LA AGRESIÓN DE LA PRIMERA POTENCIA MILITAR Y LA RESISTENCIA HEROICA DEL PATRIOTISMO REVOLUCIONARIO
Por Henry Polanco
La agresión de la primera potencia mundial y la vulgaridad extranjeras ha brindado a los pueblos en revolución la posibilidad de elevar su nivel de conciencia política y autoestima, tambien a aumentar su voluntad y cultura de resistencia y comprobar su capacidad para vencer a enemigos muy poderosos. O se fortalecen frente a la intervención, o son derrotadas por ella y por la misma contrarrevolución.
El pueblo revolucionario venezolano ha demostrado en casi dos décadas de fiera hostilidad del dominio de Estados Unidos, y sus aliados más lacayos genuflexos, que las luchas revolucionarias, sociales, tienen un precio antes está guerra de Quinta generación, como afirma el sociólogo latinoamericano Atilio Boron.
Son atacado de manera desesperada y despiadada en múltiples frentes como la guerra económica, la guerra mediática y la guerra eléctrica, en el contexto de la táctica de golpe continuado y guerra irregular, o híbrida.
Pero hasta ahora no han conseguido ningún objetivo planeado y planteado, sólo Venezuela ha salido victoriosa con la moral alta después de cada ataque.
En las últimas dos grandes arremetidas del gobierno supremacista y neofascista de Donald Trump contra Venezuela han resultado un completo fracaso.
Aún así la pandilla de maleantes, terroristas encargada de la política antipueblo y por ende Antidemocrática hacia América Latina y el Caribe llegó a soñar con que el liderazgo del presidente Nicolás Maduro y el edificio de la Revolución Bolivariana implosionarían el 23 de febrero, o que, en el peor de los casos, lo harían a consecuencia del mayor y más prolongado sabotaje terrorista contra el sistema electro energético de Venezuela y, probablemente, de nación alguna, que apagó al país casi una semana más de 18 Estados.
Debido a las dos embestidas sumadas la población haría una poblada contra el gobierno de Maduro y este caería como anuncio El narco Rubio.
no hay duda de que ambas agresiones han ocasionado graves consecuencias económicas y humanas en una población sometida ya a los rigores de la guerra económica y al estrés generado por una de las más intensas y prolongadas campañas de terrorismo comunicacional contra un país no alineado a los intereses de Washington.
insistimos en la considerable envergadura de la victoria del 23F, una proeza del chavismo civil y militar, que unido y cohesionado impidió la introducción con derroche de violencia paramilitar desde Colombia y Brasil mercenarios pagados por los mismos delincuentes imperialistas,la llamada ayuda humanitaria fuera de todo derecho internacional a través de las fronteras terrestres.
La revolución bolivariana derrotó una tremenda amenaza de violación de la soberanía venezolana por parte de Estados Unidos, y el grupo de Lima, de varias naciones europeas, y de los gobiernos lacayos del imperialismo en nuestra región.
El gran apagón fue planeado y ejecutado desde las entrañas del gobierno yanqui, aunque al parecer con la cooperación de los antipatriotas desde adentro del sistema eléctrico venezolano.
El modus operandi así lo demuestra del grupo neofascista compuesto por Trump, Pence, Bolton, Pompeo, Rubio y Abrams, durante esos días y los anteriores, evidencia que el sabotaje formaba parte del plan de guerra psicológica previo a la eventual intervención militar, que han tratado de imponer desde el exterior y la cual es rechazada, por la comunidad internacional, estaban informados en detalle sobre él apagón y que trataron de sacar el máximo provecho de la gravísima situación creada para sus planes de derrocamiento de Maduro, sin embargo fallaron nuevamente y el señor Guaido comienza a decir adiós, lo querían vender como un héroe y hoy el héroe es el pueblo revolucionario quien le dio una lección de unidad y batallas,
Ahora queda recuperar y prevenir los nuevos ataques y muy pronto avanzar a la ofensiva contra las acciones emprendidas por los psicópatas y los medios despreciables de la guerra contra la Venezuela bolivariana y revolucionaria
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