Que emigrar, sea la mejor experiencia
Por Araceli Aguilar Salgado
“Un viaje de mil millas empieza con un paso.” Lao Tse
Las migraciones humanas son un fenómeno tan antiguo como nosotros. Prueba de ello son las primeras migraciones prehistóricas durante el Paleolítico, que supusieron la salida del Homo sapiens de África hace 200.000 años y su expansión por todo el planeta. ¡Y, durante todo ese tiempo, hasta los inicios del Neolítico (9.000 ANE) los humanos fuimos nómadas y no sedentarios!
En la actualidad, los cambios económicos, políticos y sociales tanto en los países de origen como en los países de destino de las personas inmigrantes han incentivado con mayor intensidad la participación de las mujeres en los flujos migratorios se destacar los aspectos claves relacionados a su experiencia migratoria entre ellos la construcción de redes sociales personales en Estados Unidos de América, el trabajo de los cuidados, así como su aprendizaje social derivado de su proyecto migratorio desde el contexto y circunstancias concretas que atraviesan la vida de las mujeres inmigrantes.
La migración es el cambio de residencia de una o varias personas de manera temporal o definitiva, generalmente con la intención de mejorar su situación económica, así como su desarrollo personal y familiar.
Cuando una persona deja el municipio, la entidad o el país donde reside para irse a vivir a otro lugar se convierte en un emigrante, pero al llegar a establecerse a un nuevo municipio, entidad o país, esa misma persona pasa a ser un inmigrante
La migración es un fenómeno social e histórico que está presente en todas las sociedades humanas, las circunstancias o razones que incentivan a las personas a emigrar de un lugar a otro está asociado a la búsqueda de mejores condiciones de vida que probablemente no encuentra en su lugar de origen y que a su vez le impiden su realización individual, familiar o colectiva.
Toda esta combinación de datos estadísticos refleja, que si bien cierto que las mujeres mexicanas han logrado varios cambios positivos en materia de derechos sociales, económicos y políticos, las desigualdades sociales persisten a nivel general, y con mayor énfasis entre hombres y mujeres, ésta aseveración tampoco puede generalizarse en el sentido puramente teórico, sino que hay que apuntar a unas particularidades propias de la clase social, la etnia, la lengua.
La importancia de un proyecto migratorio reside en poder tener una guía, tomar algunas decisiones informadas apegadas al criterio de realidad para reducir el factor sorpresa y disminuir los factores de riesgo para la salud mental, busque información del país de destino: posibilidades reales de trabajo, requisitos para continuar estudios o hacer equivalencias, funcionamiento del sistema escolar y costo de la vida
En México la búsqueda de mejores oportunidades de vida sigue siendo la mayor causa de la emigración de sus ciudadanos, De acuerdo con las cifras de migración internacional del Censo de Población y Vivienda 2020, entre marzo de 2015 y marzo de 2020, se fueron a vivir a otro país 802 807 personas. Las entidades de mayor expulsión de población son Guanajuato (7.8%), Jalisco (7.5%) y Michoacán (6.3%). Los hombres (537 149) migran más que las mujeres (265 658). Para las tres primeras entidades expulsoras, los hombres superan a las mujeres en Guanajuato y Michoacán, pero en Jalisco salen más mujeres (8.4%) que hombres y además, es la que más mujeres expulsa en el país; le siguen la Ciudad de México (7.5%) y Michoacán (6%).
En caso contrario, las entidades con menores porcentajes de emigrantes internacionales son: Tlaxcala (0.6 %), Campeche (0.3 %) y Baja California Sur (0.2 %).
Las principales causas por las que migran las personas son: reunirse con la familia (36.5 %), buscar trabajo (16.4 %) y cambio u oferta de trabajo (12.4 %).
Los mexicanos tienen como principales destinos para emigrar Estados Unidos, Canadá.
La presencia y predominio de las mujeres en las corrientes migratorias de carácter económico está directamente relacionada a los roles de género que éstas han sufrido en sus países de origen.
Las transformaciones de las estructuras familiares en el que muchas mujeres han asumido la jefatura familiar y de proveedoras del hogar, así como la inserción de las mujeres al mercado laboral, ha hecho que las mujeres emigren cada vez de manera independiente en búsqueda de trabajo, decisiones y acciones que se enmarca dentro de lo que se conoce como proyecto migratorio, mismo que reúne elementos objetivos y representaciones de la migración como fenómeno social, y en el proyecto la unidad familiar o el individuo que toma la decisión hacen un calendario sobre la base de sus previsiones más o menos cargadas de optimismo y de realidad.
El proyecto migratorio atraviesa por distintas etapas a lo largo del proceso, el lugar de origen y el de destino se unen mediante una compleja red de relaciones sociales e interacciones trasnacionales de las personas inmigrantes con los allegados que residen en el país de origen
La densidad y composición de la red personal de una persona inmigrante se modifica desde el momento en que abandona su lugar de origen, e incluso aquellas relaciones familiares que constituyen los lazos más cercanos y permanentes sufren cambios en sus formas de relacionarse.
El factor geográfico y la presencialidad física son elementos que intervienen en la estructura de la red personal de las mujeres inmigrantes. El concepto de familia transnacional recobra importancia al momento de explicar las nuevas formas de relaciones y vínculos entre miembros de las familias localizadas en sus lugares de origen y miembros inmigrantes en países de destino.
En algunos casos existe sobrecarga de las responsabilidades familiares a la persona inmigrante. Muchas veces existen mayores expectativas familiares en el caso de sea una inmigrante femenina por los roles que han desempeñado tradicionalmente, en el que se espera que las mujeres están dispuestas a sacrificarse mucho más por sus familiares, a gastar menos, a invertir menos en ellas. Cuando son familias extensas, las relaciones sufren tensiones en el momento en que se pretende distribuir responsabilidades y eso influye también en el apoyo familiar.
Un aspecto clave de las relaciones familiares transnacionales es que la comunicación y la confianza se ve afectada entre los miembros de la familia que se encuentran en el país de origen y la mujer inmigrante por las expectativas que se espera de ambos lados.
Las mujeres inmigrantes muchas veces manifiestan una situación positiva, de autosuficiencia y esperanzadora para sus familiares, aunque en la realidad estén atravesando por situaciones complejas en el país de destino. La inmigración femenina es un fenómeno social que posee connotaciones de tipo político, económico, cultural y jurídico.
Las experiencias de las mujeres inmigrantes están asociadas a diversos factores que intervienen a lo largo de todo el proceso migratorio y que impacta de manera directa en sus modos de vida, en la manera en que se apropian del espacio público, en la garantía de sus derechos, al tipo de oportunidades que pueden acceder en la sociedad de receptora y su forma de establecer relaciones sociales.
A pesar de las propias vicisitudes y salvedades que ha tenido que atravesar como son la carga de los estereotipos sociales hacia las personas inmigrantes, la precariedad que supone el propio trabajo doméstico y de los cuidados y las propias limitaciones que el sistema sociopolítico implica, su experiencia le ha permitido experimentar procesos de participación social y asociativa que la han dotado de una empoderamiento y auto empoderamiento personal.
La apertura a otros espacios más allá de lo laboral ha propiciado el encuentro con otras narrativas y experiencias que le vinculan a procesos de participación y socialización con otras mujeres y otras realidades que la sitúan como sujeto con voz propia, su red social personal expresa una trayectoria migratoria mediada por relaciones sociales con otros colectivos de inmigrantes que se renuevan constantemente.
Por lo que muchas mujeres inmigrantes latinoamericanas en la que se refleja las etapas vividas de una mujer que ha abandonado su país de origen para buscar mejores oportunidades de vida y en el que todavía el sexo, el género, la raza y cultura son los condicionantes vigentes que interpelan las relaciones sociales en todos sus niveles.
La inmigración con lleva una enorme cantidad de pérdidas. No siempre se analiza el fenómeno de la inmigración desde una perspectiva individual, centrándose especialmente en la persona, en los sufrimientos que comporta dejar el país de origen e intentar integrarse en un país de acogida en ocasiones poco hospitalario
El duelo migratorio, es un proceso complejo de elaboración, de integración no exento de dolor y de sufrimiento. El duelo migratorio no es un tipo de duelo único, sino que cada persona lo vive de manera distinta, influyen muchos factores: los recursos personales de cada cual, las redes sociales de apoyo, el nivel de integración social, las condiciones de vida, las condiciones dejadas atrás
Y como todos los duelos, es un proceso y lleva tiempo preparar un proyecto migratorio. Si bien no siempre puede concretarse de manera fiel, sí ayuda a establecer un mapa del camino que se pretende recorrer. Eso de una forma u otra facilita la toma de decisiones, el establecimiento de expectativas más acordes a la realidad y provee cierto control frente a lo desconocido.
Atender las necesidades emocionales de los niños y adolescentes que migran y de los que se quedan. Integrarlos, tomarlos en cuenta, escuchar sus dudas, necesidades e inquietudes nos darán la pauta para poder redirigir cualquier plan o buscar ayuda profesional cuando lo amerite.
Participar y facilitar todos aquellos rituales de despedida que sean necesarios para empezar a elaborar el duelo migratorio (…) La recomendación es poder tener un espacio para despedirse de amigos, lugares y afectos, que ayuda a atesorar recuerdos y memorias con las personas significativas de nuestra vida. Tomarse fotografías, tener una libreta donde quien se queda nos escriba un mensaje, conservar objetos de alto valor emocional facilitan de alguna manera la transición hacia este cambio.
Aceptar que el duelo migratorio es real, no es una patología sino una respuesta normal frente a la separación del lugar de origen y todo lo que ello implica y que los tiempos de cada uno son diferentes.
Evitar el aislamiento. Buscar redes de apoyo social en el país de destino. Ubicar información sobre asociaciones migrantes en las ciudades de destino para conocer sobre oportunidades laborales, vivienda y alimentación para el recién llegado.
Respetar la cultura, los espacios, las leyes y a los nacionales del país de destino. Que el acercamiento y la integración parta desde el respeto por las diferencias individuales, que la gratitud prevalezca y guie con humildad y aceptación que los primeros años pueden ser especialmente retadores.
Por lo que se puede hablar de los siete duelos que se desprenden de la migración, con base en estudios realizados por el médico psiquiatra Joseba Achotegui:
Duelo por la familia y los seres queridos (separaciones, despedidas, reencuentros)
Duelo por la lengua (aprendizaje de la lengua del país de destino)
Duelo por la cultura (relacionado con las tradiciones y valores)
Duelo por la tierra (paisajes, clima)
Duelo por el estatus social (trabajo, vivienda, contar con documentación legal)
Duelo por el grupo de pertenencia (miedo al rechazo, xenofobia, racismo)
Duelo por los riesgos físicos (peligros que se corren en el viaje migratorio, indefensión)
El migrante puede adaptarse si logra integrar lo que pareciera incompatible: su identidad de origen y la cultura que lo recibe.
Resaltar la importancia que para la integración y adaptación del inmigrante en el país de acogida tiene el llevar a cabo adecuadamente el proceso de duelo migratorio. El impacto del duelo no solo afecta de manera personal y privada en la persona concreta, sino que repercute en su dinámica de pareja y familiar, así como en buena parte de las actividades que éste tiene que llevar a cabo.
Si el duelo migratorio no se resuelve, podría derivar en un duelo patológico, sufrir depresión, estrés postraumático y diferentes trastornos de ansiedad. En los casos en los cuales no se preste la ayuda psicológica necesaria, se producirán cambios más permanentes pudiendo alterar incluso la estructura de la personalidad de la persona afectada.
No es de extrañar que las personas que emigran busquen ayuda social o requieran el apoyo de un psicólogo para sobrellevar las circunstancias que rodean el duelo migratorio. El duelo migratorio suele quedar como un proceso doloroso, íntimo y reservado, no siempre se verbaliza al exterior, ni incluso con las personas más cercanas y de mayor confianza. Esta sociedad occidental que nos hemos dado, si hay algo que no favorece es la expresión emocional de nuestros miedos, temores, perdidas… todo aquello que pueda ser entendido como mostrarse vulnerable o débil, hay que ocultarlo.
Sin duda esto dificulta el propio proceso hay que trabajar en el fortalecimiento de las redes sociales formales informales; fomentar la creación de espacios de escucha y actuar como facilitador de grupos de apoyo de inmigrantes son muchas de las actuaciones que se pueden desarrollar en el marco del duelo migratorio
“Deseo y anhelo continuamente irme a mi casa y ver lucir el día de mi vuelta”. Ulises en La Odisea.
Araceli Aguilar Salgado Periodista, Abogada, Ingeniera, Escritora, Presidenta del Congreso Hispanoamericano de Prensa, Analista y comentarista mexicana, del Estado de Guerrero, México. E-mail periodistaaaguilar@gmail.com
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