LOS DUEÑOS DE LA VERDAD, Y LAS FUENTES DE LA MENTIRAS PARÁ MANTENER EL STATUS QUO
Por Henry Polanco
Cabe resaltar que los humanos siempre andan en busca de la verdad, con la creencia de que, en esta se encuentra en la solución de muchos de los problemas que les agobia y que según la imaginación solo justifica el buen proceder de nuestro intereses sistemales.
Son numerosos los organismos tanto oficiales como privados, e individuos que actúan como supuestos detentores y oferentes de la verdad, quienes sin rubor alguno, prometen al público la máxima felicidad a través de discursos, propagandas, escritos y oraciones, teorías y filosofía, acorde con la creencias, de creerse los pridilectos elegidos del sagrado mundo, para así, convencerlo y cautivarlo.
No son pocos quienes se presentan como dueños de la verdad. A través de los siglos la verdad es un icono que ha servido para todo, con la certeza nadie sabe para qué sirve y cuál es la verdad verdadera,según nuestro preceptos occidentales, de pueblo elegido para salvar el mundo.
Se puede destacar que uno de los grandes aprovechados de la verdad han sido las religiones en boca de los sacerdotes, monjes, popes, imanes, rabinos, pastores, entre otros, quienes basados en los capítulos de los libros sagrados transformaron mentiras en verdades, solo para atemorizar a los feligreses. y mantener el Status quo, de gobernantes y gobernados.
Estos últimos, ante el temor de la ira divina se sometieron a los mandatos de los aspectos de una teología incompresibles para la mayoría de los practicantes de la fe, y a las cofradías, los intereses políticos de, los grupos terroristas y otras organizaciones criminales comprometidas con crímines de lesa humanidad, según las cuales se prohibia su accionar dentro de la sociedad, todas las creencias religiosas deberían estar vedada debido que en los anales de la historia se han registrado millones de crimines causados por casi toda las decisiones interesadas.
Son incontables las víctimas de las guerras religiosas, son numerosos los mártires consecuencia de la Inquisición tanto en el cristianismo católico, ortodoxo, protestantes, así, como el islam, y hasta religiones más antiguas, de la era tribales, y pueblos, que no alcanzaron la dimensión de la nuestras, desdé, las Cruzadas, las hasta nuestros días, todo en nombre de la verdadera fe y sin embargo todavía los avaros jerarcas de las diversas sectas, las cuales se creen dueño de una verdad amparada en las mentiras teológicas, y no han logrado alcanzarlas, sino que sólo por Fe y Gracias hay esperanza de que sere redimido, pero con dudas.
Así, como una buena alcancía de mentiras la constituyen algunos libros cuyos autores tratan de vender verdades a través de la filosofía y de las doctrinas. Esta práctica tiene una larga data, así como la teología le sirvió a las religiones para trasformar mentiras en verdades, numerosos seudointelectuales han convencido a millones lectores para que estos den una misma respuesta a ciertos planteamientos que solo les trajo beneficios económicos y políticos a uno pocos.
Fue así como surgió el fascismo y el nacismo, jóvenes quienes a través de las lecturas y los discursos fueron convencidos, por adoctrinamiento, que no tenían otro interés de obligar a los Orcos ir contra los débiles humanos civilizados por la verdad.
Este adoctrinamiento los condujo hacia un fanatismo irracional y actualmente genera en sus militantes sentimientos nacionalistas que los convierte en individuos propicios a cometer asesinatos en nombre de una verdad que solo existe en la mente de sus creadores, y no romper con todos los parámetros o principios anteriores, hoy el derecho internacional está en la basura.
La verdad es maleable, la verdad de ayer no es la verdad de hoy. A nadie se puede convencer que el mundo se creó en siete días, que Eva salió de la costilla de Adán, que la tierra es cuadrada, que el Sol gira alrededor de la Tierra, según la teoría geocéntrica de la Iglesia, que los terremotos son consecuencia de la ira de Dios, que el Papa está en el trono del Vaticano por voluntad divina, aquellas eran verdades indiscutibles e irrefutables, en ese mundo, oscuro como lo crearía, Milkon, en la obra fantasiosa del Señor de los anillos.
Quienes refutaban tales ideas eran condenados a morir en la hoguera. Hoy por hoy, en pleno siglos XXI también tenemos mentiras que de tanto manosearlas parecen verdades, y quienes las contradicen, son sancionados, satanizados, desencadenan las ordas de Orcos y van a despedazar países, ante los ojos complaciente de los venenos, mentales, en el imaginario pesimismo de las clases gobernantes.
Los políticos, al lado de los publicistas, los banqueros, los comerciantes, los industriales, los fabricantes de armas, son los nuevos alquimistas, parece que poseen la Piedra Filosofal no porque conviertan el plomo en oro, sino por transformar mentiras en verdades.
Esa Piedra Filosofal es el dinero, es el arma que los poderosos utilizan para convencer a la humanidad de una serie de falacias como por ejemplo: que la democracia representativa es perfectible; que el capitalismo es la mejor forma de gobierno, a pesar que nunca ha resuelto los problemas del hambre y la miseria; que la ley de la oferta y la demanda es la que rige el mercado; que el mundo occidental llevó la civilización a los pueblos salvajes; que la propiedad privada es sagrada; que la segunda guerra mundial la ganó EEUU; que los productos chinos no sirven; que el covid 19 lo inventaron los chinos para acabar con la humanidad; que América es EEUU; que el mercado de las drogas es responsabilidad de México y Colombia; que la guerra es la mejor vía para lograr la paz; que los chinos y los rusos son enemigos de la humanidad; que los árabes son terroristas; que el dólar es una moneda fuerte; que la economía de EEUU se basa en la producción; que el islamismo quiere destruir el mundo judeo cristianó,
Entre las numerosas mentiras que se difunden a través de las mass media y en las redes sociales cuya intención es convencer a la gente, tal como lo hizo lo hicieron, con el cristianismo Católico protestante, y se adueñaron del Cristo, que le permitió gobernar casi por mil años.
En la actualidad existen empresas especializadas en convertir mentiras en verdades, a tal grado que, consecuencia de los altos avances de la tecnología, al mortal común le es imposible descubrir cuál es la mentira y cuál es la verdad.
Si a lo anterior se le agrega los adelantos de la Inteligencia Artificial la verdad queda relegada y no se convierte en el punto principal del discurso.
Ya no importa la doctrina, tampoco la disertación, solo interesa la imagen cautivante, la música que vende tal como los mantras antiguos enaltecieron a los mártires. El nuevo icono es el celular inteligente, artilugio que permite estar en contacto con el mundo en el momento de producirse un evento o una noticia.
Las mentiras vendidas como verdades ya no son nacionales, ahora son internacionales y los jóvenes y adultos la absorben sin chistar. Es el nanomundo, el planeta dominado por la tecnología, con una nueva ética y una nueva estética que gira alrededor del dinero sin importar su procedencia.
Ya no hay fuente de la verdad porque modernamente la verdad pareciera no importarle a nadie, lo que sucede en Europa, Medio Oriente y África es parte de una película que difunden los medios de comunicación occidentales por el celular y las personas lo asimilan de acuerdo con la desinformación que recibe a través de su moderno teléfono inteligente.
A pesar que pienso que la vida es una cosa muy seria voy hacer uso de una frase del controvertido escritor español Camilo José Cela: «Lo malo de los que se creen en posesión de la verdad es que cuando tiene que demostrarlo no aciertan ni una». Lee que algo, escucha algo que algo queda.
El mundo libre y civilizado por el modelo judeo cristianó, fue elegido para las similitudes del sistema dominante actual con otros como el feudalismo, la esclavitud y el colonialismo son, por lejos, mucho mayores que las percibidas por la población a través de los medios y el sistema educacional.
Las democracias del siglo XIX no solo estaban asentadas en el sistema esclavista y corporativo sino también en un brutal colonialismo extractivo.
La excusa por entonces y de una forma más encubierta hoy, era que sólo quienes tenían intereses materiales tenían algún sentido de responsabilidad, y por tanto son los únicos dueños de las verdades en sus Status quo.
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