¿Sociedad o suciedad? Nacional, internacional, global…
Nunca antes como ahora, el enfrentamiento por los intereses habría lesionados el corazón del mundo, me atrevería afirmar que ni siquiera los hechos que produjeron la primera y segunda guerra mundial fueron tan graves como los que presionan el equilibrio del planeta en la actualidad.
Las personas hoy más que nunca antes, se acomodan o mantienen viva la esperanza de un mejor porvenir, en un mundo que nunca había sido tan desigual e injusto, y esta gran falacia que ha adormecido los rotos corazones que laten hoy, solo por la ilusión de un mejor mañana.
Miro desde lejos, como si no fuera parte de tanta aberración humana, estiércol sin olor, pero con el mal sabor que nos dejan cada día las noticias que publican o no publican los diarios, porque la gran diferencia es que si los diarios no la suben, la suben las personas que han hecho de la tecnología una verdadera herramienta democrática, por lo menos en este ámbito de la vida, Facebook, twitter y cualquier otra influyente red social son las guardianes de la doble moralidad, pues en ellas se espían, pero también se unifica a lo que luchan por la justicia.
Nunca habíamos estado tan ciego, porque hoy vemos más nunca, sin embargo, nadie hace nada, todo el mundo mira de reojos sus intereses, estamos más ciego que el ensayo sobre la ceguera, que escribió José Saramago. Realmente vemos tanto que no queremos ver. Personas que ven los problemas que favorecen sus intereses y lo combaten, pero que se hacen de la vista gorda con los mismos problemas que dañan a los mismos hermanos.
A veces no quisiera ser de este planeta, pero me pregunto ¿habrá otro mejor que este? Aunque supuestamente todas las preguntas tienen respuestas, no tengo la repuesta de esta, algo me queda bien claro, no tenemos la sociedad global que planteara Mcluhan, no tenemos el país de la maravilla de Alicia, no lo tenemos, en cambio tenemos a Israel, el pueblo de Dios que mata cada día cientos de hombres por un territorio que al parecer no le corresponde, tenemos a Estados Unidos guardián de un mundo que atropella cada día.
No soy de ningún sistema, llámese como se llame, soy periodista y próximamente politólogo, ciencias esta última que se estudia pocos y en la que quizá, descansa la última esperanza de los seres humanos, pero talvez no, porque el gran defecto bienes de fábrica, el ser humano es egoísta, cuando no tiene nada, quiere al menos sobrevivir, cuando tiene lo suyo y lo necesario, lo quiere todo.
Estoy convencido en que más que una sociedad, vivimos en una suciedad, donde la materia prima que debiera ser el amor y la fraternidad, es el odio y la codicia. Esa suciedad es la que construye un muro en la frontera entre Israel y palestina, Estados Unidos y México, Europa y África, pero que no se puede mencionar en República Dominicana Y Haití, porque verdemente en esta suciedad; los pobres deben ser más pobres y los ricos deben ser más ricos.
Deja un comentario