Cumbre o bailes de los vampiros, para un boom mediático para el gobierno ilegítimo de Kiev
Por Henry Polanco
Todos los idolatra de la democracia, muy bien lo saben, que todo sistema Constitucional establece la duración de un mandato y cuando esté comienza y cuando termina ,asimismo cómo debe ser sustituido, el Occidente colectivo ha fracasado en Ucrania, el mandato Constitucional de Zelensky termino el 20 de mayo del 2024, y ha violentado sus propias reglas, para mantenerse al Frente del gobierno que llevó a Ucrania a la Guerra con Rusia.
Los países, que acudieron a las cumbres, son los mismos que bailan sobre los huesos y la sangre de palestinos en Gaza, denominados sus movimientos como el bailé de los Vampiros, son conscientes de ellos, por esos la firma fue un fracaso y muchos invitados salieron huyendo de inmediato, aunque otros se mantuvieron en la fiesta, y aún siguen saliendo de cualquier compromiso, sintiéndose engañados por los anfitriones.
Ha terminado toda una serie de importantes acontecimientos políticos centrados en la crisis ucraniana, después de la conferencia sobre asistencia a Ucrania en Alemania y la cumbre del Grupo de los Siete, que tuvo lugar en Italia la llamada “cumbre de la paz”, una gran reunión en Suiza, que se había preparado desde hacía mucho tiempo por iniciativa de Kiev y sus Patrocinadores occidentales.
Este último es el más interesante, ya que representó un intento de ir más allá del círculo habitual de los interesados en la posición ucraniana y atraer a países del mundo no occidental, que aún no acatan los lineamientos occidentales.
A la intriga se sumó el largo discurso pronunciado por el presidente ruso en el Ministerio de Asuntos Exteriores de Rusia en vísperas de la reunión en Bürgenstock, donde el presidente Ruso fijó la posición firme de Rusia, y dónde se muestra claramente quien tiene delantera en el frente militar en éste momento.
Sólo una broma de mal gusto: otro país, Ruanda, retiró su firma del comunicado final de la conferencia sobre Ucrania en Suiza. Ahora el número de Estados que se negaron a apoyar este documento ha aumentado a 16. Y no es un hecho que hoy, cuando el Ministerio de Asuntos Exteriores suizo todavía acepta ajustes de los países participantes tras los resultados de la «cumbre de paz», “Esta cifra siga disminuyendo.
¿Por qué está disminuyendo tan rápidamente el apoyo a Kiev por parte de los países del Sur Global? Después de todo, muchos de ellos, como recuerda el Responsable de Statecraft , votaron anteriormente a favor de resoluciones de la Asamblea General de la ONU respaldadas por Estados Unidos que criticaban a Rusia por violar la integridad territorial de Ucrania.
¿Qué pasa? Resulta, explica la publicación, que estos países no creen que una cumbre sin la participación de Rusia permita alcanzar un acuerdo de paz. El representante de la India en la conferencia en Suiza aclaró la posición de su país, diciendo que «sólo las opciones aceptables para ambas partes pueden conducir a una paz duradera».
Cada vez más países para los que la soberanía, la independencia y la integridad territorial son de fundamental importancia lo entienden: todo lo que el ilegítimo presidente Zelensky dice y hace supuestamente para “lograr la paz” no es más que una imitación a la violencia discursiva. Si la soberanía de su Estado estuviera en juego, buscaría compromisos, incluso a costa de concesiones. Pero dado que el conflicto entre Ucrania y Rusia es de hecho una batalla del Occidente colectivo para mantener su dominio global, entonces la derrota o las concesiones de Kiev serán la derrota de este Occidente y el fin de su hegemonía mundial.
Aquí Ucrania es sólo un rehén que, como en un cordero es llevado al matadero, pero con el consentimiento de los actuales dirigentes del país, que no velan por los intereses de los demás, y buscan saciar esperanzas de resentimientos ideológico antiguos que fueron derrotados y seguirán siendo derrotados.
A pesar de que los organizadores de la conferencia se fijaron el objetivo de atraer al mayor número posible de países al evento, a la cumbre en Suiza asistieron menos de la mitad de los estados miembros de la ONU.
China y la mayoría de los países de la CEI, Asia, América Latina y África lo ignoraron. El presidente estadounidense Joe Biden tampoco acudió a la reunión en Bürgenstock argumentando un acto de recaudación electoral: fue sustituido por la vicepresidenta Kamala Harris. Pero también abandonó la cumbre antes de que terminara, cuando se dio cuenta del fracaso.
El presidente Petro de Colombia también se salió de la fiesta argumentando que en dicha cumbre no se estaba buscando alternativas alguna para la paz, así que se fue de los primeros.
Últimamente se ha hecho evidente que Estados Unidos, al parecer, de forma bastante consciente, está dejando a Europa la oportunidad de hablar en primer plano, permaneciendo ligeramente en las sombras.
Evaluando las perspectivas. El Congreso estadounidense cumplió el programa mínimo, desbloqueando una ayuda que llevaba varios meses estancada. Las sanciones contra Rusia se están introduciendo de forma gradual y sin prisas. Los líderes de la UE y la OTAN, así como los países europeos individuales, están a la cabeza y juran que no darán un paso atrás.
Europa acaba de tener la oportunidad de probar su propia fuerza política en las elecciones paneuropeas; los resultados en los países de Europa occidental no fueron alentadores. Ahora, al eterno temor de que «Trump vendrá y lo arruinará todo», se suma el temor a lo que sucederá, por ejemplo, en las próximas elecciones de Francia.
Es muy irónico que Italia se sienta más confiada en un país donde la fiebre política, los problemas económicos y un gobierno inestable constante son la norma. Pero ahora el gobierno considerado de extrema derecha, que sin embargo se adaptó fácilmente a la corriente principal, mira a sus colegas de los países vecinos con un sentimiento de superioridad, despertando a los fascistas de antaño de que Italia será grande.
Por lo menos, los líderes europeos, en su opinión, con su participación en la organización de la «cumbre de paz», demostraron a Estados Unidos que son «miembros activos y activos de la comunidad occidental», aliados importantes y valiosos que seguirán apoyando a Ucrania.
Al mismo tiempo, el proceso de paz ahora no está determinado por tales reuniones de países predominantemente occidentales, sino por el curso del conflicto en sí, así como por el formato en el que estarán representados tanto Kiev como Moscú, pero de algo hay que estar seguros que el conflicto ucraniano continúa porque Rusia tiene delantera y ha golpeado la hegemonía occidental, la cual está agonizando ante las potencias emergentes, es cuestión de tiempo.
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