La soberanía, una falsa ilusión.
La celebración del natalicio 201 del patricio Juan Pablo Duarte hizo aparecer en el ambiente cotidiano tres palabras típicas de la fecha: independencia, libertad y soberanía, un concepto este último muy manoseado por la clase política dominicana, porque en los hechos no existe, pero es usado por estos falseadores de la realidad para confundir al pueblo.
A principios del siglo 20 Vladimir Lenin, planteo tres formas de eliminar la soberanía de un pueblo: a traes de las intervenciones militares y el pillaje, los empréstitos y las inversiones directas y para la misma época Wodrow Wilson presidente norteamericano sostenía que un país es poseído y dominado por el capital que en el se haya invertido, el República Dominicana subsisten dos de estos principios expuestos por el revolucionario Ruso.
En primer término el país ha ido acumulando una deuda durante décadas que ha servido mas para enriquecer a los gobernantes de turno y sus equipos de corruptos colocados en el aparato del estado, que para promover el desarrollo nacional, una deuda que ha motivado invertir aproximadamente el 44 por ciento del presupuesto nacional al pago de la misma.
Esto es un riesgo para el país ya que el incumplimiento del pago puede crear situaciones bastante complejas, basta recordar que la intervención Norteamericana de 1916 se debió a la incapacidad de pago de la nación respecto de la deuda que se tenia con el coloso de Norte, el segundo elemento, la inversión directa se llevo a cabo con la anuencia del gobierno y los ejemplos mas concretos y sonados lo constituyen los acuerdos con las mega mineras, Barick Gold, Extrata Niquel Falcondo y otras.
En el caso Barrick la aprobación del proyecto para operatividad de esta transnacional en nuestro territorio se hizo de forma relámpago y motivado por líneas que bajo el ejecutivo, en ese momento Leonel Fernández Reyna y, cuando el 27 de febrero de 2013 el actual mandatario del país Danilo Medina Sánchez hablo ala nación y se refirió a la renegociación del contrato con la minera canadiense, mucho vieron esto como una medida patriótica, dejando de lado, que en realidad el presidente vio la única oportunidad de lograr recursos sin recurrir a la banca extranjera, para capear la crisis que todavía vive el país producto del déficit fiscal de 207 mil millones en que lo sumió Leonel.
Como se ve los sucesivos gobiernos de los distintos paridos han hipotecado este pedacito de tierra clocado en la caribe y mientras hablan de nacionalismo y elevan la figura de una Duarte al que hubieran desterrado o fusilado, lo que demuestra, que libertad, independencia y soberanía, son elementos abstractos y constituyen una ilusión para los dominicanos de buena fe que en ellas creen.
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