado.
Esa misma tarde, vecinos y conocidos de la víctima acudieron a la familia para ofrecer condolencias y colaborar con videos del incidente. Jeffry fue identificado y se entregó a las autoridades, pero según los familiares, fue recibido en la DIGESETT en un ambiente de burla y camaradería.
El 9 de mayo, el padre del acusado visitó el lugar del accidente para revisar las cámaras de seguridad. Posteriormente, varios testigos que inicialmente ofrecieron su ayuda se retractaron, presuntamente por temor. Solo dos videos fueron recuperados, y uno de los testigos pidió no ser mencionado.
Según narran los familiares, durante la primera audiencia, celebrada el 10 de mayo, Jeffry se mostró sonriente. La indignación creció cuando el juez le impuso solo presentación periódica y garantía económica, sin exigirle presupuesto, carta de trabajo, ni arraigo. “A las afueras del tribunal, empleados de una estación de combustible cercana comentaron a los familiares que existe una “mafia” dentro de la institución judicial”.

“¿Dónde Están los Videos? La Prueba Clave que Desapareció del INACIF”
El proceso ha estado plagado de irregularidades: documentos faltantes en el expediente, videos que no aparecen en el INACIF, y una aparente protección a Jeffry por sus vínculos familiares con personas influyentes. Además, se supo que seis meses antes del hecho, Jeffry había dejado a otra persona con secuelas psicomotoras tras otro accidente, y hay otras víctimas que temen hablar por temor a represalia de la familia.
Maura Flore, hija del fallecido y periodista de profesión, después de un año luchando en por justicia dijo: “Estoy agotada emocionalmente, indignada y frustrada. No solo perdí a mi padre de la forma más cruel, sino que he tenido que enfrentar un sistema que protege al agresor y desaparece pruebas, expresó entre lágrimas. “No quiero venganza, quiero justicia. Y la justicia no puede depender de influencias ni de apellidos.”
“Encubrimiento Oficial: La Tragedia que el Sistema Quiere Silenciar”
A un año del fallecimiento, el juicio de fondo continúa sin avances significativos. La familia del acusado, con supuestas conexiones en el gobierno, ha obstaculizado el proceso. Abogados consultados afirman que el caso amerita al menos cinco años de prisión, ya que Jeffry conducía sin casco, sin licencia y huyó del lugar.
Mientras Carlos flores yace en la tumba, su familia clama por una justicia que no acaba de llegar y que apuesta al cansancio y a la desaparición de pruebas para proteger al victimario.
Su Familia se pregunta “¿Cómo es posible que una jueza deje en libertad a alguien sin garantías, sin arraigo, y con antecedentes?”, se preguntan su familia.
El juicio se lleva a cabo en la sede de la DIGESETT en la avenida Expreso V Centenario, donde, según denuncian, ya conocen al acusado por su reincidencia en otros casos.
Deja un comentario