Juventud, Política y Desarrollo.
La principal característica de los jóvenes es la búsqueda de oportunidades en una sociedad que se ha hecho compleja y donde la falta de oportunidades lleva a muchos jóvenes a desviarse del camino correcto y con esto se ve truncado el desarrollo de nuestra nación que depende en gran medida de la integración de la fuerza de trabajo joven.
El país tiene una deuda histórica con los jóvenes, pues la misma independencia fue un proyecto ideado por jóvenes ( los trinitarios) y nuestro padre fundador inició este proyecto con algo más de 20 años, sin embargo, a lo largo de nuestra historia la juventud ha sido excluida y hoy más que nuca los indicadores de desempleos son ejemplo de esa triste realidad que impide a miles de jóvenes acceder a los puestos de trabajos y cuando lo hacen son puesto de baja calidad y en condiciones que no le permite vivir con dignidad.
El gobierno (2016-2020) contempla otorgar 20 mil becas nacionales y 10 mil becas internacionales y de esas becas el ministerio de la Juventud tiene proyectado entregar a jóvenes entre 15 y 35 años 10 mil becas nacionales y 5 mil internacionales, para favorecer jóvenes en todo el territorio nacional, estas becas abren oportunidades de desarrollo a los jóvenes y con esto se contribuye al desarrollo del país.
El Estado está en la obligación de crear políticas públicas de juventud y oportunidades para que los jóvenes puedan desarrollarse y esas oportunidades deben ir más allá de una beca para estudio, pues es urgente crear fuentes de empleos de calidad para lograr que los jóvenes se inserten en el mercado de trabajo e impulsen el desarrollo del país.
Esto evidencia que la juventud debe integrarse a la política, esta es un área transversal y es desde aquí donde se organiza el poder y a través de políticas públicas que se distribuyen los recursos del Estado y la juventud debe entender esto, pues es prácticamente imposible su desarrollo sin la intervención política a través del fomento de la educación, el empleo, la salud, el deporte y la recreación sana, los buenos hábitos alimenticios, entre otros.
En los últimos 20 años miles y miles de jóvenes han egresados de carreras universitarias y buscan insertarse en el mercado de trabajo, sin embargo esas metas se ven truncadas cuando obtienen sus títulos y tienen que dedicarse a otras actividades para sobrevivir por que el mercado le ofrece un trabajo que no le alcanza para sobrevivir.
En conclusión es imposible pensar el desarrollo sin pensar en la fuerza de trabajo joven y la crisis europea es un ejemplo de esta gran necesidad, pues aquí la falta de fuerza joven para trabajar y garantizar los recursos que necesitan los gobiernos ha colapsado el sistema y ahora se ve en la obligación de importar fuerza de trabajo de otros países. La República Dominicana debe priorizar la juventud si quiere impulsar un desarrollo equitativo, no hay manera de avanzar sin integral una población mayoritariamente joven.
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