Groenlandia y ‘equilibrio’ entre desarrollo económico y sostenibilidad
«¿Hacía dónde va nuestro desarrollo?» Es una de las preguntas más frecuentes. Los estudiantes, de diversas formas, expresan un fuerte deseo en el desarrollo, pero también comparten la preocupación por la amenaza de la contaminación y la falta de transparencia en la toma de decisiones del gobierno actual.
Estoy viajando por la costa oeste de este país increíble, desde todo el camino de Aasiaat hasta el extremo sur de Qaqortoq, con el objetivo principal de conocer y relacionarme con los estudiantes de las cuatro escuelas secundarias de Groenlandia. Estoy hablando principalmente sobre la exploración de petróleo, las normas ambientales, la minería y la pesca sostenible. Me devuelven toneladas de preguntas: curiosas y obstinadas.
«¿Hacía dónde va nuestro desarrollo?» Es una de las preguntas más frecuentes. Los estudiantes, de diversas formas, expresan un fuerte deseo en el desarrollo, pero también comparten la preocupación por la amenaza de la contaminación y la falta de transparencia en la toma de decisiones del gobierno actual. Sus preocupaciones son más que comprensibles.
¿Cuál es el tipo de desarrollo que Groenlandia quiere ver? El país, que es aproximadamente del tamaño de Europa Occidental, es rica en recursos (tanto renovables como no renovables). El desarrollo podría respetar la belleza única y la naturaleza de Groenlandia o podría destruirla.
Y es que aquí, hay una enorme presión de las compañías petroleras internacionales, que ven el en el hielo que se derrite una oportunidad de negocio. También empresas mineras, cuyo principal objetivo parece ser el de erosionar todas las normas ambientales.
La pregunta es, ¿la clase política y la administración será capaces de soportar la presión? ¿Incluirán los deseos de la próxima generación de una economía de energía más verde? ¿O se permitirá a las empresas internacionales con un historial sombrío dictar el futuro de Groenlandia? El gobierno anterior y actual se ha inclinado desgraciadamente hacia este último. No ha respetado el medio ambiente o las normas comunes de transparencia y participación.
Pero en los últimos seis meses, el debate en Groenlandia ha comenzado a cambiar, y las protestas contra el enfoque del gobierno van en aumento. En el último par de meses, hubo la manifestación más grande de toda la historia de Groenlandia en contra de la revocación de la norma de tolerancia cero de la minería del uranio. También, una coalición de ONG de Groenlandia ha boicoteado un proceso de audiencia sobre una mina de minerales raros como protesta por el proceso democrático del gobierno. Las personas están reclamando poder influir en sus líderes.
Greenpeace tiene un importante papel que desempeñar en este campo de batalla. Groenlandia podrá ser grande en tamaño, pero es pequeño en muchas otras cosas. Por ejemplo, el organismo responsable de los aspectos ambientales de todos los grandes proyectos relacionados con petróleo y con minerales se compone sólo de dos personas. Estas dos personas tienen que soportar la presión de empresas como Shell, BP y London Mining, y la necesidad de hacer malabares con temas tan diversos como la perforación en aguas heladas, la minería de uranio y las pruebas sísmicas.
Sin una fuerte presencia de la sociedad civil, me temo que la administración va a sucumbir a la presión de las empresas. Greenpeace es una de las pocas organizaciones que tienen la capacidad para luchar contra estas empresas, y para proteger el Ártico de su conducta tan irresponsable. Y este viaje confirma, una vez más, la necesidad de actuar y por supuesto que se siga intensificando el diálogo con las pocas ONG ambientalistas de Groenlandia y con otros grupos de interés.
Desafortunadamente la historia de Greenpeace en Groenlandia ha creado mucha desconfianza para muchas personas aquí. La campaña contra la caza de focas canadiense industrial en los años setenta y ochenta no distinguió correctamente entre la caza industrial a gran escala y la caza indígena sostenible, por lo que tuvo un efecto profundo y negativo sobre la caza sostenible de focas de Groenlandia. Desde entonces, Greenpeace ha pedido perdón en varias ocasiones por las consecuencias no intencionadas de la campaña para Groenlandia, y hoy apoya el derecho de la ciudadanía groenlandesa y los pueblos indígenas de todo el mundo en su caza de focas sostenible. Pero las heridas necesitan curarse.
Esta es una de las razones por las que estoy viajando por de los institutos de Groenlandia. Para explicar que Greenpeace es hoy una organización diferente y que tenemos un interés común en asegurar un desarrollo sostenible de Groenlandia.
Y al conocer a las jóvenes generaciones groenlandesas, me siento optimista, con la sensación de que van a llevar al país hacia adelante con fortaleza y con el máximo respeto y el conocimiento de las fuerzas en contra de soluciones sostenibles para una de las tierras más singulares que el planeta tiene.
Hay muchas razones para la esperanza en este magnífico país, y espero que este viaje sea un paso para reparar viejas heridas, y que Groenlandia y Greenpeace estén unidas en la lucha por un desarrollo sostenible – no sólo en Groenlandia, sino en todo el Ártico.
Jon Burgwald, Responsable de la Campaña Ártico de Greenpeace Nórdico.
Fuente ecoticias.com
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