Repudian presencia de Anthony Blinken en Haití y República Dominicana
En una visita de corte imperial, destinada a apretar las garras de la recolonización y el saqueo, llega a nuestra isla, el secretario de Estado estadounidense, Anthony Blinken. Entra por la República de Haití y luego se trasladará a República Dominicana.
En Haití, se reunirá principalmente con el presidente del Consejo Presidencial de Transición (CPT), como así también con el primer ministro impuesto, Gary Conille, y con otros personajes de la fauna económica y política de Haití que suelen arrodillarse ante cualquier representante del imperialismo. También bajará órdenes a la misión de Kenia, la cual cumple el papel de sabueso policial.
Su injerencista visita no aportará nada bueno al pueblo haitiano como tampoco al pueblo dominicano. Más bien, tratará de consolidar el dominio neocolonial impuesto en Haití desde la primera ocupación militar estadounidense (1915-1934) y en República Dominicana (1916-1924). De hecho, su misión no puede ser otra que la de proteger los intereses del imperialismo en Haití y la de la pequeña élite repugnante haitiana. Lo mismo hará en República Dominicana.
El glorioso pueblo de la gran Revolución Negra de 1804, el de la República de Haití, hoy está ocupado, para controlar sus riquezas, tales como oro, tierras raras, entre otras, además de lo que representa el dominio geopolítico de la isla. Y República Dominicana, gobernada por Luis Abinader, es tutelada por el Comando Sur, USAID, DEA, FBI y la armada norteamericana controlando el puerto de Manzanillo. Lo que comprueba la existencia de dos gobiernos neocoloniales.
Cabe recordar que, a escala mundial, Estados Unidos y la OTAN están imponiendo sus capítulos de guerra global híbrida en varios lugares del planeta, con sanciones y bloqueos. Estas barbaridades son evidentes, por ejemplo, a través del genocidio en curso en Gaza, de varias formas de agresión contra otros países de Medio Oriente, en Ucrania, así como contra países con gobiernos populares, como Venezuela, Cuba, Nicaragua, Bolivia y Honduras.
Por tanto, las organizaciones populares haitianas y dominicanas abajo firmantes, expresamos nuestro total repudio a la presencia de Blinken en nuestra isla.
Además, no podemos olvidar que Haití ha sufrido desde 1994 más de una decena de intervenciones internacionales disfrazadas mediante distintos nombres. Sin lugar a dudas, fueron promovidas, fundamentalmente, por el imperialismo yanqui. Y todas han contribuido a la destrucción del país, transformándolo en los últimos años en un escenario trágico para la vida de la inmensa mayoría del pueblo haitiano.
También es menester recordar las resistencias tanto del pueblo haitiano como del dominicano en contra de estos atropellos. Páginas gloriosas de unidad entre ambos pueblos fueron escritas, cuando, por ejemplo, en 1965 la República Dominicana fuera invadida por el imperialismo yanqui, donde varios patriotas haitianos derramaron su sangre al igual que muchos patriotas dominicanos en defensa de la soberanía de la isla que es nuestra y no debe ser de nadie más..
Así, con todas nuestras fuerzas y convicciones antiimperialistas, en el espíritu de los gloriosos combatientes en contra de las primeras intervenciones militares en la isla, el haitiano Charlemagne Péralte y el dominicano, Liborio Mateo
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