EL GRAN RESPONSABLE DE LOS INCENDIOS EN LA AMAZONIA

Brasil, tiene más de 3 millones de kilómetros cuadrados de selva tropical, alberga 60 por ciento de la Amazonía, que se extiende a otros siete estados suramericanos, que incluyen, Paraguay, Bolivia, Perú, Colombia, Venezuela, Guayana, inglesas, y Guayana Francesa, y aporta 20 por ciento del oxígeno del planeta Tierra.

La zona desde la cumbre de Río, 1992, ha sido declarada como patrimonio mundial,  del medio ambiente y se tomaron medidas, y se fundaron instituciones por Naciones Unidas, para el cuidado y la conservación.

La deforestación y los incendios disminuyeron considerablemente en los gobiernos, de Cardoso,  Lula y Dilma, cuando se reforzaron las políticas e instituciones científicas de prevención y conservación y las leyes y regulaciones sobre la selva, incluyendo un gran avance en la titulación de tierras al millón de personas pertenecientes a los innumerables pueblos originarios, campesinos y afrodescendientes que viven y hacen posible en gran medida, con sus prácticas ancestrales, la conservación de la selva.

Sin embargo, desde el surgimiento del señor, Bolsonaro, quien es el máximo responsable del incremento de los incendios.

 Ya desde su campaña electoral,  inició una campaña de descalificación de las instituciones, ONGS, leyes, regulaciones y multas dedicadas a la protección de la selva amazónica.

 Llamaba, y lo ha seguido haciendo después de llegar a la presidencia, a invadir y depredar las tierras que ocupan los mencionados pueblos, originarios, y dice, que es una tradición en Brasil, desforestándolas y quemándolas para extender la frontera agrícola, dedicada sobre todo a la ganadería.

Pero además.Otro de sus escándalos, es nombramiento del ministro de medioambiente a una persona ajena a la comunidad ecologista brasileña, el que ha secundado sus criminales llamados a dedicar la selva a los negocios.

Dentro de sus  medidas políticas esta, la Disminuyó a la mitad los presupuestos para prevención y extinción de incendios, despidió al director del Instituto de Investigaciones Espaciales por realizar un informe que mostraba la rápida difusión de los incendios y cuando estos se hicieron inocultables culpó de ellos a las organizaciones ambientalistas, que en la mayoría de los casos realizan un encomiable esfuerzo para proteger la selva y los pueblos que en ella residen en ella.

Los incendios de esta temporada y desde que comenzó el año, superan ya los de todos los años anteriores desde que en 2013 comenzaron a llevarse registros y en 83 por ciento los de igual período del año pasado; 72 mil 800 focos de incendio de enero a la fecha.

En julio de este año hubo un aumento de la deforestación de 278 por ciento comparado con el mismo mes del año anterior, lo que significa que no ha sido algo fortuito, que el señor Bolsonaro, se mantuviera indiferente,  mientras sus pares, de Bolivia, y Paraguay,  y Perú,  hicieron,  los esfuerzo de lugar para mitigar, los incendios forestales en los bosques secos,  mientras que, lo contrario sucedía en Brasil.

No en vano vino la reacción de la comunidad internacional,  encabezada por Francia y la Unión Europea, antes el Monstruo que dirige Brasil y que fueras el delfín elegido para redimir la democracia,  y la ética,  del Brasil,  y qué promoviera, los grandes capitales extranjeros,  hoy Globo, y Clarín,  son tan responsables como el Señor Bolsonaro, y los  promotores del proyecto Brasil libre de corrupción.