Universidad UASD Santiago celebró el Día Internacional de la Paz.

Por Ana Bertha Pérez

En el Día Internacional de la Paz, La Federación de Estudiantes Dominicanos, con el respaldo de la UASD Recinto Santiago, de la Procuraduría General de República (PGR), del Sistema Nacional de Resolución de Conflictos (SINAREC) y Expresión Juvenil, celebraron con una interesante conferencia el día dedicado a la paz.

El catedrático Universitario maestro Juan Guerra, director de la Biblioteca, profesor Juan Bosch UASD Santiago, saludó a los presentes valorando la importancia de este encuentro que hace un llamado a la paz en el mundo.

Este Recinto Universitario que estrena nuevo Director General, en el poco tiempo que tiene la nueva administración del mismo exhibe una metodología de Liderazgo donde los actores universitarios de manera participativa debaten sus dificultades y propuestas.

«Muchos ven la violencia como un recurso para resolver conflictos» expresó el maestro José Tavárez, director general del Recinto de la UASD en Santiago, dijo que es una lástima que la gente se enfoque en acudir a la violencia cuando hay tantas formas de resolver conflictos.

La conferencia que fue dictada por el licenciado Ángel Gomera, Director de SINAREC, tuvo lugar en el auditorio este Recinto con la participación de una población muy joven que es la que mejor puede aprovechar este tema de Paz ante los innumerables hechos de violencia en República Dominicana y el mundo.

El conferencista manifestó que la violencia se ha expresado a un punto tal que se hace normal la cultura de violencia, sin embargo lo que debemos proponer es la cultura de Paz.

Invitó a verificar cómo anda el espejo de nuestras vidas, detenernos a mirar qué está reflejando nuestro espejo ante la sociedad. Sostuvo que los dispositivos tecnológicos han opacado el diálogo entre familias, conectados con el mundo y desconectados con nuestros seres más cercanos.

Gomera dijo que estamos ante una sociedad donde hombres sin conciencia no respetan la vida de sus mujeres, donde se vive una libertad sexual sin límites, bailes calientes y provocadores, donde la imprudencia pesa más que la conciencia. Nos quejamos de lo que sucede obviando que el principio para promover una cultura de paz es enfocarse en uno mismo.