EEUU HERIDO POR EL COVID-19 Y LA AUSENCIA DEL LIDERAZGO
La crisis Sanitaria en la primera Potencia mundial es espeluznante, los datos arrojados por la Universidad Johns Hopkins, son un verdadero escándalo a nivel mundial, que sólo puede pasar en el arrogante y prepotente, e orgulloso, Estados Unidos de América, con ese gran poder manipulador y sobervio que caracteriza el sistema imperial mundial, Miemtras que el virus obligó a millones de personas a cubrirse la cara, le quitó la máscara a muchos de nuestros líderes mundiales, y destapó la vulnerabilidad real del mundo post guerra fría.
El caso más llamativo fue el de Donald Trump en su calidad de presidente del país más poderoso del planeta, tras terminar 2019, algunos analistas de Estados Unidos, incluido el profesor Allan Lichtman,cuyo modelo había predicho correctamente los resultados de todas las elecciones desde que lo diseñó hace casi cuarenta años, creía que el 2020, sería el año de la reelección del republicano para un segundo mandato.
La economía iba bien y pese a los excesos de Trump había señales de que podía ganar las elecciones y seguir la rutina hueca de América Gray against,algo que parecía el renacer del liderazgo autoritario y fanfarrón en el mundo contra los nuevos comunistas chinos, y los aliados Rusos, más las retretas de Sanciones contra países no alieneados a Washington, pero la COVID-19 llego y amplió el tamaño de los defectos de Trump, y los aliados de su estilo y discursos, amenazantes y soberbio. Un pecado grave en la creencia cristiana.
La enfermedad lo mostró como alguien carente de la empatía más básica, no canalizó ni una sola vez la ansiedad o el duelo que sentía el país mientras la cifra de muertos no dejan de aumentar, los contagios son altísimos batiendo todos los récords, y golpeando a una población como si estuviéramos frente a un país cualquiera.
Lo hizo quedar como alguien deshonesto que insistía en que el virus estaba a punto de «desaparecer», como un «milagro», que «se esfumaría» cuando aumentara la temperatura, que se estaba «diluyendo» o que Estados Unidos estaba a punto de pasar página cuando el virus seguía rompiendo récords de contagio, y continúa con unas cifras horrendas tras las celebrada elecciones, demostrando un liderazgo de facciones y no de unidad nacional, algo que contradice la cultura política de esa nación.
Trump también puso de manifiesto su desprecio por la ciencia, contradiciendo y socavando de manera habitual a los médicos que lideraban la respuesta del país a la COVID-19, incluyendo al doctor Anthony Fauci, el experto en enfermedades infecciosas que lideraba su equipo médico y uno de los rostros de este 2020, en cada aparición de principio de este año ironizaba contra la realidad, atribuyendole la culpa a China.
DonaldTrump pidió a sus partidarios que se liberaran de los confinamientos de algunos gobernadores y alcaldes de grades ciudades, en las muchos salieron a.manifestarse,como New York, California entre otros, mientras el virus campaba a sus anchas. Estaba convencido de que la buena situación de la economía le daría la victoria en noviembre. Estaba decidido a fingir que la vida podía seguir su curso como si nada sucediera.
Que las mascarillas y la distancia social eran innecesarias. Siguió repitiendo el mensaje incluso cuando se contagió y tuvo que ser hospitalizado en octubre tras un evento de supercontagio, en la Casa Blanca en el que no se tomaron precauciones.
La poca sensibilidad y falta de respeto hacia los hechos y hacia la ciencia han sido siempre una de las señas de identidad de Trump. Pero la COVID-19 reveló con mayor claridad las consecuencias letales de su comportamiento al mismo tiempo que se confirmaba la fractura que atraviesa Estados Unidos, lo que ha herido la prepotencia y arrogancia antes sus competidores.
Un país en el que ponerse mascarilla podía convertirse en un manifiesto político y cultural, republicano o demócrata, Trump o Biden, teoría de la conspiración o ciencia. Es así que, han seguido muriendo estadounidenses hasta llegar a superar los 3.000 fallecidos diarios a principios de diciembre, un Pearl Harbor al día, un 11 de septiembre al día, pero aún peor es.que han superado cualquier baja bélica o de civiles en menos de un año.
Para cuando termine el año habrán muerto más 330.000 personas en el país, algo espantoso, que sólo la India y el Brasil de Bolsonaro trabajan para imitar, con casi 200, 000, muertos. En conflicto bélico en la Segunda Guerra Mundial En batalla, Estados Unidos tuvo 292.129 bajas y 139.709 desaparecidos en acción,y en Vietnam el conflicto de mayor dolor de cabeza se habla de 58, 000,.bajas todos ellos en el tiempo que duró el conflicto, mientras que el COVID-19, es en menos de un año.
La economía dejó de crecer, incluso se retrajo. Los índices de aprobación de Trump se resistieron a subir. La importancia de un buen líder, ha sido sólo el ejemplo más llamativo de una tendencia identificable por todo el planeta.
Estos gobernantes Populistas que lo han apostado todo a contradecir a los expertos e imaginarse liberados de cualquier responsabilidad ante los hechos y a los que les ha ido muy mal frente a una amenaza tan real como este virus.
Una amenaza que no desaparecía con un mitín político, un insulto ni una broma. Antes de que la pandemia sacudiera el mundo, la canciller Angela Merkel era reconocible por su aprecio por una tecnocracia tranquila, en contraste con el estilo de líderes como Boris Johnson, que han dependido más de eslóganes y mitos, mucha retórica y promesas más que buena gestión.
La pandemia ha hecho más evidente el contraste. Mientras Italia anticipaba lo que se venía encima con el virus, Johnson seguía pavoneándose, dando manos y autorizando eventos masivos, ya fueran deportivos o musicales.
Todos los científicos del país sabían que el confinamiento tendría que suceder antes o después. El Gobierno decidió que fuera después. Ese retraso, que pudo haberse evitado, habría salvado al menos 20.000 vidas.
Así lo afirma el profesor Neil Ferguson del Imperial College en Londres, todo esto demuestra que Estados Unidos y aliados sólo lo salva Estados Unidos, si el nuevo gobierno que se instale no toma medidas responsables y dejen de ver al culpable en otras region, el mundo seguirá atemorizado, porque cada año hay un invierno y un verano, y los comienzo de la primavera, estadounidenses se definen con recursos y con algo que a ellos lo hacen en grande, es apostar por la ciencia, y no por la politiquería, irracional y psicópata, para garantizar el control mundial.
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