El estamento ético de nuestros políticos y su obra de marketing
Por Henry Polanco
La historia nos ha dado conocer todo tipo de políticos. En ellos conocemos ladrones, corruptos, malversadores, beodos, dementes, sinvergüenzas, infieles, tiranos, iletrados, mentecatos, arrogantes, mentirosos, desagradecidos, cobardes, traidores, timoratos, y los honestos, entre tantos epítetos que se les pueden endilgar, aunque éstos últimos parecen estrellas fugaces que sólo pasan brevemente por el firmamento político en éste universo.
La mejor actividad que encontraron ciertos individuos para mentir es la política. La oportunidad de los humanos para conocer de mentiras es una campaña electoral para una presidencia, gobernación o alcaldía. Lo lamentable es que las mentiras que parecían verdades se desvelan cuando el candidato gana la elección o cuando termina la gestión, cuando ya es tarde.
Algunos de ellos, desafortunadamente, reúnen en un solo individuo más de dos de estos calificativos, que a pesar de todo les ha permitido alcanzar una jefatura de estado, gobernación, una curul en el parlamento, un ministerio, hasta un alto cargo en cierto gobierno. Por desgracia, tales conductas afloran y se descubren una vez que están ejerciendo la labor pública, sobretodo la del oportunismo.
En el planeta, en la actualidad, el liderazgo no se concibe sobre la base de una labor social conocida, tampoco én la filas de un sindicato, o en una organización estudiantil, ni tampoco forjado en la lucha dentro de una organización política, ni mucho menos en acciones que contribuyan al mejoramiento de la calidad de vida de un conglomerado, o en la participación un un conflicto que favorezca al mejoramiento o la preservación del ambiente dentro de una comunidad.
Ya esto no importa para los efectos de una campaña electoral. Modernamente los líderes se preparan y se conciben en lo que nuestra era tecnológica se llama «marketing», es decir, una actividad, conjunto de instituciones y procesos para crear, comunicar, entregar y cambiar las ofertas que tengan valor para los consumidores, clientes, asociados y sociedades en general.
El marketing sirve para incrementar las ventas en presencia de un producto o servicio. Por tal razón, esta metodología de negocios puede dirigirse a otras metas relacionadas cón las ventas, pero que no es el propósito principal. Por ejemplo: dar a conocer o consolidar una marca, para que esta llegue al consumidor.
Modernamente esto es lo que se hace, de igual manera, con los políticos. Tales individuos se convirtieron en un producto, una especie de mercancía la cual se puede vender, una marca a la que hay que dar a conocer o posicionar.
Y como todo artículo, no importa que este sea bueno o malo, lo importante es utilizar una publicidad para ofrecerlo para que tenga un valor o reconocimiento entre los consumidores, en este caso los electores. Es algo así como un producto de embutido, se vende como alimento pero en verdad no tiene ningún valor nutritivo.
Lo importante es que los publicistas inventen una buena estrategia de propaganda que impacte a los consumidores y los convenzan, en el caso de la política serían los electores. Dicha cruzada tiene por objetivo que aquellos (los votantes) sufraguen a favor del producto, es decir del líder forjado a través de la campaña publicitaria.
Como en todo negocio, en estas campañas publicitarias acuden empresarios que deberán aportar dinero para las propagandas a través de las mass media, de las redes sociales, en la compra de periodistas y todo aquello que contribuya a dar a conocer la marca, es decir el líder.
No cabe duda, tales aportes financieros deberán ser retribuidos en caso de ganar el candidato financiado. Más o menos sería una especie de contrato a futuro, en la ocasión de triunfar el líder recién elegido.
En el mundo son numerosos los presidentes desprovistos de experiencias en la arena política sino más bien ejecutivos de cámaras empresariales. Son estas las que intervienen directamente en la escogencia de un candidato presidencial, con la certeza que una vez que el gobernante termine el período presidencial podrá ocupar un alto cargo en algunas de las organizaciones financieras Internacionales: el FMI, BM, Banco Europeo de Inversiones (BEI), Banco Interamericano de Desarrollo (BID), o también en una organización internacional como la ONU, OEA, OIT, OMS entre tantas instituciones burocráticas.
El propósito principal es que los mismos políticos que decimos que tienen las características, al pasar por un desempeño público, muchas veces engañoso y clientelar siga siendo elogiado cómo un nuevo paradigma social que sólo basa su pulcritud, en el oportunismo y las redes mafiosas que se encuentran en los estamentos del poder estratégico de turno.
Deja un comentario