Solidaridad frente a la desventura detrás de la cuarentena y el toque de queda.
Cuando el bienestar no es compartido, existe el deber de morirse de hambre.
Somos un país rico en recursos con millones de hermanos pobres, y las actuales circunstancias nos muestran un clima inhumano y de desesperación para un grupo de esa población que lamentablemente vive el día a día la penuria y la desventura de haber nacido.
Es fácil mandar las personas a trancarse durante 15 o 40 días en sus casas, y realmente no tenemos alternativas, es lo más correcto y recomendable con la desgracia que ha tocado a nuestras puertas, el COVID19. Pero pensemos en esos cientos de miles de familias que viven de lo que encuentra en las calles, en el día a día, y que, aun así, en situaciones normales, a pena alcanzan el sustento diario, es difícil su situación.
Con razón en los mercados, aunque llenos de bacterias y otros males, nuestras clases más desposeídas no piensan dos veces para enfrentarse no solo al COVID 19, sino a la misma muerte y a cualquier otra cosa, pues no hay nada en la vida como tener hambre, y ya en nuestro país se popularizó hace un tiempo, desde la misma política, el lema, “Comer Es Primero”, no obstante, esas familias (800 mil según el gabinetes de políticas sociales, hasta el 2016) hoy más que nunca ven comprometido el sagrado derecho a alimentarse, debemos pensar en ellas en este momento de angustia y desesperación.
Se preguntarán los ricos, los políticos y los no tan ricos, ¿Como viven en los barrios? ¿Podrán alimentarse? Existen muchos que están enfermos, madres solteras, familias con 4 y 5 hijos que se levantan y no saben que van a comer, ¿Merecen esos miles de hermanos vivir estos días bajo esa condición?
Según el ministerio de agricultura producimos el 85 % de lo que se consume en el país, es decir somos autosuficientes, de manera que, el gobierno solo necesita una mejor organización para garantizar que la alimentación les llegue a esas familias y no esa mísera ración que he visto en las redes y que no alcanza para el primer día.
El Estado a través del SIUBEN tiene una base de datos con los dominicanos más pobres y por esta vía debe y junto con las escuelas garantizar la alimentación a esas más de 800 mil familias que tanto la vicepresidencia como el ministerio de Educación a través de directores y profesores saben quiénes son.
Productos básicos para la alimentación en cuarentena
La entrega que el Estado debe garantizar como mínimo debe ser lo siguiente: un saquito de arroz de 25 o 50 libros, un galón de aceite, 1 o 2 salami, un cartón de huevos, una funda de avena, una funda de leche, una funda de chocolate y algo de dinero adicional para comprar otras cosas que le hagan falta y ese dinerito se puede depositar a través de solidaridad, esto podría representarle su sobrevivencia por 15 a 40 días y evitar que esta desgracia sea peor.
El presidente, Danilo Medina ha trabajado bastante con los sectores pobres y sabe sus necesidades, ese trabajo se expresa a través de los CAIPI, CAFI, INAIPI, la misma visita sorpresa, entre otros proyectos que han sido diseñados para esa población y este es un momento para darle las manos con mayor fuerza y voluntad.
Productos básicos para su salud y enfrentar el COVID19
En esa misma entrega debe ser enviada la cantidad necesaria de mascarillas para esos días de cuarentena, jabón para higienizarse, guantes desechables, pasta de dientes, esto incluso, con una carta con la importancia de ¿Por qué quedarse en casa? Y diciéndole que “pase lo que pase el gobierno estará con ellos”.
La desventura de esa gran mayoría.
No sé cómo esa minoría que históricamente ha disfrutado de las riquezas que le brinda el pueblo dominicano a través de los recursos del Estado y de la misma mano de obra barata, ni en momento como este piensa en las implicaciones a futuro que representa lo que hoy sucede en nuestro país y el mundo, no se dan cuenta de la penumbra y sufrimiento de esas familias que día a día salen a trabajar para echar delante la República Dominicana y hoy lo poco que reciben saben que no le alcansa para quedarse 15 días en casa.
No me refiero sólo a los políticos, quizás son estos los que más han aportado, aunque hay decenas de políticos y familias que tienen miles de millones, y para ellos no sería un sacrificio al menos una vez en la historia devolverle un poco de lo mucho que le ha dado el pueblo dominicano.
Es lamentable ver en los medios el debate sobre la prueba gratis o el aumento de los productos de primera necesidad, se están jugando con un pueblo que está cansado de sufrir, pero que aun se mantiene dormido por las dosis de alienación que día a día le transmiten a través de mensajes de políticos y empresarios, pero les recuerdo que en situaciones como ésta no lo hagan despertar, por que no alcanzaran los ahorros e inversiones de décadas para frenar el monstruo que duerme en esos millones de almas nobles.
Los recursos; el papel de los partidos y los empresarios ante esta situación
Los partidos políticos deben renunciar al 25 % de la asignación presupuestaria no solo de este año, sino durante los próximos 4 años y que eso sea garantía para mitigar esta desgracia, a eso le agregamos la disminución en un 25% al excedente del salario de todo aquel que gane por encima de 100 mil pesos, solo por los próximos 3 meses. Además, aportaciones de las empresas y empresarios que día a día se benefician de la mano de obra barata.
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