El mar absorbe óxidos de nitrógeno de la quema de combustibles
Los óxidos de nitrógeno, formados por la quema de combustibles fósiles, generan niebla fotoquímica, por lo que los expertos en química atmosférica desean explicar el destino de estas moléculas, identificando sus fuentes y sumideros y formas en que se retiran del aire.
La superficie del mar lleva óxidos de nitrógeno que se acumulan en el aire contaminado por la noche, según demuestran nuevas mediciones de la costa del sur de California. El océano elimina alrededor del 15 por ciento de estos productos químicos durante la noche a lo largo de la costa, como revela un equipo de químicos atmosféricos en la edición digital de ‘Proceedings of the National Academy of Sciences’.
Los óxidos de nitrógeno, formados por la quema de combustibles fósiles, generan niebla fotoquímica, por lo que los expertos en química atmosférica desean explicar el destino de estas moléculas, identificando sus fuentes y sumideros y formas en que se retiran del aire.
«Uno de los caminos a menudo descuidado es la reacción en la superficie del mar», afirma el director de la investigación, Tim Bertram, profesor asistente de química en la Universidad de California, San Diego, Estados Unidos. «El mar tiene una superficie salada rica orgánicamente con potencial para una variedad de reacciones químicas», agrega.
Para realizar el seguimiento del ciclo de nitrógeno en la atmósfera, estudiaron el pentóxido de dinitrógeno, una molécula que resulta de la oxidación de los óxidos de nitrógeno y que puede reaccionar con el cloruro de sal del mar, por ejemplo, para formar cloruro de nitrilo. Cuando la luz solar choca con el cloruro de nitrilo por la mañana siguiente, regenera óxidos de nitrógeno y libera un radical de cloro que ataca a otras moléculas en reacciones que pueden conducir a la formación de ozono.
Michelle Kim, una estudiante graduada en el Instituto Scripps de Oceanografía de la Universidad de California en San Diego, Estados Unidos, trabajó con Bertram desplegando intrumentos al final del muelle del instituto, en La Jolla, California, para medir el flujo de estas moléculas.
Al medir simultáneamente las concentraciones de pentóxido de dinitrógeno y su procutro, cloruro de nitrilo y las turbulencias en el aire sobre la superficie del mar, Kim vio un movimiento neto de pentóxido de nitrógeno en el océano, pero se sorprendió al no ver ninguna salida de cloruro de nitrilo en el aire.
«Sabíamos desde el trabajo previo que los óxidos de nitrógeno se pierden en diversas superficies, aerosoles marinos y otros, incluso en la capa de nieve», subraya. «Este estudio muestra, por primera vez, que el océano es un sumidero terminal para los óxidos de nitrógeno nocturnos y no una fuente de cloruro de nitrilo bajo estas condiciones de muestreo», resume.
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