Fox News: fusión RD-Haití
En el año 1994, el entonces Presidente Dr. Joaquín Balaguer denunció ante la opinión pública la existencia de un plan de las potencias para fusionar la República Dominicana y Haití. En ese mismo año, la administración de Bill Clinton le propuso formalmente al Dr. Balaguer el establecimiento de más de 20 campamentos de refugiados de haitianos en la frontera del lado dominicano, a lo que el mandatario se negó tajantemente.
No pocas personas entendieron en aquella época que la versión de la fusión de Haití y República Dominicana era una estratagema politiquera del Dr. Balaguer para enfrentar a su oponente Dr. José Francisco Peña Gómez. Lo cierto es que Peña Gómez murió en el ’98 y Balaguer en el 2002, y es ahora, una década después, en que se está esbozando con mucho mayor claridad para la comprensión del público la estrategia internacional que tiene como objetivo final la fusión de las dos naciones, para lo cual, de manera previa, hay que arrodillar a la República Dominicana, presionarla internacionalmente para que renuncie a su derecho soberano de tener un efectivo control de su frontera; una política definida de migración y el derecho inalienable de repatriar a los ilegales que estime conveniente expulsar de su territorio.
La sentencia del Tribunal Constitucional y la feroz campaña abierta de Haití contra la República Dominicana, con sus aliados externos e internos, ha puesto de manifiesto la profundidad de la conspiración contra la República. En medio de esta discusión trascendental en la que el pueblo dominicano ha logrado una unidad nacional sin precedentes, la poderosa cadena norteamericana de noticias FoxNews ha publicado un análisis-propuesta, a la firma del Sr. Daniel Rodríguez, Co-fundador de la Alianza Económica por la Estabilidad, proponiendo formalmente la fusión de las dos naciones, en un trabajo que está publicado in-extenso en www.impactodigital.com.do y que, por considerarlo de alto interés nacional, paso a transcribir sus párrafos más importantes:
“La primera opción es dejar las cosas como están. Para seguir con el status quo, en otras palabras. Esto significaría una continuación de las políticas (o la falta de ellas) que ya han creado muchos problemas: asistencia fragmentada en forma de ayuda de todo el mundo, poco respeto del Estado de derecho y la poca vigilancia con apenas una astilla de esperanza de un mejor futuro para Haití.
La segunda opción, y la más radical, es la integración de Haití con la República Dominicana. Al igual que la reunificación de Alemania Oriental y Alemania Occidental, habrá problemas estructurales, políticos y de soberanía con que lidiar. Haití es un país desprovisto que sufre no sólo por la falta de una visión estratégica de lo que debería ser, sino también de la falta de cualquier tipo de liderazgo eficaz.
Haití es un país donde el gobierno tiene poco o ningún poder. Sólo hay unas pocas personas en el gobierno de Haití ñ y ese número podría ser aún menor ahora ñ que poseen la voluntad, las habilidades y los conocimientos técnicos necesarios para construir una nación verdadera.
En cambio, hay una corrupción generalizada en todo el gobierno, en todos los niveles y una tasa de desempleo que supera el 80 por ciento. Es un país en el que muchos pasan hambre todos los días y recurren a comer “pasteles de barro” hechos de tierra. La corrupción, el desempleo y sí, el hambre, existen en muchos países desarrollados, e incluso en el más poderoso de todos ellos, los Estados Unidos de América ñ pero en ninguna parte es esto tan generalizado como en Haití.
Propongo que Haití se fusione con la República Dominicana. Mi propuesta es utilizar un enfoque de estilo de negocios muy parecido al utilizado por las grandes empresas, donde el proceso de resalta las fortalezas y debilidades de cada empresa, y al igual que la fusión de dos empresas, cada una puede ser analizada para asegurar que la nueva empresa será una entidad que va a producir un cambio positivo y duradero. Este nuevo Estado-nación, tal vez llamado “República Dominicana Haití”, puede convertirse en una nación con una población total de 19 millones, que sería capaz de aprovechar sus recursos naturales en colaboración y gobernar al unísono.
Inevitablemente habrá luchas de poder y peleas por quién obtiene qué y cómo, y quién va a liderar esta nueva nación, pero al igual que la fusión de las grandes empresas, estos problemas pueden ser mediados al comienzo. Poderes económicos de todo el mundo pueden unirse para ofrecer orientación y fondos para esta atrevida iniciativa, en lugar de sólo la financiación de algo que no ha logrado proporcionar incluso una apariencia de un retorno de inversión. Por supuesto, habrá aquellos críticos que dirán que estos es demasiado experimentación con una nación que se ha negado a aceptar el cambio, pero yo digo esto, que no hacer nada seguirá perpetuando un círculo vicioso en el que los haitianos sólo sobrevivirán en el más pequeño de los sentidos, mientras que otros tratarán de migrar a otros lugares con el fin de encontrar una vida mejor.
Ahora todos estamos abriendo nuestros bolsillos y nuestros corazones a los caídos de Haití, pero lo que más necesitan es nuestra capacidad intelectual colectiva para ser ejercida sobre una nación muy triste y en la miseria, un pueblo cuya gran fe y esperanza para un futuro lleno de un mañana mejor está disminuyendo rápidamente. Nada más que el más radical de los enfoques debe ser intentado. No hacer nada no es una opción. Si optamos por no hacer nada Haití se convertirá en una nación que seguirá existiendo en una aún mayor pobreza y mayor pérdida. Y se convertirá en una nación poblada por la gente física y emocionalmente más cicatrizada del mundo.”
Espero haber hecho una contribución para aquellos de mis lectores que al día de hoy tuvieran alguna duda de cuáles son los objetivos finales de la campaña internacional contra la República Dominicana, llevada a cabo por el gobierno haitiano, sus aliados internacionales y los traidores del patio que le sirven de comparsa.
Fuente: Listin diario
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