EL TRUMPISMO, FETISCHISMO Y PENSAMIENTOS
Hace exactamente cuatro (4 ) años que llegó Donald Trump al poder de la Nación Más poderosa de la tierra, y con ello el trumpismo que desde todas las perspectivas rompió con los parámetros de todos los protocolos y visiones de los expertos, que no esperaban que la propuesta electoral de Trump prosperara en los paradigma de la Nación líder del modelo globalizado del neoliberalismo.
Desde sus propuestas electorales en las redes sociales, motorizadas por grupos Pseudo patriotas que habían permanecido ocultos en los laberintos del gran gobierno democrático del planeta, sin poder enfrentar la democracia de World street, y los Gánsteres petroleros del mundo, estos patriotas llegaron para hacer: Make America Great Again.
Para colmos de los colmos, Trump dice que se va del poder,pero que volvera de alguna manera, y que fue el único presidente de Estados Unidos que no inició ninguna guerra, algo que repiten parte de sus seguidores internacionales de los grupos sociales de Trump y del modelo norteamericano.
Pero si no la inició, ninguna guerra, tampoco hizo nada para terminarla, todos los conflictos fueron profundizados y llevados a límites extremos, tales son los casos de Siria, Irán, y la situación Palestina israelí, que ha costado miles de vidas, en la agresión permanente del modelo norteamericano.
Como corrientes de pensamiento, el trumpismo hace uso de las emociones más que de la racionalidad, Estimula la confrontación y el lenguaje bélico.
Divide la sociedad entre un “nosotros” y un “ellos”, lo que genera una polarización, que se alimenta del enfrentamiento, del enemigo y del desconocimiento del otro.
El trumpismo utiliza la provocación, los insultos y el bullying contra cualquier colectivo social. Sean minorías raciales, mujeres o inmigrantes. e incluso sectores económicos importantes del sistema y científico de la Salud.
Aplicando la aporofobia, como señala Adela Cortina, en su libro que no es mas que lo que alimenta el rechazo a inmigrantes y refugiados. No se les rechaza por extranjeros, sino por pobres,algo que encontró eco enseguida entre varios individuos en el nacionalismo europeo y el patio trasero de Latinoamérica.
El trumpismo nació y se ha desarrollado en la era de las redes sociales y hace uso con frecuencia de las posverdades y de las Fake news.
Como uno de los mejores canales de promoción mundial, así como otros medios que estaban al tanto y protegían el auge del Trumpismo, Su mejor paradigma, para posesionarse en el escenario político, es la verdad subjetiva y su lenguaje son los iconos, emoticonos y emojis.
El trumpismo es atractivo y llama mucho la atención, porque se hace presentar contra el establishment, contra las elites y contra los “recién llegados.
Es así que se manifiesta abiertamente contra la globalización financiera, digital, logística, política, étnica y religiosa y abogan por la defensa del Estado nación, de su cultura, su idioma, los puestos de trabajo y de su credo nacional.
Para el trumpismo todo es culpa de los extranjeros, que están en todas partes y compiten por un puesto de trabajo, con aspecto diferente, hablan idiomas extraños y profesan religiones que en la mayoría de los casos son infames o incluso peligrosas.
Plantea que, para que un país sea grande y robusto, lo primero es proteger a los nacionales, de cualquier clase o estamento social, el territorio, el idioma, las tradiciones y la cultura ante la avalancha o los tsunamis de extranjeros y de cualquier “espécimen raro”, vengan de donde venga, especialmente sin son terroristas islámicos, gente de color amarillo o negro.
Para los Trumpistas hay que eliminar los izquierdistas o comunistas por ser ateos y fracasados, y como tal antidemocrático contra el propio Estado Nacion, una Concepción que encontró muchos seguidores también en el mismo ámbito, se dieron golpes de Estado, y se eliminaron personajes enemigos, más se les confiscaron bienes a las naciones a través de Sanciones ilegales.
En la Concepción Trumpistas se deben derrocar gobierno por las vías más vulgares y no hay reconocimiento para nada de ninguna soberanía nacional que no sea la del American Gray, nadie deberá caminar fuera de eso.
El pensamiento Trumpistas es una corriente que deja algunas melancolía por América Latina ya que muchos de los demócratas de nuevos cuño, vieron en está versión la posibilidad de hacer posible que sus pueblos se mantengan alienados a propósitos xenófobo de hace siglos, que manejan desde un periplo histórico, algo que no cristalizó en Venezuela y Cuba, y que Nicaragua y Bolivia vivieron muy de cerca.
Por eso, aunque Joe Biden ganó ciertamente, no obstante, también triunfó el trumpismo, consolidado ya como una corriente de pensamiento y por tanto, es un deber tenerlo en la agenda, de la que nunca ha sido cerrada completamente.
El creador del trumpismo desde un principio habló de que los inmigrantes mexicanos “traen drogas, crimen, son violadores y por tanto hay que construir un muro para contenerlos”,
El 13/10/2020, al referirse a los disturbios desarrollados en ciudad de Portland contra las atrocidades cometidas a partir del 12 de octubre de 1492, Trump calificaría a los manifestantes de “tontos” y » animales» que deberían “ser puestos en la cárcel”.
Dentro de sus extensiones de pensamiento están el Brexit en 2016 se dijo: “basta de extranjeros en Reino Unido; la inmigración es la gran plaga que la Unión Europea ha traído al país”.
Otra que se identificó con el Trumpismo es la francesa Marine Le Pen dijo también que: “Hay que expulsar a todos los fundamentalistas extranjeros”
El 24/01/2020, en Brasil, “Jair Bolsonaro el.delirio loco,»diría: «El indio es cada vez más un ser humano como nosotros. Entonces, vamos a hacer que el indio deje ser.salvaje y se integre en la sociedad y sea realmente dueño de su tierra indígena”.
Ante el resultado electoral del 18/10/2020 en Bolivia, se desataron los demonios del desprecio, con los seguidores y dirigentes del nuevo partido conservador extremista español el BOX, de los indígenas bolivianos eran unos cretinos
Así el pensamiento Trumpistas se exparse por el mundo y aprovecha la globalización de las ideas para el nuevo orden trumpiano.
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