Doña Eunice, Murió con la Sonrisa del Deber Cumplido
Doña Eunice fue una ecologista de corazón, hasta los últimos días, incluso, hasta cuando el peso de los años apena le permitía caminar, hacía que su hija Juliette la llevara a las reuniones que cada jueves se realizan en la Sociedad Ecológica del Cibao (SOECI).
Siempre de las manos de su esposo, Don Julio Mosquea, llegaba a la institución repartiendo sonrisas y motivando a las reflexiones de los temas ambientales del momento.
Cuando la miré en el ataúd, recordé la persona educada y siempre alegre, asi murió con una sonrisa en su cara y se notaba la tranquilidad y la paz de seres humanos que se nos van con la satisfacción del deber cumplido.
Nos deja una gran enseñanza hay que vivir en armonía con el prójimo y con uno mismo; vivir sin apego a nada, vivir para enseñar a los demás que el mundo (nuestro planeta) da para todo y que solo hace falta un poquito de sentido común para el buen vivir y que, de todas las cosas, siempre prevalecerán el amor y una sincera sonrisa.
¡Hasta luego Doña Eunice, me saluda a Don Julio y a Don Cesar!
Telma Eunice Inés Soriano Nuñez de Mosquea
Telma Eunice Inés Soriano Núñez de mosquea nació en esta ciudad de Santiago de los caballeros el 21 de mayo de 1932. Hija de los esposos Luis Soriano y Gumercinda Núñez.
Realizó sus estudios primarios en el colegio Profesora Ercilia Pepín, los estudios intermedios en la escuela México y se graduó de bachiller en el Liceo profesor Ulises Francisco Espaillat (UFE). Realizó estudios en la academia Santiago de mecanografía, contabilidad y pendolismo.
En la Universidad Autónoma de Santo Domingo recibió su preparación en ciencias naturales, lo cual le permitió impartir clases de anatomía, botánica, zoología y agricultura en el Liceo UFE, adquiriendo el pseudónimo de “La Bióloga “. Estuvo en este plantel durante 31 años ininterrumpidos hasta 1983.
Desde muy joven fue miembro de las hijas de María, de la legión de María y de los cursillistas de cristiandad. En 1967 contrajo matrimonio con Julio Mosquea, procreando 3 hijas: Juliette, Geisha y Ecilda.
De la mano siempre y conjuntamente con su esposo Julio; participaban activamente en la distribución del periódico camino de la iglesia católica, en los cursillistas de cristiandad, adoradores nocturnos y laicos misioneros del sagrado corazón de Jesús de la parroquia Nuestra Señora de la Altagracia.
Junto a su esposo, también, fueron miembros fundadores y activos por más de 40 años en la Sociedad Ecológica del Cibao. Su entrega a la familia, a la iglesia y a la sociedad la caracterizaron como una mujer firme recta luchadora y Empoderada.
A sus 90 años, el día 1 de septiembre de 2022, partió a los brazos del señor, dejando un gran legado a la sociedad
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