Campesinos afirman que “tierra prometida” en Monte Grande son un “infierno”
Santo Esteban Ferreras denunció que desde el inicio de la construcción de la presa, que se ubica entre las provincias Azua y Barahona, les han prometido reubicarlos en varios terrenos, que no están aptos para la producción agrícola.
Un representante del comité campesino de la presa de Monte Grande denunció que cedieron sus tierras al estado en búsqueda de que estos los reubicaran en un terreno mejorado, pero aparte de la larga espera “la tierra prometida los enviarán al infierno”.
El presidente del Comité de Protección y Defensa de la comunidad de la Maceta, Santo Esteban Ferreras, denunció que desde el inicio de la construcción de la presa, que se ubica entre las provincias Azua y Barahona, les han prometido reubicarlos en varios terrenos, que no están aptos para la producción agrícola. Resaltando que 400 familias están siendo afectadas de manera indirecta y de manera indirecta asciende a más de 800 afectados.
En el primer intento de reubicarlos, el representante narró que la parcela estaba propensa a inundarse por la hidroeléctrica que está en Los Toros, Azua, y por tal razón fue descalificada, además aseguró que era muy poca tierra para la cantidad de tarea que demandaban los damnificados de la construcción de la presa.
En su búsqueda, retornaron a Barahona, está vez a Vuelta Grande y contaban con mucho terreno pero resultó que estaba protegido por Medio Ambiente y el agua era salobre, por eso se descartó. Sin embargo, el presidente Luis Abinader, supuestamente les entregó la tierra a personas que no eran damnificadas.
En un tercer intento, identificaron un terreno en la misma localidad de Monte Grande donde se les entregaría 10 tareas y 20 tareas en Tamayo, Bahoruco.
“Hicimos un acuerdo que la parcela 757 de la empresa tomatera Victoria y la parcela 145, a ambas se les iba hacer una mejora en la capa vegetal para llevársela a esa tierra que están identificadas”, pero resaltó que los últimos acuerdos que hicieron con la empresa Indhri y el Instituto Agrario Dominicano (IAD), el proceso tardaría seis meses y lleva más de un año sin concluir.
Aunque el acuerdo parecía ser la luz al final del túnel, según denuncia el representante campesino, la tierra que le haría el relleno para hacerlas más fértil también están sepultadas bajo el agua de la presa.
“Son tierras, que si alguna persona le dan diez tareas ahí y lo mandan al infierno es parecido, porque no van a producir nada”, expresó Ferreras.
Dejó claro en el programa radial, Ahora por la Super 7 edición Vespertina, que su denuncia no se trata de politiquerías y que no tienen intención de oponerse a la obra, evidenciando que los comités de las localidades afectadas han tratado de llegar acuerdos con la pasada gestión administrativa de Danilo Medina y dos con Abinader, sin embargo, ninguno les han cumplido.
Mientras, concluyó que el Instituto Nacional de Recursos Hidráulicos (Indhri), “no alega nada”, por ende los acusa de tener intenciones de dejarlos en la calle, porque asegura que las autoridades públicas tienen más de cinco meses enemigos de los miembros de los comité.
Fuente: Listín Diario
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