Salones de belleza y su posible contribución con el cáncer.
Por HUMBERTO CONTRERAS VIDAL
Las siguientes líneas tienen el propósito de alertar, reducir o eliminar las exposiciones innecesarias a sustancias químicas que pueden llegar a ser peligrosas para la salud.
Cánceres más comunes y sustancias utilizadas en los salones de belleza.
En la República Dominicana los dos cánceres más comunes que afectan a las mujeres son los cánceres de mamas (tetas) y los del útero (hueco en las mujeres donde se desarrolla el ser humano en los primeros 9 meses). En los hombres el cáncer más común es el que afecta la próstata (parte del hombre donde se produce el líquido blanquecino que facilita que una mujer quede embarazada). Es curioso que, tanto en el hombre como en la mujer, el cáncer más común está asociado a los órganos reproductores masculino y femenino.
Muchos de los productos utilizados en los salones de belleza son compuestos orgánicos tales como: alcoholes, ácidos carboxílicos, aminas, proteínas, aldehídos, cetonas y otros compuestos incluyendo algunos aromáticos. Y también, compuestos inorgánicos como el peróxido de hidrógeno (agua oxigenada) e hidróxidos de amonio (amoníaco), de sodio y de calcio…entre otros.
Estos y muchos otros compuestos son mezclados, y con algunas reacciones químicas incluidas, permiten producir los alisados, desrizados, tintes, acondicionadores y todos los productos que son utilizados para embellecer a quienes asisten a los salones de belleza.
El uso del formaldehído en productos de belleza ha sido asociado con el cáncer de endometrio. Esto ha traído preocupación en parte de la sociedad dominicana. Por tal razón, se ha visitado un supermercado en Santiago de los Caballeros. Se han observado un total de 7 alisados y en ninguno apareció, según sus etiquetas, que contenían ni formaldehído ni parabenos. Los parabenos son sustancias químicas de las cuales se dice que son menos tóxicas que el formaldehído, pero también están asociadas a cánceres de mama.
Se aclara que sí se encontró una queratina, que es una proteína, la cual indicaba que tenía añadido metilparabeno. Los parabenos se agregan a los productos químicos porque son excelentes conservantes (alargan la vida útil del producto).
Hay que separar el cáncer de endometrio del cáncer del cuello uterino.
Si bien es cierto que el uso de formaldehído está clasificado como cancerígeno, hay que tomar en cuenta que el mecanismo de acción del mismo tiende a modificar los procesos hormonales. La alteración de las hormonas se ha asociado como una de las causantes del cáncer de endometrio. Por esa razón, es correcto asociar la presencia del formaldehído en productos cosméticos con el cáncer de endometrio.
Sin embargo, en la República Dominicana se llevan estadísticas de los cánceres diagnosticados, y en la mayoría de documentos públicos, por no decir todos, los cánceres reportados son los de cuello uterino.
La causa más conocida y que está asociada al cáncer de cuello uterino es el virus del papiloma humano. Por esa razón, los profesionales e instituciones estatales que llevan estas estadísticas deberán discriminar con urgencia entre los cánceres de endometrio y los cánceres de cuello uterino.
Es muy importante hacer esta separación debido a que en la actualidad será muy difícil establecer una relación directa entre un tipo de sustancia química con cáncer específico.
Se aprovecha para hacer un llamado a investigadores del área y a los Ministerios de Educación Superior de Ciencia y Tecnología (MESCyT) y de Salud Pública (MSP) para que destinen personal humano y recursos económicos a investigaciones que relacionen enfermedades de salud pública con la composición química de los productos que se consumen en la República Dominicana.
Los profesionales de la química de la República Dominicana están en disposición para involucrarse en este tipo de investigaciones. Y el país, cuenta con la infraestructura tecnológica mínima para que se tenga un mayor control de los productos que consumen los dominicanos.
Recomendaciones finales.
En nuestra opinión, no debería existir grandes preocupaciones por la composición química de los productos cosméticos que se están utilizando en nuestros salones de belleza. Y sí, deberíamos preocuparnos por la composición química de los alimentos industrializados que estamos consumiendo. Ya que la alteración hormonal tiene mayor relación con la obesidad. En consecuencia, el cáncer de endometrio podría tener mayor relación con lo que comemos que con los productos cosméticos.
Además, es muy probable que las costumbres laborales y los espacios físicos donde funcionan los salones de belleza provoquen que las sustancias químicas se tornen peligrosas para la salud mientras mejoran la belleza.
Muchas de las sustancias señaladas son disolventes orgánicos muy volátiles. Esto significa que se evaporan rápidamente y ocupan todo el espacio del salón. Aunque una persona esté separada de otra mientras le lavan la cabeza, esa persona se entera cuando a otra le están pintando las uñas o le están quitando el esmalte. Los fuertes olores de la acetona y compuestos aromáticos que forman el esmalte de uñas se detectan por el olfato en cualquier parte del salón de belleza.
De aquí que, quizás, los vapores que se producen en el salón de belleza, afectan con mayor gravedad a quienes laboran en el salón que a las propias personas que van a procurar el servicio.
Por tal razón, es recomendable que en los salones se coloquen extractores de vapores para mantener lo más limpio posible la atmósfera que se respira. Asimismo, seguir las instrucciones de los productos que vienen en las etiquetas y no dejarse llevar de la experiencia que se tiene. Utilizar mascarillas, lentes de protección para la vista y guantes en ambas manos siempre que se trabaje con productos cosméticos.
En general, conociendo las sustancias químicas de los productos que consumimos, elevamos nuestros conocimientos científicos y aseguramos una sociedad dominicana más culta y segura.
El autor es doctor en ciencias químicas, residente en Santiago de los Caballeros.
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