Por qué los niños merecen una Esperanza
Por Laurelina Baret
En el año 2000 el Pastor Pablo Ureña junto a su esposa y hermanos de la iglesia hacen una visita a la cárcel de Rafey Santiago a entregar biblias sin realmente conocer la situación que los presos vivían ahí. Al notar la calamidad y el hacinamiento de estos seres humanos, el Pastor Pablo comienza a visitar la cárcel una vez al mes, luego una vez a la semana, después dos veces a la semana hasta que sus visitas empezaron a ser diarias. A través de éstas comienzan hacer un programa que se llamaba “llegó la hora de Dios” el cual realizaba charlas, conferencias, talleres, estudios bíblicos y graduación cada seis meses reconociendo los reclusos.
Era un trabajo que el Estado no hacía y que estas personas de manera voluntaria decidieron dar el primer paso. Desarticularon las gangas que en ese tiempo existían y llevan lo que ellos le llamaron “la ganga de Cristo” la que las une todas. Una vez esto Pablo realiza una investigación y entrevista a 243 reclusos, en la que las tres principales preguntas fueron ¿la razón principal por la que están recluidos?, ¿Alguien te ha ayudado?, ¿Alguna institución privada o pública te dio apoyo?.
Las respuestas a estas preguntas fueron: el motivo las drogas en un 82% directa o indirectamente, no recibían apoyo alguno, nadie los orientaba, al contrario, sus propios padres y la comunidad les decían “tú vas a ser un ladron, un drogadicto, por qué tú eres hijo de un ladron, tú no sirves”, sus padres eran delincuentes, unos fueron abandonados por sus madres, otros con padres borrachones, otros ladrones. Estas son Energias negativas que van influenciando al niño hasta convertirlos en lo que les dicen.
¿Por qué surge Niños con una Esperanza?
Al Pastor ver que no tienen la capacidad ni los recursos para continuar con este trabajo, decide darle un giro a la página e iniciar a trabajar con los niños de las zonas más vulnerables y evitar que estos lleguen a tener la vida de estos presos. Esta es la razón por la que surge Niños con una Esperanza, con la esperanza de sacar esos niños de las calles y evitar que se conviertan en delincuentes y que la vida no los lleve a la carcel o a morir en manos de la policia.
En el año 2003 Ureña y su equipo inician este programa e inmediatamente comienzan a buscar los niños en estados vulnerables, estos se encontraban especialmente en la zona de Cienfuegos y el vertedero de Rafey, donde encuentran niños jugando en la basura, buscando aluminio, cobre, botella, saco, comida en estado de descomposición evidentemente, niños con una agresividad sorprendente, algo patético, difícil de creer qué pasa aquí en República Dominicana.
Inmediatamente se da a conocer esa desgracia a la que él gobierno no se interesa y rechaza a estas personas que están decididas a ayudar y hasta la fecha, 15 años después, Niños con una Esperanza no recibe esta ayuda que tanto anhelaban. A pesar de que no reciben la ayuda del gobierno estos no se rinden y logran con la ayuda de Dios que Tony Liriano y otras instituciones fueran al vertedero de Rafey y se unieran a la causa.
Esta zona y la de Cienfuegos era una zona olvidada hasta que estos voluntarios deciden iniciar con este programa. “Aquí no había nada, por aquí no pasaba nadie, esto era una selva, aquí no había luz, no había agua, no había cloacas, aquí no había nada, luego de nosotros dar a conocer esta situación entonces comenzaron a mirar para acá y ahí fue que se dio a conocer la situación de los niños buzos del vertedero de Rafey” expresa Ureña.
Niños con una Esperanza es una institución en el que los niños y niñas realizan sus tareas, se alimentan, son instruidos en valores morales y cristianos, aquí se trabaja con niños de todas las edades que nunca habían ido a la escuela y el programa los ayuda a iniciar sus estudios, es decir realizan un trabajo maravilloso a favor de la educación.
La prioridad de esta organización es la defensa de los derechos humanos y en especial de los niños. Considera que estos deben ser felices y deben crecer en un ambiente seguro que les permita convertirse en adultos sanos física y emocionalmente.
Aquí se trabaja con el niño desde su agresividad hasta convertirlos en niños sociables, que aprendan a compartir y no a pelear, luego se introducen a la escuela, se les ayuda a ser registrados civilmente, ya que muchos de ellos llegan al programa sin ni siquiera tener una acta de nacimiento.
“Eso era un desorden y la gente nos decían ustedes están locos, están perdiendo el tiempo con esos niños, pero me acordaba de los presos y eso a mí me daba de una vez, me recordaba de lo que me decían los muchachos en la cárcel que la gente le decían que iban hacer unos ladrones y mucha gente de la comunidad decía esos son unos ladrones esos no sirven y la cosa ha cambiado mucho” dice Pablo.
Los niños reciben diariamente desayuno, almuerzo y una merienda con una dieta balanceada, además son vitaminados diariamente y dos veces al año se les hace un chequeo médico, se realizan operativos dentales, cada niño tiene una ficha, se detectan los problemas de salud que tienen, se les da seguimiento en las escuelas y en las casas. Es un proyecto un poco ambicioso a favor de los niños, pero que lamentablemente muchas veces se ven limitados por la falta de recursos.
Niños con una Esperanza ha trabajado con más de 2 mil niños y actualmente tienen 263 en el programa, estos cuentan con material gastable, tienen facilitadora, área de Internet, de deporte, es decir una diversidad que no brindan las escuelas del área.
El programa cuenta con el apoyo de una empresa, la cual se reserva su nombre, quien les brinda un aporte que cubre 200 niños, eventualmente reciben ayuda de iglesias, personas que de manera directa hacen algún aporte, y destaca que las empresas de Santiago no contribuyen con este. La alcaldía en el año 2011 les daba un aporte de 20 mil pesos, pero a la llegada del alcalde actual se la quita.
Escuela técnica la Esperanza
Donada por Trash Mountain Project, abre sus puertas en 2012. A partir de ahí,ha certificado bajo el aval de Infotep a más de 300 personas en diversas áreas como: velas y velones, electricidad residencial, tallado en madera, ventas, contabilidad, entre otros.
De manera independiente han realizado cursos de inglés, de pintura, de locución, entre otros los cuales solo tengan que pagar al profesor ya que no cuentan con los recursos.
El programa está diseñado para niños de 15 años en adelante y no solo abarca a los niños del programa Niños con una Esperanza, sino también a los de fuera.
Cuentan con el único sistema que hay en Santiago y muchas regiones de acuafonia, “nosotros criamos peces y cultivamos lechuga con el agua de los peces, aquí nosotros comemos lechuga, peces a cada momento sin tener que comprarlo” expresa Pablo.
Personal del programa
Niños con una Esperanza tiene un personal de 15 personas, hay dos cocineras, una encargada de limpieza, un encargado de mantenimiento, una asistente, tienen cinco facilitadoras, una psicóloga, una secretaria, la sub rectora y el director general, entre todos son15 personas, el Estado solamente paga una, las otras 14 se cubren con lo que le aportan a la institución.
A pesar del programa contar con una psicóloga, su gran anhelo es tener un equipo profesional que cuente con psicólogos clínicos, psicólogos educativos y psiquiatras, ya qué hay muchos niños en esta zona que necesitan una ayuda especializada por el nivel de violencia que han vivido y esto los traumatiza.
Es por esto que el Pastor Pablo Ureña le hace un llamado a las instituciones de Santiago y a todo aquel que pueda y sienta que estos niños merecen una oportunidad, a que apoyen el programa de una forma u otra y así muchos más niños tendrán una Esperanza.
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