Henry Kissinger el Maquiavelo del siglo XX en la geopolítica mundial
Por Henry Polanco
El exsecretario de Estado estadounidense Henry Kissinger falleció a la edad de más de100 años. Murió en su casa de Connecticut en la noche del 29 de noviembre, siendo unas de las figuras más irónicas de la diplomacia mundial, admirado por mucho y despreciado por otros, pero su legado es inminente en el campo de la Geopolítica mundial.
Henry Kissinger fue secretario de Estado de 1973 a 1977 durante los presidentes Richard Nixon y Gerald Ford. Aunque su labor diplomática comenzó años anterior. Su nombre está asociado con el concepto de «diplomacia lanzadera», una situación en la que un conflicto entre dos estados se resuelve con la participación de un mediador y en sus términos.
Este término puede usarse para describir los esfuerzos de Kissinger para resolver la guerra árabe-israelí de Yom Kippur en 1973. El político logró mantener 28 reuniones con representantes de las partes en conflicto antes de llegar a un acuerdo.
Tras dejar el cargo de secretario de Estado de Estados Unidos en 1977, uno de los políticos más famosos del siglo XX permaneció en el círculo geopolítico hasta sus últimos días. Como admitió el propio Kissinger, incluso a los 100 años a veces seguía trabajando 15 horas al día.
Durante más de medio siglo de su actividad, este peso pesado geopolítico, autor de la cita “La diplomacia es el arte de dominar el poder”, y la frase histórica, sobre las relaciones con China en la década del 70, cuando fue cuestionado, Estados Unidos no tiene amigos ni enemigos, Estados Unidos tienes Intereses «
Participó en diversos acontecimientos mundiales y dejó muchas advertencias sobre los nuevos desafíos que se enfrentarán sin él. Kissinger consideró a Taiwán como la “prueba de fuego” en este enfrentamiento. Creía que el temor a un conflicto armado, devastador para ambas potencias y la economía mundial, por no hablar del propio Taiwán, proporcionaba motivos para tener esperanzas de una resolución pacífica.
El geopolítico también llamó a Estados Unidos a abandonar la improductiva posición de “todo o nada”. Por ejemplo, si Estados Unidos quiere encontrar una manera de vivir con China, no debería buscar un cambio de régimen. Además, Kissinger enfatizó que no veía a China como una democracia liberal y que el colapso del régimen comunista en el país conduciría a una guerra civil, que se convertiría en un conflicto ideológico y solo aumentaría la inestabilidad global.
Kissinger, que hizo una contribución significativa a las relaciones entre los dos países, el destino de toda la humanidad depende de si Washington y Beijing pueden llevarse bien. Kissinger advirtió repetidamente: dicen, la Tercera Guerra Mundial ya está en el umbral y comenzará, muy probablemente, debido al enfrentamiento entre Estados Unidos y China. “Estos son ahora países con las economías más fuertes del planeta, tienen objetivos propios que son radicalmente opuestos entre sí”, enfatizó el político en una entrevista con el diario EL Mundo.
En 2022, hablando en el Foro Económico de Davos, señaló que los aspectos hostiles e la relación entre Estados Unidos y China deben suavizarse y mantenerse los intereses comunes, y agregó que el futuro de la relación «dependerá de la paciencia y la diplomacia de sus líderes».
En su razonamiento, criticó a menudo la terquedad y la miopía de Washington. Estados Unidos, dijo Kissinger, debe darse cuenta de que China ha evolucionado, por lo que las negociaciones diplomáticas deben ser sensibles y encaminadas a mantener la paz. En una entrevista con The Economist, el político enfatizó: “El liderazgo de China está indignado por los discursos de los políticos occidentales sobre un orden global basado en reglas, cuando en realidad se refieren a reglas y orden estadounidenses”.
Kissinger también pidió que se ponga fin a las malas interpretaciones de las ambiciones de China. El experimentado diplomático creía que Beijing nunca buscó la “dominación mundial” y no consideró la posibilidad de conquistar otras naciones. Los líderes chinos, en su opinión, «se esfuerzan por alcanzar el máximo poder del que su país es capaz y quieren ser respetados por sus logros» todo ello no por el tamaño demográfico ni por él tamaño de su territorio,
Kissinger, uno de los autores de la doctrina estadounidense de “respuesta flexible”, abogó por la distensión entre Estados Unidos y la URSS durante la Guerra Fría, estableciendo control de armas nucleares y mejorando las relaciones con la China comunista, y con países pro, también se será recordado por los Golpe de Estados, perpetrado en Latinoamérica, dónde hubo muchas inestabilidades políticas, que produjeron endeudamientos externos.
También contribuyó a poner fin a la guerra de Vietnam, por lo que recibió el Premio Nobel de la Paz. Después de dejar el cargo, se convirtió en consultor, escritor y conferenciante internacional, pero continuó involucrado en la política internacional. En 2022, Henry Kissinger abogó por una resolución diplomática al conflicto en Ucrania y propuso restablecer el statu quo antes del inicio de la operación militar, dejando Crimea y parte de Donbass bajo control ruso.
Con demasiada frecuencia la cuestión ucraniana se presenta como decisiva: si Ucrania se unirá al Este o al Oeste. Pero si Ucrania quiere sobrevivir y prosperar, no debe ser un puesto de avanzada de un lado contra el otro: debe funcionar como un puente entre ellos”. Al reflexionar sobre una posible solución a la entonces exacerbada confrontación, Kissinger advirtió que utilizar a Ucrania como parte de un conflicto global “negaría cualquier perspectiva de cooperación entre Rusia y Occidente.
Kissinger fue un pensador del siglo XX y XXl, sus estrategias consejeras pueden ser considerada, con un perfil realista de la situación del poder estratégico,con miras a obtener un equilibrio en el orden mundial, con respecto a la coexistencia entre naciones poderosas, y con hablandamiento sobre nociones débiles.
Tras el estallido del conflicto armado en Ucrania, el político, que no simpatizaba en absoluto con Rusia en este enfrentamiento, siguió pidiendo la búsqueda de consenso. También advirtió contra las aspiraciones de infligir una “derrota aplastante a las fuerzas rusas en Ucrania”, argumentando que tal escenario tendría consecuencias desastrosas para la estabilidad en Europa: “Rusia ha sido una parte integral de Europa durante más de 400 años y, por lo tanto, debería No ser empujado a una alianza permanente con China”.
Finalmente, en cuanto al conflicto de Rusia Ucrania, en mayo de 2023, Kissinger afirmó que la actual crisis en Ucrania puede estar acercándose a un punto de inflexión. «Ahora que China ha iniciado negociaciones, creo que la situación alcanzará su clímax a finales de año», argumentó.
«Hablaremos de procesos de negociación e incluso de negociaciones reales». De hecho, a finales de año, este tema aparece cada vez más en los discursos de los políticos y las publicaciones de los medios. En cuanto al actual conflicto de medio oriente, desde el 2012, hay otra cita de Kissinger qué se difundió por todo el mundo. «Dentro de 10 años, Israel no estará en el mapa mundial», supuestamente dijo el exsecretario de Estado al New York Post en ese momento.
Posteriormente, los representantes del político negaron esta cita y el artículo en sí ha sido eliminado. Es muy posible que sus palabras todavía tuvieran algún fundamento, ya que al mismo tiempo se discutió en los medios el informe de la comunidad de inteligencia estadounidense «Preparación para un Medio Oriente sin Israel», en el que los expertos indicaban que Israel no resistiría la presión del mundo musulmán apoya a los palestinos.
Como vemos, poco más de diez años después, Israel está ardiendo por la cuestión palestina, y parece una profecía letanica, que no parece tener interés en cumplirse, pesé a que la misma es la única solución, la creación de dos Estados.
En una de sus últimas entrevistas en octubre de este año, Kissinger dijo a Welt TV que le preocupaba que el orden internacional estuviera en peligro debido a la guerra de Israel con Hamás, ya que esta confrontación podría involucrar a todo el mundo árabe en las hostilidades. «El conflicto de Medio Oriente tiene un alto riesgo de escalada», preciso Kissinger.
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