SOECI Homenajea con misa y la siembra de una Caoba en el Botánico de Santiago a Don Cesar de Lara.
Santiago: Para hacerle un homenaje póstumo a uno de su más distinguidos miembro, don Cesar de Lara, fallecido en Santo Domingo, la Sociedad Ecológica del Cibao realizó una Celebración y la siembra de una caoba, su árbol preferido, en el Jardín Botánico de Santiago.
La celebración fue realizada por Pedro Azcona en el orquideario del Parque y la siembra de la Caoba fue encabezada por la presidente de SOECI, Belkis García y la Junta directiva. También participaron miembros, amigos y allegados de la institución.
“En vez de la reunión de cada Jueves, a l que Don Cesar asistía viniendo desde Santo Domingo, decidimos realizar una misa en el Orquideario del Jardín Botánico para conmemorar el mes aniversario de la partida de nuestro querido compañero César de Lara, al final, sembramos una caoba en su honor”, dijo la presidente de SOECI Belkis García.
Don César de Lara Bencosme, fue un colaborador entusiasta de la Asociación Mocana, era sobrino de Jacobito de Lara, uno de los héroes del ajusticiamiento del dictador Ulises Heureaux (Lilís), ocurrido en Moca el 26 de julio de 1899. Asimismo, asistía a nuestra institución todos los jueves a la reunión ordinaria que se realiza, desde el año 2 000 cuando se incorporo a la SOECI, representó la institución en diveras ocaciones y era un miembro prominente que a su más de 90 año participabas de nuestras actividades y se trasladaba desde Santo Domingo para participar de la tradicional reunión que se realiza en la institución cada jueves.
De Lara Bencosme se caracterizó por ser un ente socialmente activo. se graduó de Agronomía en la universidad de Colombia. Era un asistente frecuente a las actividades de nuestra organización y a las realizadas en su pueblo natal. Fue un filántropo, personalidad de sentido humanístico, con dotes de apreciada sensibilidad social y un profundo sentimiento de amistad a sus compueblanos.
Construyó en Higüey un Asilo de Ancianos, donde finalmente se recluyó en sus últimos meses y en cuyo lugar murió a los 93 años de edad. Junto a su hermana, donó la casa que fue de su familia y donde se produjo el atentado contra Lilís y en el cual se levantó el Museo 26 de julio, ubicado entre las calles Colón y la que lleva la fecha del magnicidio.
Le sobrevive su hermana María Elena de Lara de Antuña, tres hijos y varios nietos.
Sus restos fueron velados en la funeraria Blandino de la avenida Abraham Lincoln y recibieron cristiana sepultura en el cementerio Puerta del Cielo.
Deja un comentario