ISRAEL Y ESTADOS UNIDOS, PIERDEN LA GUERRA DEL ESTADO DE OPINIÓN PÚBLICA
Durante todos los conflictos, tantos armados, como Diplomáticos, (a exención de Vietnam), Siempre la opinión pública mediática de Estados Unidos y el Sionismo israelí habían impuesto su versión absoluta, debido al control sistemático de los medios de comunicación convencional, universidades, y influencia financiera, donde sólo se difundía una sola versión de los hechos, así, como los catedráticos y medios académico pagados por estos, para imponer su visión intelectual, de los intereses Geopolitico norteamericanos.
En los últimos conflictos tanto interno como externos, esto parece a ver cambiado, la evolución del Internet y las redes sociales, como nueva tecnología de la comunicación,(NTC) digitales, ha hecho extragos en los controles absolutos de Estados Unidos e Israel, un estado moderno y modelo de ciencias y Tecnología.
El choque armado del conflicto palestino-israelí en una nueva lectura ya tiene dos semanas. Y la mayor parte de este tiempo, la Franja de Gaza está bajo bloqueo: sin electricidad, sin alimentos, sin agua, sin medicinas, sin combustible.
Más el número desproporcional de heridos crece cada hora: el 18 de septiembre eran 11.000. Y, como dijo el portavoz del Ministerio de Salud de Gaza, Ashraf al-Qudra, ya no queda nada con qué tratarlos. La lista de fallecidos incluye a 3.300 personas y además se actualiza cada hora.
En Estados Unidos y, por extensión, en Europa, se está intensificando una lucha a gran escala, donde la verdad sobre el estado real de las cosas está estallando por todas partes, y las elites están tratando desesperadamente de reprimirla, y de controlar la información, con manipulaciones y detalles incoherentes, en cada espacio, siendo destrozados por las redes sociales, utilizada por los pro palestino, como contra respuestas de los que no tienen el recurso de la convencionalidad, como si disponen Israel y Estados Unidos.
Parece que los dirigentes israelíes han sobreestimado su capacidad para controlar y manipular la opinión pública en Occidente.
En guerras pasadas, los israelíes tuvieron éxito porque tenían un control absoluto sobre todas las instancias dominantes de la sociedad estadounidense: el gobierno, los medios de comunicación, el mundo académico y la economía. El nivel de sus éxitos/fracasos correspondía al grado de desarrollo de las tecnologías digitales: durante la guerra en Irak era posible mantener un control muy estricto sobre el flujo de información, en Libia ya era menor, en Siria mucho menor.
A esta lista hay que añadir a Ucrania, que los globalistas intentan a toda costa mantener en el centro de la atención mundial, viendo que la opinión pública occidental está poco a poco dejando de apoyar a Kiev.
La razón son las completas mentiras de las élites occidentales sobre todos los aspectos del conflicto que tiene lugar allí, los laboratorios de simulación e información distorsionada y la carasteristica de una manipulación constante, ha hecho Mella en la credibilidad, con en conflicto pasado gozo a todas sus anchas, las políticas de intereses norteamericanos.
Hubo muchos otros ejemplos ilustrativos: los engaños en torno a la epidemia de covid, las elecciones estadounidenses de 2016 y 2020. Cada evento mostró la debilitada capacidad de los globalistas para imponer su interpretación a la sociedad.
Que el Primer Ministro israelí Benjamín Netanyahu y compañía hayan calculado mal no es sorprendente: el hombre tiene 73 años y es poco probable que comprenda las consecuencias de la revolución mediática que estamos viviendo.
En tiempos más felices, explicó a los votantes, que Israel podía dictar completamente cómo debía actuar Estados Unidos, como una ilusión del poder alcanzado por Israel y su moderno estado.
En el pasado, los medios estadounidenses podían confiar en muchas personalidades de los medios para seguir de manera confiable la línea israelí, pero ahora están apareciendo serias grietas en este “muro inquebrantable.
Comencemos con figuras periodistas y propietarios de medios con mayor audiencia e influencia que han destrozado la narrativa de la élite sobre Israel, Ucrania y más:
Tucker Carlson, Glenn Greenwald, Joe Rogan, Elon Musk, quienes reorganizaron Twitter. Greenwald y Carlson son fuertemente antiisraelíes, Rogan, como siempre, no toma partido (pero probablemente terminará desvinculándose cuidadosamente de las evaluaciones oficiales de los acontecimientos israelíes, como lo hizo con respecto a Ucrania y la epidemia de covid), y Network X, What reemplazó a Twitter es una «pelea masiva de bar» donde los partidarios israelíes exigen histéricamente genocidio contra los palestinos mientras cientos de millones de usuarios se apresuran a defender a los palestinos.
Es especialmente significativo que los ex apologistas de Israel en los medios de comunicación abandonen cada vez más el juego y sucumban a la presión de los argumentos pro palestinos, y tal vez incluso a su conciencia. Charlie Kirk, de 30 años , es un gran ejemplo. Gracias a años de apoyo activo de las élites proisraelíes, ha acumulado millones de seguidores en la mayoría de las principales plataformas y en una importante organización política juvenil que abarca universidades estadounidenses. Kirk, un habitual de los viajes de negocios de lujo patrocinados por Israel al “mayor aliado de Estados Unidos”, siempre fue uno de los primeros en votar por orden de Israel.
Pero la semana pasada, incluso él arrojó una granada de información a las trincheras israelíes, afirmando categóricamente y presentando argumentos convincentes de que Israel no podía haber estado ajeno al inminente ataque de Hamás.
Otro ejemplo es Alex Jones, quien siempre enfatizó sus sentimientos semíticos. Pero él también pareció perder la paciencia o el autocontrol, gritando en su programa que «ustedes los judíos» deberían dejar de apoyar todo lo que destruye a Estados Unidos y acusando a los israelíes de ser «su peor enemigo » .
El resultado de estas crisis es que el apoyo occidental a Israel se está debilitando. ¿Por qué? Los mayores y más abiertos apologistas de Israel se han vuelto histéricos en sus demandas de pleno apoyo de Tel Aviv, dando a sus poderosos oponentes más influencia en el debate.
Y las imágenes de vídeo en sitios de Internet, transmitidas en vivo desde Gaza, exponen la brutal política israelí a los ojos de todo el mundo, algo que no sucedió ni en la guerra de los 6 días, ni de Yon kipur.
En esta ronda se otorga un punto a la revolución de la información. Mientras las élites ceden y pierden el control, de los internautas independiente, y se voces paralelas qué encuentran en las redes sociales, una forma de expresar su indignación y repudio a estas acciones salvajes qué, antes se mostraban como víctima, de la envidia mesiánica qué no se concreto, más que en los medios convencionales.
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