Desde mi rincón…

Opinión Juan Carlos Bisonó
Vivimos tiempos complejos, donde las emociones desbordadas y los intereses individuales a menudo eclipsan la razón, el respeto y la empatía. En medio de este panorama, es urgente hacer una pausa, reflexionar y volver a lo esencial: la buena comunicación entre los seres humanos.
El respeto no es un lujo ni una opción; es el pilar que sostiene cualquier sociedad que aspire a vivir en paz. Sin respeto, la palabra se degrada, el diálogo se rompe y las decisiones se tornan impulsivas, irracionales y, en no pocos casos, violentas.
No podemos seguir normalizando los gritos por encima de los argumentos, ni la imposición por encima del consenso. No podemos seguir permitiendo que la beligerancia sustituya la sensatez. Necesitamos hablar, pero sobre todo, necesitamos escucharnos.
Hoy más que nunca, debemos recordar que cada acción, cada palabra y cada silencio tiene un impacto. Que ser empáticos no es mostrarse débil, sino ser valientes desde la comprensión. Que construir juntos es más difícil que dividir, pero infinitamente más valioso.
Hago un llamado firme a parar la irracionalidad, a rechazar la violencia física o verbal, y a reencontrarnos en el lenguaje de la razón, el respeto y los mejores intereses de la sociedad. Solo así podremos levantar una comunidad verdaderamente humana, donde las diferencias se abracen con madurez y los desacuerdos se procesen con dignidad.
Que la palabra vuelva a ser puente, no barrera, y que el respeto sea guía, no excepción.
Feliz y bendecido fin de semana.
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