LA INCLINACIÓN A LAS GUERRAS
Por Henry Polanco
Las interrogantes dé todos los ciudadanos, ?porque nos inclinamos por el conflicto,o la Guerra o violencia? sí podríamos resolver todo en el amor, y sobretodo el amor al prójimo, está lógica del humanismo dé Herazmo de Rotterdam, no se pudo imponer en el concepto capitalista mundial.
Aunque el actual enfrentamiento europeo se ha robado toda la fanfarria mediática, cómo desinformación, que sirven al mismo patrón.
En el mundo actual se cursan infinidad de guerras de mediana o de baja intensidad de las que la industria comunicaciónal, casi no habla, o no habla, y ni siquiera les importé, lo que pasé, ya que para el mercado, no les resulta factible, que se solucionen tales conflictos, ya que hay que generar siempre un consumidor para nuestra industria armantista.
Entre las grandes guerras existente (con más de 10,000 muertes anuales), guerras civiles, tribales y enfrentamientos armados diversos (con hasta 10,000 muertos al año) y pequeños conflictos y escaramuzas, hoy día se pueden contabilizar 65 frentes de combate: Yemen, Arabia Saudita, Palestina, Isrrael Siria, Birmania, Pakistán, India, Etiopía, Nigeria, Somalia, Camerún, Colombia, Egipto, Libia, India, Filipinas, Israel, Tailandia, Senegal, México, Chad, Por nombrar solo algunos, pero ninguno de estos conflictos bélicos, dónde no se juega una agenda internacional, ni hay a quien corresponda demonizar a ningunos de estos mercados, dónde se les llevás armas.
De la guerra ruso-ucraniana se habla más se habla hasta la saciedad en este momento porque allí se juegan otras agendas; concretamente: el posible nuevo orden internacional, la redistribución de áreas de influencia para los grandes poderes globales.
La guerra, el enfrentamiento, el conflicto violento no es algo nuevo en la humanidad, pero si preocupante dependiendo de quien las haces, en principio las guerras fueron impulsadas por el avance mismo dé la humanidad, ello se ha expresado de distintas maneras a lo largo de toda la historia: «La guerra es el padre de todas las cosas», dijo el sabio griego Heráclito; En «El arte de la guerra» el chino Sun Tzu da orientaciones precisas al respecto, dé cómo hacer y ganar Las Guerras, o quien genera ventajas frente a su rival.
En la tradición musulmana, el combate está presente obligatoriamente, expresando El Corán que «se os ha prescrito que combatáis aunque os disguste»; Thomas Hobbes nos habla del homo homini lupus el hombre lobo para el hombre; la historia fue vista como «altar sacrificial» para Hegel; mientras que para Marx pudo decir que «La violencia es la partera de la historia».
«Tambores de guerra» es una expresión de origen africano, hoy día universalizada, en alusión al anuncio sonoro de un próximo evento bélico.
A todo estos postulados hay que señalar que las guerras, fueron un elemento de avances de la humanidad misma en la concepción de las clases dominantes sobre otras, todo hasta la segunda Guerra mundial, dónde sé alcanzo con ello el dominio de las armas de destrucción masiva, o nucleares, Sin embargo todos los conflictos o guerra desatado luego de 1945, son expresiones de la degradación humana, dé la sociedad, engendrando, destrucción, rescontruccion y Barbaries.
Simon Freud, en respuesta a una carta de otro judío como él atemorizado por el avance del nazismo en la década del 30 del pasado siglo: Albert Einstein, en 1932, en un texto imprescindible conocido luego como «El porqué de la guerra», respondió: «Usted se asombra de que sea tan fácil incitar a los seres humanos a la guerra y supone que existe en los seres humanos un principio activo, un impulso de odio y de destrucción dispuesto a acoger ese tipo de estímulo.
Creemos en la existencia de esa predisposición en el ser humano». A eso Freud lo llamó, en lo que él mismo consideraba su «mitología» conceptual: pulsión de muerte, Sin ningún lugar a dudas, la noción de conflicto y su derivado inmediato: la guerra recorre la cultura humana en toda su historia.
Alguien dijo quizá mordazmente que la aparición del primer ser humano sobre la faz del planeta, el Homo habilis, hace dos millones y medio de años, estuvo marcada por un hecho ya violento: lo primero que crearon nuestros ancestros fue justamente un arma: una piedra afilada.
Sin ánimo de alentar a la guerra ni mucho menos los conflictos; y sin ser apologista de la violencia y ni pretender situarnos en un espacio de lectura crítica de la realidad.
Por lo menos hay que reconocer que todo lo anteriormente dicho no puede obviarse, así sin razonar los entuertos de las contradicciones en la luchas de clases sociales, en su ambiciones dé dominio mundial.
La historia humana se escribe con sangre. Si es cierto que la historia la escriben los que ganan, ello significa que hay una asimétrica relación entre vencedores y vencidos, donde uno pone el guión y otro lo sigue.
Dicho de otra forma: hay relaciones de poder entre los humanos, donde se constata siempre al menos hasta ahora un diferencial de autoridad, es decir quién pone el orden.
Hay amos y esclavos, para tomar la figura ya clásica de Hegel. Con el agregado patético, si se quiere de que el esclavo piensa con la cabeza del amo, lo que tal como lo expresó Karl Marx: lo que sin lugar a dudas, sé imponen, que en cualquier tipo de relación social, la ideologia dominante,es la de la clase dominante.
La historia humana siempre ha sido ese altar sacrificial, siempre anegado de sangre, destrucción, reconstrucion, dé las mismas clases sociales en una concepción más amplia, desdé Egipto, Babilonia, Persia, Grecia, Roma, Constantinopla, Italia, España, Inglaterra, Francia, Estados Unidos,URSS, todos han sido expresiones dé Guerras, lo que algunos idealista se preguntan: que por cierto, porque el conflicto y no el amor incondicional ni la bondad infinita.
Parece que estás no sé encuentran en nuestra constitución, o composición, social y ancestral de lo que llamamos humanidad, la cual sin lugar a dudas ha inculcado grandes valores inquebrantable a lo existencial del individuo como Ser humano, que no es doloroso,e imposible pensar que una contradicción sé deba resolver con el conflicto o la Guerra, y más sí quién las lleva a Cabo no es el destinatario paradigma ideológico que hemos venido siguiendo durante el nuevo orden mundial.
Pero mucho más con las preocupaciones que implica que el nuevo orden mundial,traiga otros amos, y generé otros esclavos, y los antiguos siervos sean libres y esclavicen a los amos anteriores, siempre trae está preocupaciones, las contradicciones y conflictos, para desencadenar las guerras.
Deja un comentario