Los esclavos modernos
Por Lic. Euren Cuevas Medina
Para desarrollar este artículo se tiene como referencia la frase célebre del filósofo Ruso Fiodor Dostoyevski que dijo «La mejor manera de evitar que un prisionero escape es asegurarse de que nunca crea que está en prisión». Está frase encierra una profundidad tan honda que se traduce en el orden económico, político, social, cultural y educativo de América Latina y el Caribe, la región más desigual del planeta y con unas leyes sobre la igualdad que parecen un sueño.
La humanidad después de la declaración universal de los derechos del hombre y del ciudadano de 1789 y entrado el siglo xx, se ha manejado con un sistema democrático, caracterizado por la división de los poderes, tal como lo plantea el Varón de Montesquieu en su obra el espíritu de las leyes, el Estado conformado por el Poder Legislativo, el Poder Ejecutivo y el Poder Judicial. Estos tres poderes están diseñados para ser totalmente independientes entre con la obligación de colaborarse entre sí dentro de lo que establece el mandato jurídico.
Estos poderes están dirigidos por representantes del pueblo que reciben poderes o mandatos de los ciudadanos para que los representen en la administración de la cosa pública, como son las recaudaciones fiscales, el aprovechamiento de los recursos naturales, con el objetivo de que con las recaudaciones que aportan los ciudadanos o personas, esté garantizada la seguridad, la educación, la salud, la economía colectiva e individual, en fin, que se les garantice al soberano bienestar colectivo e individual.
Para lograr bienestar colectivo e individual, se elaboran instrumentos jurídicos, como la Constitución y las leyes que dicen que todos somos iguales en derechos y obligaciones, que todos tenemos las mismas oportunidades y que los recursos naturales son un patrimonio común de la Nación, de manera que son del pueblo.
Todo lo que dicen la Constitución y las leyes suena muy bonito, pero lamentablemente el contenido de esos instrumentos jurídicos está muy divorciado de la realidad, iniciamos por lo más importante de un país, la educación que, ciertamente es la piedra angular del progreso de los pueblos, voy a tomar de referencia la República Dominicana, que es un caso muy penoso desde el punto vista educativo.
Hasta hace poco tiempo, el presupuesto educativo público de la República Dominicana era el más bajo de la región, aunque teníamos una ley que ordenaba desde hacía más de 20 años, que se debía aplicar el 4% para la educación del producto bruto interno y producto de grandes protestas y exigencias del dueño de los recursos, como es el soberano, el pueblo, se logró a partir del 2012 el 4% para la educación, sin embargo, la corrupción ha encontrado un botín jugoso y los resultados en calidad educativa, no se han visto, seguimos estando en los últimos lugares como los campeones del atraso educativo en matemática y letras.
Esto se justifica con un solo ejemplo y es que la República Dominicana siendo un país turístico, dónde se requiere tener varios idiomas para poder comunicarse de manera efectiva con los distintos turistas, pues nadie sale bilingüe de una escuela pública, sin embargo, los hijos de los funcionarios públicos y empresarios, generalmente con el dinero del pueblo, salen bilingües y trilingües, porque no lo ponen en el sistema educativo público, lo ponen en el privado, pues esos funcionarios públicos dirigen y administran los recursos educativos, pero mantienen deteriorada la calidad de la educación pública, como política de Estado y forma de mantener esclavizados los hijos de machepa.
Se ha adoptado como política de Estado por todos los gobiernos que ha tenido la República Dominicana, mantener en la ignorancia y la mediocridad los hijos de machepa, los que solo pueden ir a escuelas públicas para mantenerlos esclavizados, mientras que los hijos de los funcionarios públicos y empresarios van a buenos colegios, de forma tal que se asegure que el hijo de machepa quede permanentemente bajo las ordenes y mandato del hijo del funcionario o empresario, porque no alcanzó las competencias y ¿Como la va alcanzarlas? si el que le imparte inglés al hijo de machepa no sabe inglés y el que le da francés tampoco sabe francés, ¿cómo va a aprender?.
Los empleos y puesto de calidad son para los hijos de los funcionarios y los empresarios, pues, siempre traen consigo, que usted sepa hablar y escribir inglés correctamente u otros idiomas, si el que viene de la escuela pública no sabe ¿a quién le darán el puesto de trabajo? Evidentemente que al hijo del político o empresario, ¿Quien tomará el puesto de segunda categoría o de obrero? El que viene de la escuela pública, aparte de no tener las relaciones y tráfico de influencia.
Si se habla de emprender negocios, a los ricos y funcionarios se le dan todas las facilidades, como exoneraciones, incentivos, como en el turismo que hay 10 años de exoneración que se puede extender a 15 años y ni hablar de otras grandes empresas que exoneran el combustible, mientras cualquier persona del pueblo que quiera emprender un negocio, debe pagar todos los impuestos y se le ponen todas las trabas que terminan quebrando el negocio, casi antes de iniciar, otro ejemplo es poner paneles solares en su techo, para ello debe dar 119 pasos y durar en promedio un año para que le instalen el medidor bidireccional.
¿Podemos decir que todos somos iguales en el sistema educativo? Evidentemente que no, una esclavitud, que parece libertad se avecina.
Vamos al sistema democrático de elección, todos tenemos derechos a elegir y ser elegidos en igualdad de condiciones, sin embargo, el soberano designa una cantidad de dinero cada año para pasarle a los partidos políticos para que puedan hacer su activismo, pagar sus locales y demás cosas, los partidos «mayoritarios» que son del 5% en adelante, pues reciben 80% del dinero, fíjense a ver si hay igualdad que el que saca 5% se le entrega la misma cantidad de dinero que el que saca 55% del electorado, mientras que el que saca 4% se le da migajas.
Otro aspecto de las elecciones es que usted puede recibir recursos extras y ahí viene la parte de que los grandes empresarios financian, los narcotraficantes y los riferos o apostadores, financian o hacen inversiones que luego hay que devolverles con intereses. Para esto no hay control, porque algo tan simple como controlar la publicidad para que sea igual para todos, de limitar el número de anuncios en la radio, televisión, periódico y limitar los mítines, sin embargo, tampoco se hace.
En cuanto al procedimiento proselitista limitar las actividades, pues el que consigue más dinero ese tendrá más actividades y eso, sin mencionar, los candidatos que ya están en el Poder y se están reeligiendo, pues usan el dinero del Estado para competir con los que pretenden administrar el Estado, por ejemplo los Senadores y Diputados reciben dinero extras sueldos para ellos usarlos, los Alcaldes y el Presidente de la República ni se diga. ¿Hay igualdad en las elecciones «democrática» en República Dominicana y en casi toda América Latina y el Caribe?, creo que no, pero si hay una creencia democrática y como dice Dostoievski, solo tiene que hacerles creer que viven en democracia y jamás intentarán cambiarla.
Examinemos la igualdad que establece la Constitución en la administración pública, tenemos los 3 poderes del Estado y si tomamos los salarios y las facilidades de los funcionarios versus los empleados es muy distante, por ejemplo tenemos los funcionarios del sistema monetario, Superintendente de Bancos, Bolsa de Valores, Gobernador del Banco Central, Gobernador del Banco de Reservas, entre otros, estos que pertenecen al Poder Ejecutivo todos ganan por encima del millón de pesos mensuales, el gobernador del Banco Central casi dos millones mensuales.
Si vemos los salarios del cuerpo diplomático, de los ministros, vice ministros, todos ganan de 300 mil pesos en adelante, igual pasa con los altos funcionarios de la Suprema Corte de Justicia, el Senado de la República, Junto Central Electoral, los asesores, en fin toda esa cúpula de mandatarios representantes del pueblo, aparte del salario tienen exoneraciones de vehículo, no pagan combustible, se le da viáticos y una tarjeta de representación, mientras eso ocurre en el funcionariado alto, pues el salario mínimo son 10 mil, 15 mil y 20 mil pesos y la canasta familiar en más de 40 mil pesos, como el caso de un señor que tiene 33 años trabajando como camillero en el Hospital Dario Contreras y gana 10 mil pesos mensuales y tiene que trabajar 8 horas todos los días, ¿Aquí se da la igualdad? No lo creo, pero la Constitución dice que somos iguales.
Examinemos ahora los recursos naturales, que son un patrimonio de todos, eso incluye recursos renovables y no renovables, por ejemplo el oro, plata, petróleo, etc. Por ejemplo en República Dominicana tenemos la mina de oro más grande de América Latina y el Caribe, el oro es de los metales más valiosos del planeta , pero en la concesión de la mina, pues los representantes del pueblo Poder Ejecutivo y Poder Legislativo la entregaron a la empresa transnacional Barrick Gold, con los beneficios del 3% para los dueños del recurso y el 97% para la empresa, ¿Usted como dueño de la mina conforme dice la Constitución fue consultado?
Si tomamos en cuenta que, una onza de oro cuesta más 2,300 dólares y extraen casi un millón de onzas todos los años, ¿Cree usted que tendría la necesidad ningún dominicano de irse en Yola, en furgones por la vuelta México? El contrato del Estado con la minera fue muy cuestionado y los legisladores dijeron que lo aprobaron sin leer, el contrato más importante del país, por solo dar un ejemplo del matrimonio común de la nación, aunque el contrato es inconstitucional, ¿Usted como ciudadano dueño del oro puedes ir al TC a solicitar la nulidad de ese contrato? Si claro que puede ir, pero te van a declarar inadmisible el recurso porque los que regalaron la mina de oro, usted le dio poder y tenían calidad, usted dirá ¿Pero yo no le di poder para eso? Y entonces viene la indignación, la impotencia, pero no le queda de otra, porque al que se le dio el poder, tiene las fuerzas armadas, la policía nacional, el dinero y en fin, la conclusión es, hay que cambiar el sistema.
Lic. Euren Cuevas Medina
El autor es abogado profesor UASD, residente en Santo Domingo
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