Estoy muy emocionado porque Jarabacoa se convertirá en el Singapur de la República Dominicana. ¡Ay, Dios mío! ¿Qué dije? No dije que se puede convertir en un Singapur, no escribí si Dios quiere, o veremos que puede pasar. ¡No! Intencionalmente estoy haciendo una declaración pública. Esta afirmación no es una ingenuidad o una utopía, simplemente estoy expresando una verdad que está en el corazón de muchas personas y que solo nos toca materializarla a través de la praxis, la buena intención, la planificación y la integridad.
Cuando pensé en este tema, “Jarabacoa, el Singapur en la República Dominicana”, la intención no fue fabricar un cinismo; al contrario, el deseo fue y es, demostrar una verdad que contiene una plataforma ecológica y comercial, porque ya todo está listo, ahora nos toca a nosotros ejecutar y poner en orden el desarrollo con estética y sin inmediatismo. Urgentemente hay que reconocer que nos toca a ti y a mi esquivar la política mal intencionada y abrazar a los políticos bien intencionados, apoyar a los empresarios preocupados por el desarrollo, a los educadores visionarios, a los religiosos y seguidores de Dios buscadores de la verdad en un contexto municipal. Así es, es ahora que debemos identificar los ambientalistas y técnicos protectores del ambiente ecológico y abandonar todo orgullo que quiera afectar el trabajo en equipo y la sinergia colectiva que genera un desarrollo integral.
Una persona me preguntó si Jarabacoa es un municipio, yo le respondí con un timbre de confianza, que Jarabacoa no es un simple municipio, es más, somos un micro-país. Tenemos más de 12 bancos que representan la circulación y movimiento de dinero en el lugar, tres colegios bilingües, más de 7,000 cabañas que generan empleos, supermercados, una gastronomía con diversidad, un turismo sano, un mosaico cultural y una presencia de personas que trascienden las líneas étnicas del dominicano, Jarabacoa produce uno de los mejores café del mundo, somos productores de flores, tayota, tenemos ríos, un campo de golf, rafting, parapente, cabalgatas, producimos macadamia, senderismo y una ruta hacia el Pico Duarte. Un elemento muy importante, es que Jarabacoa fue declarado el municipio más seguro de la República Dominicana.
Vuelvo y lo declaro, Jarabacoa se convertirá en el Singapur de la República Dominicana. Podemos servir de modelo, tenemos de todo, solo nos falta entender el poder de la gobernanza; esto implica, gobernar con pasión y proponerse como meta final el logro de un desarrollo económico, social, institucional y duradero, incentivando una dinámica sana entre el gobierno local, la sociedad civil, y con todos aquellos que son parte de la producción que fortalece la economía; algo muy importante, no dejar a nadie fuera del proceso de crecimiento. Debemos interiorizar el principio de potestad ciudadana, en otras palabras, adueñarnos de todos los procesos que sirven de andamios para apoyar y facilitar el crecimiento y el desarrollo que queremos construir.
Jarabacoa tiene 666 km2 y Singapur tiene 728 km2; apenas 62 km2 más que Jarabacoa. Jarabacoa tiene ríos y en Singapur no hay ríos, le pasan el agua de Malasia. Jarabacoa posee una producción envidiable; hay una cosa que me motiva a seguir creyendo y afirmando que nos convertiremos en el Singapur de la República Dominicana, y es la siguiente: Singapur tiene una población de 5.454 millones y Jarabacoa de no más de 100,000 personas, estamos hablando que la población en Singapur es 55 veces más grande que la población de Jarabacoa. Imaginémonos 5,500,000 personas en Jarabacoa sin planificación y sin un plan de desarrollo municipal. Decidan ustedes. ¿Acaso podemos convertirnos en un micro-país que modele y sirva de prototipo para el resto del país? ¡Claro que podemos! Pero debemos unirnos, ser íntegros, planificar y ejercer la gobernanza y la potestad ciudadana.
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