ISFODOSU y SOECI se unen en excursión a lugares históricos
Santiago, RD: Con la colaboración y participación entusiasta de la Sociedad Ecológica del Cibao (SOECI), la dirección de extensión del Instituto de Formación Docente Salomé Ureña (ISFODOSU) organiza excursión a varios lugares históricos de la República Dominicana.
La actividad coordinada por el Dr. Tomás Núñez, director de extensión del Recinto Santiago Emilio PrudHomme, facilitó un recorrido por lugares poco conocido en el país, pero con un valor histórico incalculable.
El recorrido salió desde Santiago y tuvo una primera parada en el Recinto Santo Domingo, Féliz Evaristo Mejía, del referido Centro de estudio, para disfrutar de un suculento desayuno y de ahí partir a las ruinas de ENGOBE, un lugar único, declarado patrimonio de la humanidad por la UNESCO, el recorrido continuo por el Monumento a los Héroes del 30 de mayo ubicado en Boca de Nigua en San Cristóbal.
Después el recorrido continuo por las ruinas del INGENIO DIEGO CABALLERO localizado en la misma localidad y para terminar las visitas en el INGENIO BOCA DE NIGUA que junto al diego Caballero y las ruinas de Engombe son patrimonios de la humanidad por ser los primeros ingenios que a partir del siglo XVI se instalaron en el Nuevo Mundo.
El recorrido contó con la participación de empleados, educadores, ecologistas de la Sociedad Ecológica del Cibao (SOECI) e invitados especiales y acompañado del maestro, Director de extensión de la sede, Apolinar Méndez, quien sirvió de guía y mostró profundo conocimientos de los lugares visitados; esta excursion es una clara evidencia de una verdadera labor de extensión del centro de educación superior.
Belkis García, presidente de la SOECI agradeció la invitación y dijo que este es el inicio de grandes cosas junto al ISFODOSU, otros miembros de la institución ecologista también agradecieron al ISFODOSU y en especial a Tomás Núñez director de extensión.
Breve descripción de los lugares visitados:
Ruinas de engombe
Como se pudo observar este lugar consta de una casa de dos pisos utilizada por el propietario del ingenio y su familia, una pequeña capilla, una construcción adicional que pudo haber sido utilizada como almacén o galpón de esclavos, restos de lo que se cree fue el trapiche y varios restos dispersos en el entorno.
Según los datos del ministerio de Cultura, “el Ingenio de Engombe es uno de los más importantes ejemplos del patrimonio industrial dominicano de tiempos de la colonia. Estuvo destinado por varios siglos a la fabricación de azúcar de caña. El área correspondiente a las ruinas ocupa unos 5.91 kilómetros cuadrados”.
“De toda la propiedad se destacan la gran casa de dos niveles plantas y la capilla, únicas de todo el conjunto que han sido restauradas. Ambas estructuras fueron construidas en piedra, siendo la capilla la única cuyo techo ha sido restaurado. Se encuentran actualmente en buen estado de conservación”.
Historia
Los datos oficiales obtenido de la página del Ministerio de Cultura nos ofrecen la siguiente reseña:
Las primeras noticias de la existencia del Ingenio de Engombe provienen de documentos fechados entre 1533 y 1536. Para este último año, la propiedad ya estaba en funcionamiento produciendo una buena cantidad de azúcar, contándose entre sus trabajadores 20 españoles y más de 120 esclavos africanos. Además de amplios terrenos cultivados de caña de azúcar y frutos diversos, éste incluía también varias haciendas dedicadas a la ganadería. Sus primeros propietarios fueron Esteban Justinián y Pedro Vázquez de Mella.
Según el cronista Gonzalo Fernández de Oviedo, para 1546 los sucesores habían enfrentado problemas para continuar con la producción y el ingenio fue cerrado debido a la escasez de agua y a la falta de canal o acequia para llevarla desde el río Haina hasta las instalaciones. Uno de los herederos, Juan Bautista Justinián, decidió más tarde hacerse cargo de la propiedad e instalar un trapiche movido por caballos cuya producción superó con creces la anterior.
En 1932 las Ruinas de Engombe son declaradas Monumento Nacional a través de la Ley No. 293, del 13 de febrero. En 1946 la propiedad es adquirida por Héctor Bienvenido Trujillo, hermano del dictador. Ocurrido el terremoto del 4 de agosto de ese mismo año se registra el derrumbe de la galería superior de la vivienda principal. Habrían de transcurrir unos 17 años para que el antiguo ingenio despertara nuevamente el interés de las autoridades.
En el año 1964 la propiedad es donada por el Estado Dominicano a la Universidad Autónoma de Santo Domingo (UASD). Allí se funda la Finca Experimental de Engombe, dedicada a la producción agropecuaria como complemento a la labor académica de la Facultad de Ciencias Agronómicas y Veterinarias de dicha universidad. Luego de años de constantes invasiones de terreno, la UASD inicia en el 1989 la lotificación de una parte de Engombe próxima a las ruinas, la cual fue dividida en solares de aproximadamente 300 metros cuadrados que fueron vendidos a sus profesores y empleados.
La más reciente intervención de las estructuras del ingenio se inicia en el año 2009, en especial de la capilla de Santa Ana de Engombe, como parte de las obras de la puesta en valor del Parque Mirador del Oeste. El entorno natural fue además adecuado para la visita y la recreación con iluminación, mobiliario apropiado y senderos ecológicos. En la actualidad, las ruinas son visitadas por un gran número de personas particularmente los fines de semana y días feriados.
Ingenio Boca de Nigua
Los datos obtenidos de la página oficial del ayuntamiento de San Gregorio de Nigua dan cuenta que, este ingenio es una infraestructura colonial que se construyó a mediados del 1600 para el procesamiento de azúcar, donde predominaba la utilización de mano de obra esclava.
Las ruinas forman parte de un conjunto de obras coloniales, entre las que se encuentran Las Ruinas del ingenio Diego Caballero, y la Iglesia San Gregorio. Esta edificación, propiedad del duque de Aranda, es una construcción que data del siglo XVI y forma parte esencial de los primeros ingenios coloniales de América, época en que la isla estaba bajo el dominio español.
El antiguo ingenio de Boca de Nigua fue declarado por la Organización de las Naciones Unidas (Unesco) como Patrimonio Cultural de la Humanidad, dentro del proyecto “Los primeros ingenios coloniales azucareros de América”, en el año 2005, en la actualidad solo se ven sus escombros y piedras. Poco queda del lugar donde se protagonizó la histórica rebelión de los negros esclavos contra los españoles, en el año 1796.
El histórico ingenio está localizado en el municipio San Gregorio de Nigua, provincia San Cristóbal, rodeado, al este por el arroyo Agua Dulce y las secciones Ingenio Nuevo y Sainaguá,al norte por el Arroyo Seco y la sección Hatillo y al sur por el mar Caribe.
En el lugar se celebraba, de manera religiosa, el “Festival de Cimarronaje”, el 30 de octubre de cada año hasta el 2010, cuando dejaron de realizarlo.
La soledad y el silencio son los únicos anfitriones, ellos dan la bienvenida y acompañan al visitante en todo el breve recorrido. La zona es boscosa y fresca y a juzgar por las condiciones de la grama, las brigadas de limpieza y acondicionamiento cumplen con su tarea.
Junto con el ingenio de Diego Caballero, ingenio de Engombe, ingenio de Palavé, ingenio Nuestra Señora de Monte Alegre o La Duquesa e ingenio de Sanate, fue nominado por el Ministerio de Cultura ante la Unesco como patrimonio mundial dentro del proyecto Los primeros ingenios coloniales azucareros de América.
Ingenio Don Diego Caballero
El Antiguo Ingenio de Diego Caballero es un conjunto de estructuras y edificaciones que durante la época de la colonia estuvo dedicado a la fabricación industrial del azúcar de caña utilizando la fuerza del agua (ingenio hidráulico). Ocupa un área aproximada de un kilómetro cuadrado.
Sobre la colina, se pueden identificar los restos de edificaciones y estructuras destechadas que componían el Ingenio de Diego Caballero:
- el molino de agua o ingenio, espacio semicircular limitado por muros de ladrillo donde se ubicaba la rueda de moler movida por el agua del río Nigua, a través de acequias;
- la casa de calderas, donde se observan aún la estructura de los fogones construidos en ladrillo sobre los cuales se colocaban las pailas utilizadas para hervir los jugos de la caña;
- la casa de purga, construcción en piedra y tapia de forma rectangular donde se colocaban las hormas de barro utilizadas para solidificar los jugos de caña después de ser cocidos al fuego;
- la acequia, compuesta por canales de alimentación de agua y desagüe construidos en piedra, ladrillo y tapia;
- otras estructuras, muchas de los cuales no han sido aún liberadas, como el horno de ladrillo y el horno de hormas, el almacén, el embalse y el depósito de agua.
Se sospecha que Otros restos del ingenio pueden estar cubiertos por la vegetación en terrenos vecinos, actualmente de propiedad privada.
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