La convocatoria a Huelga de hoy, un llamado de alerta!
Opinión Tony Rojas
A modo de introducción quiero apuntar, que la República Dominicana fue y todavía sigue siendo uno de los muy contados países de Latinoamérica y El Caribe, que no fue sacudido por olas violentas de protestas, que dejaron estelas de muertos, de heridos y de daños de incuantificable consideración; como resultado de equivocadas decisiones económicas de sus respectivos gobiernos, que afectaron muy sensiblemente, la calidad de vida de esos pueblos. Me refiero a casos tan sonados como los de Chile, Brasil, Colombia, Perú, Haití, Guatemala, Honduras; etc.
El caso dominicano tuvo una realidad diferente, porque los gobiernos del Partido de La Liberación Dominicana, en ese período, se ocuparon de diseñar y de aplicar políticas públicas en el ámbito social, que permitió ejecutar programas de transferencia económica que implicaron decenas y decenas de miles de millones de pesos , y que favorecieron a cientos y cientos de miles de familias pobres, que vieron mejorar su calidad de vida, y que se pudieron medir por distintas variables, cuyos testimonios aparecen en los informes de organismos internacionales, como el PNUD, UNICEF, el BID, y muchos otros.
Cuando se está en el poder, no siempre se está en la capacidad de entender la lógica de muchos procesos. El poder es mágico. Y lo es porque muchas veces, con él se hacen cosas, que a los ojos de muchos, parecieran casi imposibles. También lo es, por el hecho de que transforma a muchos actores, a tal nivel, que asuntos que puede apreciar la casi totalidad de la gente, no está , sin embargo, al alcance de la comprensión de quienes le toca la responsabilidad de representar a esas grandes mayorías de ciudadanos, en los distintos órganos del gobierno.
He visto y escuchado a muchos funcionarios y a dirigentes del partido oficialista, desde antes del inicio de esta jornada de protesta que ya lleva casi la mitad del tiempo para la que fue convocada, decir hasta improperios contra sus auspiciadores.
En realidad, siento que no están entendiendo el mensaje que se le ha enviado al gobierno, a partir de esta acción; que más que del grupo de dirigentes sociales y populares que la personifican públicamente, es una iniciativa que recoge un alto sentimiento de rechazo de amplísimos sectores de la vida nacional; que sin hacer un aporte militante a dicha actividad, participando directa y activamente en la misma, desde sus hogares reivindican y dan un espaldarazo a los convocantes, por entender que coinciden en el generalizado reclamo contra la criminal política económica que ha implementado el gobierno, que con sus acciones empobrece y sacrifica día por día, aún mucho más, el bolsillo de las capas más vulnerables de nuestro país, y que privilegia y engrosa las arcas de un reducido grupo de familias y de empresarios, que son los grandes beneficiarios de esta desgracia nacional, puesta en marcha desde el 16 de agosto, del 2020.
Pienso que la actividad de hoy, lejos de condenarla, el gobierno debe analizarla y verla como una oportunidad, para verificar y reencausar sus acciones, o parte de ellas. En mi humilde opinión, cantidades inmensas de cibaeños, incluyendo muy buena parte de gente que luchó por llevar al PRM al poder, se identifican en privado, con las motivaciones de este movimiento de protesta, que complace a sus auspiciadores y beneficiarios indirectos; y que por demás, le manda una señal atiemposa a quienes detentan el poder, por si les interesa verla como un espacio para rectificar.
Como he dejado bien establecido, la parte que deben ver los señores del gobierno, y de preocuparle, no son los voceros y los grupos de jóvenes que pudieran estar en la representación pública de este llamado regional; más bien, han de fijarse en las enormes multitudes que no han dicho nada en público , y que constituyen la verdadera preocupación de este aleccionador evento: amas de casa, estudiantes, chiriperos, trabajadores, profesionales, etc.etc.
Pudiera ser este episodio el inicio de futuras jornadas, que de no ser atendidas y respondidas en forma ágil y razonable, se tornen inmanejables; y con saldos de bajas sensibles, personales y materiales, que luego pudiéramos lamentar; tal cual ocurrió hace 38 años, exactamente: 24 de abril del 1984.
Como diría un famoso pensador:
«Quien comete un error, y no lo corrige; comete otro error».
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