Productos de la canasta básica familiar incrementan sus precios
Aidee Bone / Aidebone05@hotmail.com / 05/03/2021
Santiago, RD. El panorama actual indica que nos encontramos ante una crisis sanitaria, social y económica. En este punto quiero referirme a la económica debido al inminente incremento que han sufrido los precios de la canasta básica, un tema que tiene escandalizadas a la población.
Visitar un supermercado o un colmado se ha convertido en un terror. Anteriormente salir de compras era considerado como un disfrute por las amas de casa, pero sin duda, en la actualidad se ha convertido en un ¨calvario¨.
Las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO), que hace un seguimiento mensual de los precios internacionales de los productos alimenticios más comercializados, registró un promedio de 116,0 puntos en febrero, es decir, un 2,4 % más que el mes anterior.
Según la FAO las estimaciones de 2019 más recientes muestran que, antes de la pandemia, cerca de 690 millones de personas padecían hambre, es decir, el 8,9 % de la población mundial, lo cual supone un aumento de unos 10 millones de personas en un año y de unos 60 millones en cinco años. A nivel mundial, la inseguridad alimentaria moderada o grave aumentó entre 2015 y 2019 y actualmente se estima que afecta a un 25,9 % de la población mundial (alrededor de 2 000 millones de personas).
Con esto entiendo, que el tema de los incrementos de los precios en los productos alimenticios no se les puede salir de las manos a las autoridades encargadas en el Estado, deben tomar carta en el asunto para que nuestra economía no caiga en declive y esta alta tasa de hambre y pobreza no continúe perjudicándonos.
En su último informe el Banco Central de la República Dominicana (BCRD), informa que el índice de precio al consumidor (IPC) en enero de 2021 mostró una variación de 0.97% con respecto al mes de diciembre de 2020.
El BCRD explica que esta inflación se debe en parte al choque de costos que han afectado la producción local de alimentos y, por otro lado, al resultado del impacto de fenómenos climáticos.
Por su parte, el presidente de la Asociación Nacional de Profesionales Agropecuarios (ANPA), Danilo Severino, afirma que los precios de la canasta familiar han experimentado aumento que van desde un 30% hasta un 100% en las últimas semanas.
Un punto muy importante que hay que agregar a este problema es que, además de la crisis alimenticia los combustibles también han experimentado un incremento de un 38%, otro mal que aqueja la población, situación que dificulta aún más encontrar una solución o tomar cualquier decisión.
Clientes que asisten a supermercado en Santiago consideran que hay un mal manejo por parte del gobierno, otros sostienen que son las secuelas del COVID-19, y otros que es producto del incremento del petróleo.
¨Desde que Salí de mi casa sabía que todo había subido por lo que agregué 2,000 pesos más en el presupuesto de la compra de la semana; antes podía hacerla con 6,000 pesos, ahora tengo que buscar 8,000 y no me alcanzan¨, manifestaron algunos clientes.
Según los reportes de dueños de colmados y encargados de supermercados la asistencia de clientes ha bajado significativamente en los últimos días comparado con el mes de diciembre y principio de enero del año 2021, además, agregan que la gente está al grito por el alza en los precios, situación que les ha perjudicado bastantes en las ventas diarias de los negocios.
La realidad es que todos estos problemas en conjunto aprietan aún más la situación, y para corregir este mal que nos embarga, algunos clientes sugieren, reactivar el sector agropecuario, es decir, que podamos producir nuestros propios productos y alimentos, y sobre todo establecer un control de precio, como el que existía antes, con el cual las autoridades puedan imponer montos determinados para las mercancías dentro del mercado, con la finalidad de mantener la disponibilidad de los productos para todos los consumidores, y así evitar una inflación durante periodos de crisis o escasez.
Otra solución podría ser, crear un plan de contingencia para minimizar las consecuencias negativas que ha traído esta pandemia. No es nuevo que los gobiernos tienen serios problemas con los que le toca lidiar en conjunto con los que hoy se avecinan. Aunque cabe resaltar que la crisis económica sin precedentes que estamos enfrentando amenaza con la vida y medios de subsistencias, haciendo incluso más difícil el logro de cualquier meta.
Pero no se puede tener miedo, hay que renovar la confianza y empezar a invertir en nuevos proyectos, se sabe que con la llegada de esta pandemia ha sido un golpe devastador para nuestra economía, pero ante una amenaza como esta es hora de reunir fuerzas y atacar el mal de raíz. No podemos ¨dormirnos en los laureles¨, es un compromiso de todos trabajar para retornar hacia la normalidad y mejorar la situación. Es tiempo de crecimiento de poner a desarrollar todas las actividades productivas aun conservando los protocolos de rigor para llegar a la ambulancia.
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