Investigadores de la Universidad de East Anglia detectan cuatro nuevos gases artificiales que destruyen la capa de ozono
Los investigadores hicieron el descubrimiento al comparar muestras de aire de hoy en día con aire atrapado en la nieve polar firn (nieve acumulada de distintos inviernos que está en un estado intermedio entre nieve y hielo glacial)
Científicos de la Universidad de East Anglia, en Norwich, Norfolk, Inglaterra, han identificado cuatro nuevos gases artificiales en la atmósfera que contribuyen a la destrucción de la capa de ozono. Su investigación, que se publica este domingo en la revista ‘Nature Geoscience’, revela que se han lanzado a la atmósfera más de 74.000 toneladas de tres nuevos clorofluorocarbonos (CFC) y un nuevo hidroclorofluorocarbono (HCFC).
Los investigadores hicieron el descubrimiento al comparar muestras de aire de hoy en día con aire atrapado en la nieve polar firn (nieve acumulada de distintos inviernos que está en un estado intermedio entre nieve y hielo glacial), que proporciona un archivo natural centenario de la atmósfera. También analizaron aire no contaminado recogido entre 1978 y 2012 en Tasmania.
Las mediciones muestran que los cuatro nuevos gases se han lanzado a la atmósfera recientemente y que dos se están acumulando de manera significativa. No se ha visto aumento de las emisiones de esta magnitud de cualquier otro CFC porque en la década de 1990 se introdujeron controles.
El investigador principal, el doctor Johannes Laube, de la Facultad de Ciencias Ambientales de la Universidad de East Anglia, explica: «Nuestra investigación muestra cuatro gases que no estaban alrededor en la atmósfera en todo este tiempo hasta la década de 1960, lo que sugiere que son producidas por el hombre».
«Los CFC son la principal causa del agujero en la capa de ozono sobre la Antártida. Las leyes para reducir y eliminar gradualmente los CFC entraron en vigor en 1989, seguidas de una prohibición total en 2010, lo que ha generado una disminución de la producción de muchos de estos compuestos en una escala global. Sin embargo, las lagunas de la legislación todavía permiten cierto uso para fines exentos», agrega.
A su juicio, la identificación de estos cuatro nuevos gases es «muy preocupante» porque contribuirán a la destrucción de la capa de ozono. «No sabemos desde dónde están siendo emitidos los nuevos gases y debe investigarse. Las posibles fuentes incluyen productos químicos de materias primas para la producción de insecticidas y disolventes para la limpieza de los componentes electrónicos, afirma.
Además, este experto alerta de que los tres CFC se están destruyendo lentamente en la atmósfera, por lo que incluso si las emisiones se detuvieran de inmediato, seguirán estando durante muchas décadas.
Fuente: ecoticias.com
Deja un comentario