Las Leyes no son la Justicia.
Cuando buscamos el mundo del conocimiento, sobre todo en el ámbito académico, nos encontramos con discusiones importantísimas para la sociedad; en esos debates en ocasiones prima la intolerancia y la falta de comprensión. En este caso es preciso destacar que la verdad no podemos concebirla desde el punto de vista propio, en base a las ideas que nosotros hemos construido que muchas veces obedecen a manipulaciones, restando importancia a las ideas que otros con el mismo derecho nuestro defienden.
El mundo es bastante complejo y las leyes de una manera u otra buscan y de hecho se acercan a ese equilibrio, sin embargo, para referirnos a la justicia no podemos pensar en el sentido que a la misma, les dan las leyes, pues las leyes buscan un equilibrio social que no tiene que ser necesariamente justo y de hecho en diversos casos, para no decir casi siempre, las leyes responden a las manipulaciones de intereses particulares y no necesariamente al sentido de la objetividad.
Las leyes pretenden ser justa, pero no podemos confundir la concepción de justicia con la de la ley, la ley es un instrumento para la aplicación de lo que pudiera ser la justicia; la justicia debemos estudiarla desde la visión de la filosofía del derecho. Se podría afirmar que la justicia, entendida como razón social de la humanidad, puede ser el arte de hacer lo justo, y de «dar a cada uno lo suyo”.
Algunas autores ha definido la justicia; veamos que decían al respecto: Ulpiano decía: la justicia es la constante y perpetua voluntad de darle a cada quien lo que le corresponde.John Rawls: Define la justicia como equidad, que consiste básicamente en el principio de igual libertad, el principio de justa igualdad de oportunidades y el principio de diferencia.Hans Kelsen por su lado dice que la Justicia es para mí aquello cuya protección puede florecer la ciencia, y junto con la ciencia, la verdad y la sinceridad. Es la Justicia de la libertad, la justicia de la paz, la justicia de la democracia, la justicia de la tolerancia.
Cuando vemos estas definiciones tenemos que ver una noción más allá de la ley, observamos en Ulpiano “a cada quien lo que le corresponde”, si pensamos las leyes representan este postulado que sería lo que Rawls llama equidad o igual libertad, pero sobre todo lo que Kelsen dice verdad y sinceridad. No se trata solamente de lo que dice y establece una ley por más amplia que sea, se trata de una concepción independiente de lo que piense el hombre, pues el yo siempre será inocente a pesar de ser culpable y buscará favorablemente lo que esté a su favor, de ahí que cuando para favorecer a una de las partes, en la leyes aparecen las manera de vulnerar la justicia Y lo que debe ser un contrapeso que es a lo que aspiran las leyes para acercarse más a lo justo, encontramos que el contrapeso tiene más peso de un lado, porque tiene papeleta y la papeleta encuentran en las leyes manera alguna de que la decisión final le favorezca.
Como se conoce en el mundo de las leyes, el juez vive con la premisa de que es preferible condenar un inocente con prueba y soltar un culpable por falta de prueba, es aquí donde lo justo deja de serlo, para dar paso a las más aberrantes calamidades de la humanidad.
Quiero dejar bien claro que un mundo perfecto no es posible, sin embargo, debemos seguir luchando por mayores contrapesos como los heredados de la aspiración democrática de los Estados Unidos de norteamericana desde su independencia en 1776 y sobre todo de la visión global que le impregnó la revolución francesa de 1789.
No podemos negar que hemos avanzado y podemos avanzar más, porque todavía el mundo no conoce la soberanía popular de que nos hablara Rousseau, y solo en esta idea podría ser posible “el Estado Social y Democrático de Derecho” que habla nuestra carta magna.
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