SADAM HUSSEIN PRIMERO LÍDER Y DESPUÉS DICTADOR, BUSH, AZNAR Y BLAIR, DEMÓCRATAS CIVILIZADOS
Saddam o Saddam Hussein; nació en Takrit, Irak, 1937 – y murió ejecutado víctima de la Invasión de EEUU en Bagdad, 2006) Político iraquí. Estudió en las universidades de Bagdad y El Cairo, y en 1957, con 21 años de edad, se afilió al Partido Baas. Su radicalismo nacionalista lo llevó a atentar contra la vida del presidente Abdul Karim Qasim (1959), por lo que hubo de exiliarse durante cuatro años, ganando notoriedad entre los opositores radicales,
Cuando en 1968 tomó parte en el golpe de Estado baasista encabezado por el general Ahmed Hassan Al-Bakr, de quien se convirtió en hombre de confianza. Como vicepresidente del Consejo de la Revolución, se mantuvo en segundo plano, y era considerado El Líder Iraki, haciendo un acercamiento a Occidente y alejándose de los prosovietico,
En 1979, cuando fue nombrado presidente de la República, su primera gran decisión al año siguiente, atacar a Irán y la revolución iranies, con lo que consiguió el apoyo de los Británicos y la CIA estadounidenses, su propósito principal era eliminar la amenaza del Ayatola Jomeini, este ataque a Irán desencadenó la guerra con este país.
Tras ocho años de cruento conflicto, un Irán desgarrado aceptó el armisticio de las Naciones Unidas e Irak se declaró vencedor en 1988, y occidente lo victoreaba,
En las última décadas Irak había conseguido situarse en uno de los primeros lugares en renta per cápita de todo el Oriente Medio. Una enseñanza básica obligatoria y gratuita. Abolición de la marginación, de la mujer, acceso a la universidad de decenas de miles de jóvenes de ambos sexos, tolerancia y respeto a todos los cultos religiosos, incluidos los católicos y judíos, y castigos ejemplarizantes para los corruptos
Antes, Sadam Hussein se había paseado por los lujosos salones del palacio de Westminster, el Elíseo, el Quirinal, el Castillo de Bellevue y demás palacios y residencias oficiales de los jefes de Estado de casi toda la Europa occidental, intercambiando reverencias, agasajos, regalos y demás parabienes diplomáticos.
En aquel momento Irak llevaba mucho años liderando el Movimiento de Países No Alineados, en un intento de sustraerse a los dos grandes bloques hegemónicos contendientes.
A diferencia de los dictadores de su entorno, Egipto, Arabia Saudí, Emiratos Árabes, Kuwait, Irán, Siria, Jordania, entre otros.
El régimen que presidido por Sadam se construyó sobre un escabinado de valores y programas en clave occidental, manteniendo una organización militar y policial tomada de los manuales soviéticos, pero valiéndose de un arsenal mixto, de origen ruso para el ejército de tierra y francés para el del aire. La mayor parte de la doctrina y del adiestramiento militar iraquí, tenía como patrón el heredado del periodo del dominio británico.
Pero en 1990 Saddam Hussein, tras solicitar en vano un aumento del precio del petróleo que le hubiese reportado las divisas necesarias para paliar la difícil situación económica, invadió Kuwait reclamando antiguos derechos sobre su territorio.
Lo que constituyó el gran desatino violación de los grandes intereses occidentales de derecho internacional que provocó la condena de las potencias occidentales, que vieron peligrar además sus intereses económicos y estratégicos en la zona, y que desencadenó su rotura contra sus aliados.
La crisis desembocó en la llamada guerra del Golfo, en la que fuerzas internacionales obligaron al ejército iraquí a retirarse, y las Naciones Unidas impusieron un boicot total que afectó gravemente a la economía iraquí y a las condiciones de vida del pueblo. Sin embargo, Saddam Hussein aún se revolvió contra los kurdos en el norte y los chiíes en el sur, y sólo las amenazas internacionales lograron disuadirlo de proseguir con su propósito.
La huella de este episodio quedo en la mente de los políticos Estadounidenses y Europeos como una lanza clavada que había que destirpar y dar el ejemplo de quien es el que manda en el mundo o nuevo orden mundial.
Así el 18 de marzo del 2003 el presidente de EU George W. Bush, buscando completar lo que según el había quedado a media por su padre y con las falsas propagandas de medios y falsas acusaciones basado en informes manipulación por la CIA, lanzó un definitivo ultimátum: “Sadam Husein y sus hijos deben abandonar Irak en 48 horas. Si el líder iraquí no toma el camino del exilio en ese plazo, el ataque será inevitable e inminente, desatando la nueva guerra e Invasión a Irak el 20 de Marzo.
Mientras la verdadera guerra que se desarrollaba en Irak causaba la muerte de decenas de miles de civiles iraquíes y de miles de soldados estadounidenses y de la coalición militar encabezada por Estados Unidos. Millones de iraquíes se convirtieron en refugiados, a los que luego se sumaron millones de sirios, a medida que la conflagración provocada por la invasión estadounidense se extendía por la región.
Aunque el verdadero costo de la guerra de Irak nunca se conocerá con certeza, un equipo de investigación de la Universidad de Brown lo cifra en cerca de tres billones de dólares.
El mismo equipo estima que cerca de 580.000 personas, tanto civiles como combatientes, han muerto en Irak desde 2003.
En el informe titulado «Costos de la guerra», los investigadores señalan: «Es posible que un número de personas cuatro veces mayor haya muerto debido a causas indirectas como el desplazamiento, la falta de acceso al agua potable y a la atención médica, y por diversas enfermedades prevenible
El gobierno de Bush, sus cómplices bipartidistas en el Congreso y en los medios encubrieron el desastre que provocaron, encubrieron crímenes de guerra que incluyeron la tortura y el asesinato de civiles (también periodistas), lo cual se conoció gracias a algunos periodistas excepcionales y después por Wikileaks bajo la dirección del australiano, Julian Assange, el cual guarda prisión, por darle a conocer al mundo las verdad de aquellas atrocidades, quienes difundieron documentos y videos oficiales clasificados filtrados por la analista de inteligencia militar Chelsea Manning. quien fuera arrestado y hasta cambio de género,
Y es que el señor George Bush, Tony Blair y José María Aznar, ya habían decidido en su encuentro en las Azores, que había que meter en cintura a Irak por el mal ejemplo ejercido sobre su entorno como país no alineado, y bajo pretexto de imponer una democracia que ni está ni se le espera-
Y así concluir con el objetivo de apoderándose de las gigantescas reservas petrolíferas de Irak, bloqueo que persiste, poniendo en manos de las petroleras occidentales el control del mercado del crudo e implantando un embargo económico, que ha dejado a este país en la más absoluta pobreza, con una economía destruida, unas instituciones corrompidas y la vuelta a la hegemonía religiosa islámica que Sadam Hussein había conseguido controlar.
Además de las fosas comunes doscientos mil muertos iraquíes, la mayoría civiles, sirven de recordatorio de las consecuencias que estas campañas de manipulación informativa tienen para las víctimas de siempre, la población civil.
Porque las guerras siempre se saben comen como empiezan pero nunca como terminan.
Ni George Bush, ni Tony Blair ni José María Aznar han respondido por estos crímenes de lessa humanidad, y tampoco hay organismo que se atrevan a investigar y someter a la justicia estos genocidas, mundiales, ni Fiscales de Corte Penal Internacional que de una orden, contra estos personajes de la barbaries de la civilización occidental
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