La República Dominicana y las elecciones del 5 de julio para América Latina
Por Henry Polanco
La Democracia es una forma de gobierno en la que el poder recae en el conjunto de la ciudadanía, que elige a sus representantes a través del voto libre.
Sobre el papel suena muy bien, pero en la práctica no siempre funciona como debería: la corrupción política o la desinformación del votante medio son algunas de sus principales amenazas a libre expresión y dijera en su frase el tocayo estadounidense Henry Ford.
No niego los derechos de la democracia; pero no me hago ilusiones respecto al uso que se hará de esos derechos mientras escasee la sabiduría y abunde el orgullo. (Henry F. Amiel).
La República Dominicana será escenario de las primeras elecciones presidenciales en medio de la pandemia del COVID-19, la cual afecta a todo el planeta tierra y por consecuencias serias el ejemplo a imitar en la región latinoamericana en medio de crisis electoral salpicadas de debilidad institucional.
República Dominicana tendrá elecciones presidenciales y congresuales el 5 de Julio, las cuales debieron celebrarse el 17 de mayo según el calendario constitucional y el reglamento electoral establecido, pero debido a la crisis sanitaria debió posponerse el evento que se encargará de escoger las autoridades ejecutivas y parlamentarias para el próximo cuatrienio.
No ha sido nada fácil ponerse de acuerdo para posponer el evento para el país caribeño que más emociones despiertan en los ciudadanos cada cuatro años, casi el mismo que despierta su torneo de pelota cada invierno.
Pero Realmente República Dominicana no es el único en la región que debió posponer sus eventos electorales durante esté años y aunque existen muchas diferencias entre cada uno de los países que tendrían elecciones presidenciales y congresuales también han tenido verdaderos contratiempos.
El caso de Bolivia y Venezuela es un elemento importante para determinar las condiciones y crisis internacionales que vienen viviendo esos países y que debieron celebrarse elecciones para elegir la nueva asamblea nacional de Venezuela y el caso que más tratan de opacar es el del gobierno de Facto de Bolivia.
objetivo de aquellos que administran hoy a Bolivia resulta evidente: restaurar plenamente el proyecto neoliberal, a través del apoyo que le está brindando Estados Unidos con sus organizaciones gubernamentales en temas sociales y de combate a las drogas.
Además del trabajo del Fondo Monetario Internacional (FMI) y los préstamos (en este caso la aprobación de 327 millones de dólares durante el mes de abril) que suelen hipotecar el futuro de las naciones exigiendo ajustes estructurales, privatización de las empresas públicas, disminuir el tamaño del poder del Estado entre otras demandas.
Tal idea lleva aparejado el favorecer a los grupos económicos bolivianos y transnacionales: financieros, comerciales, terratenientes y al mismo tiempo, otorgar franquicias favorables, a las empresas extranjeras vinculadas, fundamentalmente, a la industria petrolera y minera, que vuelven a convertir a Bolivia en un botín de guerra.
Y es precisamente lo que afirma el filósofo Ford en su apreciación de la democracia un régimen dictatorial perpetrado por perversos que atreves de la prensa mediática impone un modelo mercado por las violaciones de los derechos civiles y ciudadanos y con la complicidad de la comunidad internacional y las cadenas de desinformación para impedir la libre expresión del supuesto sagrado derecho universal de elegir y ser elegido.
Ahora no se escuchan las críticas, sino, los lamentos de los pueblos oprimidos y devorados en medio de la crisis del Coronavirus, que ahogan a la población más vulnerable de la región, como Bolivia Brasil Colombia Chile.
No hay una frase que defina mejor la democracia representativa burguesa que no sea. “Sería una necedad pretender que el pueblo no pueda cometer errores políticos. Puede cometerlos, y graves. El pueblo lo sabe y paga las consecuencias; pero comparados con los errores que han sido cometidos por cualquier género de autocracia, estos otros carecen de importancia».
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