CRONOLOGÍA Y ESTRATEGIA DE LAS POLÍTICAS IMPERIALISTAS EN UN AÑO
Por Henry Polanco
Hace un año atrás la embestida mediática de Washington lanzaron una feroz guerra contra los trabajadores de América Latina y sobre todo contra Venezuela, los medios masivos de comunicación se plegaron al reacondicionamiento de promover la agenda de Washington en la región con la manipulación más vulgar y faltas de objetividad posible, Todos pedían a boca abierta la crucifixión de los gobiernos de Venezuela, Nicaragua, Cuba, y porque no Bolivia como la afrenta contra la hegemonía política norteamericana y el mal ejemplo contra los gobiernos ultraconservadores y genuflexos que circulan junto a EEUU
La conformación del grupo de Lima era la Nueva estrategia de espada contra las ideas de Bolívar, Martí, Chávez, zapata y Fidel. Hoy el Cártel de Lima se derrumba como estrategias de peso en el continente dejando una estela de frustración, descontento y corrupción alrededor de los roedores de la democracia. No es que hayan cesado las amenazas, ni las acciones delictivas contra los pueblos latinoamericanos. En realidad, estas pueden intensificarse. Pero la frase con la que se despachaba a quienes promovían la justicia social se torna ridícula: la era de los pueblos apenas empieza.
El presidente peruano disuelve el Congreso (2019), que lo adversa, y nadie lo cuestiona. Son puras intrigas palaciegas. Silencio en la OEA: no es Venezuela por cierto es una democracia cristiana y de cara a los intereses del petróleo. En Ecuador, el traidor sigue los consejos del FMI: el pueblo sale a las calles y el ejército lo reprime (2019). Silencio en la OEA: no es Nicaragua, ni Venezuela, ni Cuba. En Honduras, el hermano del presidente es acusado de narcotráfico. En Chile, Piñera, siempre seguro y sonriente, afirma que su país es un oasis de paz para los explotadores. Eleva el precio del transporte en unos insignificantes cinco centavos.
Es la gota decisiva en la copa llena: el pueblo se desborda. Y el ejército confunde las fechas: actúa como si viviésemos en 1973, y no en el 2019. El fantasma de Pinochet se pasea por las calles. Silencio en la OEA, ¿o, más bien, desconcierto?
Una tímida condena de la Bachelet, que antes había sido implacable con Venezuela, desde su cargo en Naciones Unidas. Mario Vargas Llosa alguna vez escribió, orgulloso, un artículo sobre la democracia en Chile titulado “Bostezos chilenos”: “En el debate entre Michelle Bachelet y Sebastián Piñera, que tuvo lugar pocos días antes del final de la segunda vuelta, había que ser vidente o rabdomante para descubrir aquellos puntos en que los candidatos de la izquierda y la derecha discrepaban de manera frontal.” No hablaba propiamente de la izquierda, sino de Lagos y de Bachelet.
Hablaba sin proponérselo que nada cambiaba en ese país desde que Pinochet lo entregó amarrado y amordazado. Treinta años de continuismo pinochetista. Ahora el pueblo exige que se derogue la Constitución de Pinochet, y Piñera trata de engañarlo con promesas y pactos a sus espaldas, pero no puede contener la ira popular.
El Ejército amenaza con el cuartelazo.
La prensa trasnacional busca explicaciones. Si todos saben que la subversión y los golpes de estado de la derecha en los países latinoamericanos se fraguan en las embajadas estadounidenses, ¿por qué no decir que la rebelión de esos pueblos contra sus opresores es conducida o financiada por las embajadas de Venezuela y de Cuba?, ¿por qué no decir que el Foro de Sao Paolo es la Familia siciliana que planifica las revueltas populares, como si se tratara de una agencia mafiosa al estilo de la CIA? El ladrón cree que todos son ladrones, y el lector adocenado, que el robo es un imperativo biológico en los seres humanos.
Pero The New York Times no puede ocultar toda la verdad: “La ira de los manifestantes nace de las frustraciones de la vida cotidiana. Los chilenos viven en una sociedad de disparidades económicas extraordinarias (22 de octubre de 2019). ” Trump “roba” con desenfado. No se disfraza, no disimula. Imparte órdenes a su autoproclamado peón en Venezuela. Vocifera, gesticula, tuitea, para que todos sepan que él es el Padrino.
Aun así, allí donde el imperialismo no puede impedirlo, resurge la izquierda: López Obrador triunfa, por fin, en México, de manera arrolladora (2018), y en Colombia, Gustavo Petro alcanza cifras de votos impensables (2018) para un país donde impera la ley del paramilitarismo. Macri es barrido en Argentina por los Fernández (y Cristina regresa como vicepresidenta) (2019), Lula es excarcelado (2019), al menos momentáneamente, ante la ausencia de pruebas, y la presión popular y Evo gana las elecciones en Bolivia.
Nadie había mencionado a Evo en los últimos meses. Bolivia tenía los mejores indicadores de crecimiento económico del continente. El tigre agazapado, inmóvil, tensos los músculos para el salto, esperaba por las elecciones. ¡Fraude! era la contraseña convenida, porque la jugada estaba minuciosamente descrita en grabaciones de audio, en las que los Camacho y los Meza conspiraban con sus jefes, Marcos Rubio y Bob Menéndez.
¿Será a esos “cubanos” a los que se refieren cuando hablan de intromisión en los asuntos internos de otros pueblos? El tigre salta, y muerde la yugular de la democracia boliviana. Ángela Merkel y Evo Morales gobiernan desde 2006, pero en Alemania nadie dice “too much”. Evo ha ganó las elecciones, y había ha obtenido el 10 por ciento que lo exonera del balotaje. Pero la OEA circunspecta, sin argumentos en su promocionado informe (que nadie lee), declara consumado el fraude previamente acordado.
Evo es un “indígenas”, ¿qué hace gobernando un “indito” cocalero en un país donde hay blancos y ricos, aunque sean minoría? El ejército le dice: vete, pero para los genuflexos y lacayos eso es legal hasta ha designado a un tal Quiroga que gobernó ese país y fracasó en lo político y económico, pero lo manda el Rey León Lenin Moreno, el traidor de Ecuador, y la autoproclamada golpista en Bolivia expulsan a los médicos cubanos que habían salvado miles de vidas. Siguen la pauta del golpista Bolsonaro.
Y los organismos internacionales apagaron las luces y el teatro sigue en pie los oportunistas aprovechan no habían tenido suerte con las profecías de Bolton y Pompeo el juego estaba trancado y Macri ya no es la gran cosa, los Kirchner y peronistas los barrieron y ahora cunde la duda la confusión y Pompeo promete ayuda antes la rebelión de los pueblos contra los gobiernos abusadores y entreguistas , contra las sanguijuelas que desangran las arcas del Estado latinoamericano y de nuevo resurgen Bolívar, Chávez, Martí, Fidel, y los pueblos vuelven a buscar su identidad y paradigma bajó las represión y la Sangre, los pueblos avanzan
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