LA REELECCIÓN Y LA INSTITUCIONALIDAD DEMOCRÁTICA.
Las ambiciones del poder han sido en toda nuestra historia la retranca para que nuestro país logre un desarrollo pleno e institucional. Los aspirantes al poder se declaran anti-reeleccionistas hasta que llegan a ostentar un cargo en el gobierno. Presidentes que, antes de llegar al poder, mantenían su concepción ética y moral anti-releccionista, hasta que llega la hora de la verdad.
Los casos recientes son de analizar, pero es muy cierto que toda nuestra historia ha sido así: el poder corrompe, y el que se sube al palo no se quiere bajar, el poder lo hace adicto al poder. Desde las pasadas elecciones nos hemos preocupado por la institucionalidad del país, sobre todo el cómo llegar a la aspiración democrática que intentamos construir y por la que hemos trabajado en los últimos veinte años.
Remontándonos a 1996, cuando el expresidente Leonel Fernández tomó posesión por primera vez (dos años después de haberse modificado la constitución de la República en la crisis política de 1994), Fernández tuvo la oportunidad de reelegirse, pero prefirió no presentarse a los comicios electorales, prefiriendo que fuera otro compañero del partido el candidato presidencial del año 2000, saliendo electo por el PLD Danilo Medina quien perdería en esos comicios frente a Hipólito Mejía, el cual gozó de una gran popularidad durante su mandato, y que frente a este esquema tomó la decisión de reformar la constitución y enfrascarse en un proyecto releccionista después de haber afirmado en diversas ocasiones que no iría a la reelección.
El resultado de aquella decisión es reconocido como una de las causas de la división del PRD. En las elecciones del 2004 Hipólito es derrotado en los comicios electorales por Leonel Fernández y comienza un nuevo escenario político en la República Dominicana.
Fernández, aún sin contar con amplio apoyo popular, comparado con el que ahora tiene el presidente Medina, decide presentarse nueva vez a elecciones, enfrentándose al Partido responsable de la crisis del 2003 (causante de la destrucción económica y el empobrecimiento de más de un millón de dominicanos), ganando en los comicios del 2008.
Nadie sin impedimentos legales había desaprovechado aquella oportunidad que se le ofrecía al presidente Fernández. Si el ahora Presidente Medina tuviera la oportunidad que en aquel entonces tuvo el presidente Fernández, a él le dirían en esta ocasión “Me derrotó el Estado”.
Iniciado el tercer mandato del expresidente Fernández y específicamente en el 2010, el 26 de enero y 8 años después de la reforma Constitucional, se reforma de nuevo la constitución ahora vendida y comprada como un proyecto de nación, estableciendo en la misma la reelección no consecutiva.
Esta decisión imposibilitó al entonces presidente Fernández a presentarse como candidato presidencial en el 2012, aún presentándole al mismo más de 2 millones de firma solicitándole la misma. Hay que destacar que en este momento existen sectores que se habían opuesto radicalmente para que el presidente no se reeligiera, y hoy, parte de esos sectores y funcionarios que en ese momento se oponían son lo que demandan la reelección del Presidente Medina.
Una decisión institucional de Danilo Medina.
El Presidente Medina en diversas ocasiones dió su parecer sobre la reelección, una de las mismas fue en 1994, donde mantuvo su postura no reeleccionista y participó activamente para promulgar sus ideas. Actualmente informa que será en su debido momento que se referirá nueva vez a este tema.
Según lo que pienso ¿Cuál será esa posición y por qué?
Para un Presidente como Medina, que goza con tan alta popularidad, apoyo de su partido y los funcionarios de su gobierno, la decisión de no presentarse a los próximos comicios electorales no debe ser sencilla. El mismo sabe que la actual Constitución tiene solo cinco años de su entrada en vigencia, y la constitución del 2010 esté él de acuerdo o no, es la Constitución que erigió el PLD con la concertación de los demás partidos y parte de la sociedad civil.
Por eso y otras razones opino que el mandatario cuando se refiera a la reelección no sería para optar por la misma, y que esperaría a las elecciones del 2020, respondiendo al pueblo que le reclama por la trascendencia de su gobierno. En tal caso el Presidente podría trabajar para fortalecer su poder en el Congreso y las Alcaldías, e incluso se podría hablar hasta de la Presidencia del Partido, y ante esa posibilidad, abrir paso a la Presidencia de la República a Fernández.
Esto garantiza que se respete la principal institución de la nación: La Constitución, y que finalmente, se termine la idea de que la misma puede modificarse según la necesidad del gobierno y funcionario de turno. En cierto modo, con una decisión de esta naturaleza, el Presidente Medina contribuiría a la recuperación de la pérdida de credibilidad de la política ante la sociedad, y a la vez, será un paso importante hacia la consecución de la Institucionalidad Democrática.
Finalmente, igual como estuve seguro que Leonel no se presentaría en el 2012, ahora puedo decir que Danilo dirá que no a la reelección, y lo hará, a sabiendas que es lo que mejor le conviene a él y a su partido, pero principalmente a la Patria y a la Democracia.
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